Especialistas de la Dirección Meteorológica de Chile, DMC, afirmaron que por fin, dadas las actuales condiciones de temperatura de las aguas superficiales en el Océano Pacífico Ecuatorial, la próxima estación de invierno en Chile se desarrollará con precipitaciones equivalentes al promedio de un año normal y posiblemente, levemente superior.
La información fue entregada esta mañana durante una reunión de expertos en los fenómenos de “El Niño” y “La Niña” que se efectuó en dependencias de la Dirección Meteorológica de Chile en Quinta Normal, en Santiago.
El director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño de Ecuador, José Daniel Pabón, junto a Ricardo Alcafúz y Claudia Villarroel, analizaron las distintas variables de temperatura y precipitaciones que están influyendo en el desencadenamiento de “El Niño” y “La Niña” y las proyecciones de estos fenómenos hasta el 2050 en nuestro país.
Fin a años de sequía
Por su parte, el meteorólogo Arnaldo Zúñiga, señaló que las temperaturas del Océano Pacífico Central, del orden de 0,5 y 0,6 grados celsius superior al promedio, indican la presencia de “El Niño”.
Esta situación estaría dando término a siete años de prolongada sequía que ha afectado al país con consecuencias nefastas para la agricultura y el abastecimiento de agua desde la región de Coquimbo hasta la región de Los Lagos.
Zúñiga afirmó que hasta ahora no se había registrado en Chile un período tan prolongado de sequía y con el nuevo escenario anunciado se abren esperanzas de que lloverá, advirtiendo, que eso no significará que se suplirán todos los déficits de agua que registran hoy los embalses.
“Los indicadores señalan que no habría un retroceso del fenómeno de ‘El Niño’ este año, como sucedió en 2014. Las precipitaciones que ya se han registrado a la fecha indican que vamos por buen camino. El año pasado a esta misma fecha casi no había precipitado”, afirmó el meteorólogo.
Con este tipo de escenario, la distribución de las precipitaciones en el territorio nacional para el próximo invierno será ligeramente sobre lo normal y se espera que por lo menos llueva más que el año pasado.
Los especialistas señalaron que es difícil hablar de montos de precipitaciones para la región Metropolitana, sin embargo señalaron que éstas podrían alcanzar rangos de unos 360 milímetros. En un año normal, el promedio en esta zona ronda los 350 milímetros.
Desde la región de O’Higgins hasta la región de Aysén, las expectativas son similares, es decir los montos de lluvia que caerán el próximo invierno alcanzarán los valores de un año estándar.
Desde la región de Tarapacá hasta la región de Coquimbo, las precipitaciones alcanzarán valores también normales y en algunas zonas sobre ese nivel.
“El Niño” en Chile
Los fenómenos climáticos naturales como “El Niño” y “La Niña” se asocian a anomalías observadas en el océano y la atmósfera del Pacífico ecuatorial caracterizado por un excesivo calentamiento o enfriamiento, respectivamente, de las aguas oceánicas superficiales y profundas que afectan significativamente los procesos biológico-pesqueros, oceanográficos y climáticos a escala regional y global. Su recurrencia es entre 3 y 7 años con una duración entre 12 y 18 meses.
La influencia de “El Niño” (y La Niña) en Chile provoca diversas alteraciones en el clima. En períodos de invierno en la zona central y sur manifiesta precipitaciones por sobre (o por debajo) del promedio histórico.
Proyecciones de precipitaciones
Respecto a las proyecciones climáticas para el período 2030 y hasta el 2059, efectuadas por la Dirección Meteorológica de Chile, Ricardo Alcafuz señala que las precipitaciones podrían disminuir, en la zona centro-sur del país entre un 40 y un 50% respecto a lo que cae en un año normal.
Lo anterior obligará a repensar el uso del suelo, afirmando que de acuerdo a los modelos matemáticos – que predicen ese comportamiento atmosférico- se hará necesario tomar medidas que apunten a contrarrestar esa situación de déficit hídrico.
En la región Metropolitana, para el período señalado, se estima que las precipitaciones promedio se concentrarán en torno a los 240 y 250 milímetros y para la zona sur en zonas que hoy llueve mil milímetros anuales, esos montos caerán a la mitad.
Alcafuz señaló que la situación descrita tiene su origen en la influencia del hombre en el medio ambiente y, sobre todo, a la acción de países industrializados que no acceden a limitar sus fuentes contaminantes de gases de efecto invernadero.
Por último, volviendo a las condiciones meteorológicas actuales, se indicó que desde Tarapacá hasta el Maule, los registros de precipitaciones hasta este lunes superan los normales para la época, en cambio todavía persiste el déficit de lluvias desde la región del Maule al sur, con pronósticos que indican ausencia de lluvias y altas temperaturas por lo menos hasta este jueves, en esa zona.
La Onemi declaró Alerta Roja en la comuna de Alto del Carmen, Región de Atacama, por un "evento hidrometeorológico".
Según informó el organismo, de acuerdo a información proporcionada por la Dirección Meteorológica de Chile "se esperan precipitaciones de intensidad moderada a intensas, concentradas principalmente en el tramo cordillerano sur de la Región de Atacama".
La Onemi agregó que "de acuerdo a los antecedentes entregados por la Gobernación de Huasco, se ha incrementado la activación de las quebradas de la comuna de Alto del Carmen, lo que supone un eventual riesgo a personas, bienes y medio ambiente".
