"Argentina, que está más avanzado que otros países en la explotación de shale, contiene cerca de 801 trillones de pies cúbicos de gas no convencional y 27 millones de barriles de reservas de petróleo del mismo tipo, técnicamente recuperables", aseguraron los analistas Bernhard Hartmann y Saji Sam, en un reciente informe publicado por la revista de negocios de la estadounidense Universidad de Harvard, donde explican los motivos de la permanencia de valores bajos para el petróleo a nivel internacional.

Los expertos señalaron que desde el comienzo de 2016, los precios del petróleo han oscilado entre u$s 27 y u$s 42 por barril, aproximadamente una cuarta parte del valor del crudo de 2008 cuando alcanzó un pico de u$s 145. 

"En realidad, nadie sabe lo que los precios del petróleo van a ser en el futuro, pero creemos que los países y las empresas deben prepararse para verlo flotar alrededor de u$s 50 por barril en lo inmediato", señalaron Hartmann y Sam, quienes subrayaron que "históricamente esto no sería sorprendente en absoluto. De hecho, los precios actuales del petróleo que consideramos tan bajos están en realidad cerca del promedio de los últimos 150 años: u$s 35".

Precisaron que "el 16 de febrero, los ministros de petróleo de Arabia Saudita, Rusia, Qatar y Venezuela acordaron detener su producción en un intento por impulsar los precios", y remarcaron que "este fue un movimiento característico, durante décadas".

Si bien indicaron que "en reacción a este parate en la producción, los precios del petróleo subieron 5%", pusieron de relieve que el valor "rápidamente cayó por debajo de u$s 30".

A criterio de estos analistas, "el entorno de actual baja del precio del petróleo no es una crisis que será seguida por un boom en un futuro próximo".

"En cambio, parece que hemos entrado en una nueva etapa de precios más bajos del petróleo que afectarán no sólo a los productores de petróleo y gas, sino también a todas las naciones, las empresas y las personas que dependen de él", destacaron Hartmann y Sam.

Afirmaron que "durante la última década, los productores de petróleo y gas no convencionales estadounidenses fueron pioneros en un nuevo modelo de negocio que se rompió el enfoque de los operadores tradicionales".

En ese sentido, puntualizaron que estos productores de shale "mejoraron su tecnología de perforación y fractura, y pudieron aumentar la producción en tan sólo seis meses, a una pequeña fracción de la inversión de capital requerida por sus competidores convencionales".

Remarcaron que "esto ha permitido a la industria del petróleo de Estados Unidos, en su conjunto, pasar a producir aproximadamente 4 millones más de barriles de crudo al día de lo que hizo en 2008, cerrando la brecha con la producción de Rusia y Arabia Saudita".

Además señalaron que "en enero de este año, los Estados Unidos levantaron la prohibición de exportar petróleo, y los envíos partieron hacia los mercados globales, buscando retornos superiores a los obtenidos en su mercado local".

Al mismo tiempo, los expertos remarcaron que "varios otros países, como China y Argentina están comenzando a desarrollar sus recursos de gas y petróleo no convencionales, mediante la adopción de la tecnología y modelo de negocio, así como la construcción de un ecosistema cadena de suministro de la inversión y que es compatible con este desarrollo".

"Sudáfrica, China y Argentina también se están preparando para intentar desarrollar sus reservas en un intento de independencia energética", concluyeron.

Martín Bidegaray

Después de haber obtenido tres aumentos en lo que va del año, las petroleras mantendrán los precios de los combustibles hasta agosto. Durante ese mes, aplicarán otro incremento (se calcula en 6%), según estiman en el sector. Las principales compañías entienden que hacia fin de año avanzarán en otra recomposición, aunque menor.

La postura del Gobierno fue avalar todos los aumentos durante el primer cuatrimestre, a la espera de una baja de la inflación en la segunda mitad. El litro de nafta súper en YPF pasó de $ 13,01 a $ 15,51, lo que representa un incremento de 19%. Es producto de la aplicación de tres subas de 6% cada una.

Para mantener la actividad de empresas y sus trabajadores, en el país rige un acuerdo particular. Los refinadores –que convierten el petróleo en combustibles- pagan hasta US$ 67 por el barril de crudo de máxima calidad (se lo llama Medanito y es neuquino) a los productores. El precio internacional del petróleo cerró el viernes a menos de US$ 40.

Como el valor del petróleo está fijado en dólares, los refinadores esgrimen que deben pagar más pesos como consecuencia de la devaluación del peso. En diciembre, cada barril de mayor calidad les costaba US$ 77. Como pagaban al tipo de cambio oficial ($ 9,70), se calcula que desembolsaban $ 747 cada vez que compraban. Ese mismo crudo ahora se consigue a US$ 66. A menos de $ 15 por dólar, eso representa cerca de $ 990.

En esos términos, el aumento que deberían recibir las petroleras para seguir manteniendo sus ingresos en pesos ronda el 30%. Ya obtuvieron un 19%. En agosto, llegará una nueva recomposición de 6% y, en diciembre, un ajuste de 4%, según lo conversado entre las compañías y el Gobierno.

 “Las pautas para 2016 son lograr un nuevo equilibrio que sostenga la producción en las provincias productoras para no perder el empleo y que al mismo tiempo tenga el menor impacto posible en el público consumidor”, definió el ministro de Energía, Juan José Aranguren, cuando se refirió al precio de los combustibles en el pasado.

El ministro expresó, en varias ocasiones, que preferiría que los precios locales de los combustibles estén “alineados” con los internacionales. Hoy, cargar el tanque en el país, es más caro que en la mayoría de los países de América.

Dentro de Cambiemos hay sectores que sugieren abrir las importaciones (con un crudo 30-40% más barato que el producción local) y trasladar ese beneficio a los consumidores. Del otro lado, pero también dentro del mismo Gobierno, los directores estatales de YPF encuentran una compañía muy endeudada en dólares, pero con ingresos en pesos. Para poder sostenerla, quieren mantener los aumentos para preservar su caja.

“Durante prácticamente una década merced a la aplicación de retenciones en la exportación muy similares a lo que ocurrió en el sector agro ganadero, tuvimos precios de los combustibles y del petróleo crudo que estaban por debajo de los precios internacionales. Eso fue un beneficio aparente a la población pero terminó redundando luego en una caída del nivel de reservas y de la producción que hizo que cada vez seamos más dependientes de la importación”, expresó Aranguren en sus primeros discursos dando a entender que el arrastre de las situaciones pasadas condiciona a las políticas actuales.