Alejandro Bianchi
La crisis le va a traer al Gobierno un alivio no menor en un año de elecciones. Gracias a la caída de la actividad económica, se espera un otoño y un invierno tranquilos en el plano energético. Por bajas en el consumo de gas de hasta 25% en algunos sectores industriales, es muy probable que no haga falta que el Ministerio de Planificación tenga que volver a pedirles a los empresarios que bajen la demanda. El tarifazo tanto en la boleta de luz como en la de gas también moderará el consumo residencial. A esto se suma que los pronósticos iniciales muestran que el otoño y el invierno no serán tan fríos como en años anteriores.

“Va a ser un invierno menos complejo”, le dijo a Crítica de la Argentina Daniel Gerold, especialista en temas energéticos.

En la memoria de muchos funcionarios todavía queda la nieve que cayó sobre Buenos Aires el 9 de julio de 2007. Fue un año de crisis energética en el que se tuvo que cortar el suministro de GNC por un par de días ante el elevado consumo de los hogares por las bajas temperaturas.

En 2008, la situación dio un respiro porque julio fue uno de los más cálidos de los últimos tiempos aunque hubo días de cortes para la industria.

La contracción económica hace que las empresas consuman menos energía. Las distribuidoras cuentan una caída en la demanda de gas industrial de alrededor de 8 por ciento. Sin embargo, en el sector siderúrgico, muy dependiente de este combustible y al que el Gobierno suele llamar por teléfono para que bajen la demanda, la caída llega al 25 por ciento.

En paralelo, el Gobierno se prepara con las mismas herramientas que el año pasado. El 1 de mayo llegará al país el buque regasificador de gas licuado de petróleo importado que sumará hasta 8 millones de metros cúbicos diarios al sistema. Bolivia, apurada por las menores compras de gas de Brasil, ofreció mejorar sus niveles de exportación al país a un mínimo de 4 millones de metros cúbicos diarios.

También en los primeros días de mayo está prevista la inauguración una parte de las obras de expansión de transporte de gas. A Chile, se le sigue exportando 1,5 millón de metros cúbicos diarios, lo necesario para el consumo residencial de Santiago y alrededores.

En el plano eléctrico, la demanda está por debajo de los niveles de años anteriores. Y en el abastecimiento, las represas hidroeléctricas del Sur están con agua suficiente en sus embalses. La culminación de las dos centrales nuevas de Timbúes y Campana no se cumplirá para mediados de año como estaba previsto.

Más allá del panorama de holgura energética, si se presentan días de extremo frío, no se descartan los problemas. La extracción de gas viene cayendo entre 1% y 2% en los últimos siete años y 2009 no será una excepción. Lo que produzca la provincia de Neuquén, que extrae el 51% del combustible que se consume, será fundamental. No se produjeron grandes descubrimientos y yacimientos de porte como Loma La Lata rinden cada vez menos.