Víctor Bronstein, Director del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys) analiza las condiciones del mercado de los hidrocarburos en el país, en función del contexto local y de las perspectivas en el plano internacional. Es optimista para el mediano plazo, por los precios internos y el gran potencial de recurso que presenta el reservorio no convencional

 ¿Qué salida se puede encontrar al conflicto petrolero?

Después de varios años de un precio del barril alrededor de los cien dólares, el conflicto actual es derivado principalmente por la baja mundial del crudo. Ante esta nueva situación, en el mundo se han suspendido proyectos por más de 200 mil millones de dólares. En EE.UU., los equipos de perforación han bajado de 1931 en septiembre de 2014 a 637 la semana pasada. Esto ha generado la pérdida de miles de puestos de trabajo. En este contexto, los distintos actores de la industria deben flexibilizar posiciones y adaptarse a la nueva situación, tratando de encontrar un nuevo equilibrio que contemple las distintas necesidades.

En nuestro país, la industria petrolera no se reduce a la relación entre las empresas operadoras, las empresas de servicios y los trabajadores. Están fuertemente involucrados los estados de las provincias productoras, que dependen de las regalías, y el Estado Nacional, que tiene necesidades económicas y políticas en mantener la producción y las fuentes de trabajo.

¿Es necesario que el Estado subsidie a la industria?

En los últimos años, el Estado Nacional decidió desacoplar el precio del crudo en Argentina del precio internacional. Esto fue una política que sirvió para captar parte de la renta extraordinaria generada por un petróleo alrededor de los cien dólares. En el mismo sentido, cuando el precio comenzó a bajar, el gobierno anterior decidió mantener este desacople, manteniendo un precio del crudo más alto que el internacional con el objetivo de continuar con las inversiones en Vaca Muerta, evitar el desfinanciamiento de las provincias productoras y mantener las fuentes de trabajo.

Hoy, el nuevo gobierno está ante un dilema. Sale más barato importar petróleo que producirlo en Argentina, pero es necesario tener una visión de mediano y largo plazo, ya que este precio del crudo no es sostenible en el tiempo. Actualmente el mundo consume alrededor de 95 millones de barriles diarios, pero los últimos estudios prospectivos tanto de Shell como de Exxon, por ejemplo, coinciden en que para 2035, el mundo consumirá 110 millones de barriles diarios.

A esto hay que sumarla la declinación natural de los yacimientos, lo que obliga a reemplazar producción por 4 millones de barriles diarios anualmente. Con estos niveles de precios, las inversiones necesarias para alcanzar estos valores de producción no se están generando, lo que implica que en pocos años, el precio del crudo se va a recuperar. Es en esta perspectiva que hay que discutir si se subsidia o no el precio del crudo, porque el petróleo caro de hoy puede ser el petróleo barato que tenga la Argentina en los próximos años.

¿Qué pasará con Vaca Muerta y la explotación de shale si Argentina nivela el crudo con las referencias internacionales?

En general, a nivel mundial, las empresas han bajado sus planes de inversión y suspendido proyectos de riesgo. Por otra parte, las grandes compañías petroleras saben que es necesario seguir incorporando reservas y manteniendo la producción. Cuando una empresa decide invertir en el desarrollo de ciertas áreas, no lo hace pensando sólo en el precio presente del crudo sino también en el precio futuro.

Hoy, Argentina está ofreciendo condiciones de precio que incentivan las inversiones en Vaca Muerta, pero no sólo por el precio del crudo, sino también por el precio del gas. Actualmente, el precio del gas en EE.UU. está en alrededor de 2 dólares el millón de BTU, mientras que nuestro país está pagando 7,5 dólares. Sin embargo, hay que tener en cuenta también que nuestros costos operativos son más altos que en EE.UU., pero esto es algo que puede ir mejorándose.

La experiencia de YPF en Vaca Muerta nos muestra una curva de aprendizaje que permitirá ser cada vez más competitivos. En este sentido, el reciente acuerdo de YPF con American Partners es, en mi opinión, una muy buena noticia. El CEO de American, Aubrey McClendon, es una de las personas con más experiencia a nivel mundial en el desarrollo de recursos no convencionales.

¿Cómo evalúa las perspectivas de la industria?

A pesar del precio actual del crudo y las tensiones que genera, creo que las perspectivas de la industria son alentadoras, ya que nuestro país tiene importantes recursos para desarrollar. En este sentido, no sólo hay que pensar en las inversiones de las grandes empresas, sino también favorecer el desarrollo de pequeñas y medianas operadoras, que son mucho más eficientes para la operación de yacimientos maduros.