Producto de la extensión y severidad del evento, la Onemi afirmó que "se movilizarán todos los recursos necesarios y disponibles para actuar y controlar la situación".
Un "calor oceánico sin precedentes", "temperaturas de la superficie terrestre elevadas" e "inundaciones devastadoras"... No estamos hablando de lo que le sucederá al planeta en los próximos años, sino de lo que ha sufrido ya en 2014. El año pasado se ha despedido como el más cálido jamás registrado, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En su informe ‘Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2014’, hecho público con motivo del Día Meteorológico Mundial, esta agencia de la ONU señala que el año pasado confirmó “la prolongación de una tendencia al calentamiento en los últimos decenios”, ya que 14 de los 15 años más cálidos son de este siglo.
Según la OMM, la temperatura media mundial de 2014 fue 0,57ºC superior al promedio de 14ºC correspondiente al periodo 1961-1990.Diecinueve países europeos registraron valores anuales sin precedentes y el oeste de América del Norte (incluida Alaska), el este de Asia, gran parte de África, vastas zonas de América del Sur y el sur y el oeste de Australia tuvieron también temperaturas particularmente cálidas, en tanto que en extensas zonas de Estados Unidos de América y Canadá se observaron temperaturas inferiores a la media.
La OMM concluye que “2014 fue un año excepcionalmente cálido, pese a la falta de episodios de El Niño’, un fenómeno que se caracteriza por temperaturas inusualmente cálidas de la superficie del océano en la parte oriental del Pacífico tropical, lo que repercute de forma importante sobre el clima en muchas partes del mundo y eleva los termómetros de todo el planeta.
Por otro lado, las temperaturas de la superficie del mar acabaron siendo en 2014 mucho más cálidas que la media en todo el norte y noreste del Pacífico y en las zonas polar y subtropical del Atlántico Norte, el suroeste del Pacífico, partes del Atlántico Sur y gran parte del Océano Índico, y fueron particularmente elevadas en el hemisferio norte de junio a octubre.
En cuanto a la precipitación del planeta, alcanzó la media de 1.033 litros por metro cuadrado en 2014, año en el que varias sequías asolaron el suroeste de Estados Unidos, el noreste de China, el este de Brasil y algunos países en América Central.
En mayo y junio hubo inundaciones en la península de los Balcanes que azotaron Serbia, Bosnia y Herzegovina, y Croacia, en tanto que las lluvias intensas causaron inundaciones en Bangladesh, Pakistán e India en agosto y septiembre, y en Sri Lanka en diciembre. En África, las crecidas afectaron a Marruecos, Mozambique, Sudáfrica, Kenya, Etiopía, Somalia y en la Tanzania, y se produjeron desbordamientos en la cuenca del río Paraná que provocaron efectos en Paraguay, Argentina y Brasil.
“Cada año, la variabilidad natural del clima provoca tales extremos, si bien la elevada incidencia de inundaciones en el mundo entero es compatible con un ciclo hidrológico acelerado impulsado por más energía atrapada en la atmósfera por los gases de efecto invernadero”, explica la OMM.
Por otro lado, la extensión diaria mínima anual del hielo marino en el Ártico en 2014, observada el 17 de septiembre, abarcaba 5,02 millones de km2, la sexta más reducida jamás registrada, según datos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielos de Estados Unidos de América.
Por lo que respecta a la extensión diaria del hielo marino en la Antártida, se mantuvo en niveles máximos sin precedentes y alcanzó una nueva extensión máxima récord por tercer año consecutivo.
El año pasado se registraron 78 ciclones tropicales en el planeta, menos que los 94 de 2013 y respecto a la media de 89 tormentas correspondiente al período 1981 2010, aunque superior a las 67 de 2010, que continúa siendo el año con la cifra más baja observada en la era satelital moderna.
Por otra parte, la OMM dedica este lunes el Día Meteorológico Mundial, que lleva por tema ‘Del conocimiento climático a la acción por el clima’, a los avances en la ciencia y los servicios climáticos, como las predicciones estacionales, con el fin de alentar a la comunidad internacional a que tome este año decisiones y medidas ambiciosas que permitan hacer frente a la variabilidad del clima y al cambio climático.
“Poseemos un conocimiento climático sólido para orientar la acción por el clima y para mantener los impactos del cambio climático en niveles manejables. El costo que supondría la inacción es alto y seguirá aumentando”, afirmó Michel Jarraud, secretario general de la OMM, quien añadió que “debemos encarar nuestras responsabilidades en aras de las generaciones venideras y actuar para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero antes de que sea demasiado tarde”.
“Las múltiples pruebas -desde el aumento de temperaturas de la superficie hasta el decrecimiento de los glaciares, el aumento del nivel del mar a extremos meteorológicos- revelan que el clima está cambiando y que ello obedece en gran medida a la actividad humana, tal como se ha señalado en el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático”, agregó.
Jarraud recalcó que “las temperaturas sin precedentes, la precipitación extrema y las inundaciones ocurridas en 2014 coinciden con lo que se espera del calentamiento del clima debido a una mayor concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera”.
“El calentamiento del océano es de importancia fundamental, ya que absorbe más del 93 por ciento del exceso de calor”, indicó, antes de concluir que “las temperaturas de la superficie del mar, así como los niveles, están aumentando, y el calor llega a profundidades más bajas. Ello entrañará significativas repercusiones para el futuro”.
