Jorge Errázuriz

A SEMANAS de que la Alianza del Pacífico cumpla 5 años, resulta relevante destacar su aporte, no sólo uniendo los mercados de los países que la conforman: México, Colombia, Perú y Chile, sino también entregando las herramientas concretas a los emprendedores con potencial de ser de alto impacto para traspasar fronteras y llegar a mercados estratégicos.

Hoy la Alianza tiene un alcance de 216 millones de personas, con un PIB per cápita promedio de US $9,910 gracias a las economías más competitivas de la región, permitiendo a emprendedores alcanzar más rápido y de mejor manera nuevos mercados que hagan crecer de forma significativa sus negocios, obligándonos a pensar en grande. 

Más allá de un apoyo estratégico, esta iniciativa entrega un impulso táctico al concretar encuentros y reuniones de alto valor para quienes están entrando a un nuevo mercado y necesitan orientación específica. En un continente altamente ideologizado, la Alianza funciona con una visión de mediano y largo plazo basada en una integración real en distintos ámbitos. Esta sinergia es la que le otorga ventajas competitivas y barreras diferenciadoras frente a otros bloques o alianzas.

La relevancia de la Alianza del Pacífico no está sólo en la importancia del nuevo bloque económico que conforma y su potencial, sino en que está efectivamente funcionando. Su fuerza se hace cada día mas real y ahí radica la oportunidad para los emprendedores de alto impacto. 

Desde Endeavor impulsamos a los emprendedores para que piensen en grande, creen empresas globales y vean las posibilidades que existen en otros países para sus productos o servicios, labor alineada con la misión de la Alianza de incentivar negocios conjuntos, brindando oportunidades para la inversión extranjera y abriendo puentes para nuevas ideas e innovaciones.

En octubre pasado la Alianza aprobó por parte del BID un instrumento de cooperación técnica para activar varios proyectos, entre los que destacan el desarrollo de la Aceleradora de la Alianza del Pacífico, diseñada para el escalamiento regional y global de emprendimientos de alto impacto; el establecimiento del Premio a la Innovación para masificar este elemento que eleva la productividad de los países; la conformación de una red de mentores, y la integración regional de incubadoras para emprendedores dinámicos.

Al eliminar las barreras y trabas para internacionalizar un negocio, la Alianza del Pacífico está logrando que operar en Lima o Bogotá hoy tenga casi los mismos costos y logística que en Concepción o Antofagasta para un chileno.

Los emprendedores locales tienen hoy una oportunidad única de pensar e imaginar sus proyectos para un mercado de más de 200 millones de personas, y es ahí donde radica el potencial de alto impacto que no se puede desaprovechar, más aún cuando en América Latina, según el último Informe de Desarrollo Humano 2014 de las Naciones Unidas, todavía hay más de 167 millones de personas en situación de pobreza que necesitan que las economías locales vuelvan a ser pujantes, generen empleo y trabajen en alianza público - privado para alcanzar el anhelado desarrollo.