Incertidumbre viven los productores nacionales de clavos, mallas y alambres de acero, luego que la Comisión Antidistorsiones de Precios acogiera la solicitud de establecer una salvaguardia contra el alambrón extranjero del 37,8%, a petición de CAP Acero.
Recientemente la misma comisión ratificó la existencia de una sobretasa para el alambrón, sin embargo, esta medida no se extendió a otros productos de acero que usan ese insumo como materia base y que son importados, generando, dicen en la industria nacional, diferencias importantes de precios entre los clavos, mallas y alambres con origen chino y los que se elaboran en el país.
Por eso, en noviembre Inchalam -ligada a la familia Matetic- ingresó una solicitud de investigación ante la Comisión Antidistorsiones de Precios para la imposición de sobretasas a la cadena de valor del alambrón importado, es decir, los productos que se fabrican a partir de él.
De este modo, pidieron la aplicación de medidas provisionales y definitivas “que compensen por el alza de los costos ocasionados por la medida provisional de 37,8% al alambrón de acero, es decir, solicita tasas de 24,7% para clavos, de 23,8% para alambre, y de 15,6% para mallas de acero”, según el acta de la comisión.
En el documento aparece también que Inchalam informó sobre tres proyectos de inversión en curso “cuya materialización estaría comprometida debido a la medida de salvaguardia vigente para las importaciones de alambrón de acero”.
Mañana será un día clave en la solicitud de Inchalam y de todos los productores nacionales de bienes que tienen como insumo el alambrón. Esto porque la comisión fijó una audiencia pública en donde se escuchará a las partes, para luego decidir sobre la medida solicitada.
Sin embargo, las perspectivas son que las rechace. En el acta de la comisión del 31 de marzo se lee que “el efecto de la medida de salvaguardia vigente al alambrón de acero debe ser excluido del análisis de daño o amenaza”.
Es decir, la comisión no tendrá en cuenta el efecto de la salvaguardia impuesta al alambrón a petición de CAP, siendo que era uno de los principales argumentos de Inchalam.
Fuentes de la industria afectada comentan que el alambrón corresponde hasta el 70% de sus costos para la producción de clavos, mallas y alambres de acero, por lo que les sorprende la actitud de la autoridad de no considerar el efecto aguas abajo de la sobretasa impuesta.
Agrega que de no existir la medida al alambrón, las industrias que elaboran productos en base a éste podrían competir sin problemas. Sin embargo, en virtud de una medida administrativa, los nacionales quedarían fuera de mercado frente a las importaciones.
En el documento, Inchalam concuerda con la competencia desleal que produce el exceso de producción china de acero, pero señala que la mayoría de los países los ha enfrentado con salvaguardias generales a la cadena del acero y no solo a un producto en particular.
“El exceso de capacidad tiene efectos directos en toda la cadena productiva del acero, y en particular en la industria”, señala la presentación.
“No es de extrañar que a nivel internacional coexistan sobretasas arancelarias a toda la cadena productiva del acero, tanto a insumos como productos finales”, cierra Inchalam en sus argumentos presentados ante el organismo.
Una caída de 23% tuvo la importación en Chile de aceros laminados y sus derivados desde China, en enero y febrero de este año en comparación con igual periodo de 2015, según cifras de Alacero.
Las importaciones pasaron de 248 mil a 191 mil, no obstante, el país fue el que más recibió de este producto en la región, seguido de Perú, México, Colombia y Brasil.
En términos generales, durante los primeros dos meses del año, China exportó al mundo 17,4 millones de toneladas de acero. De ese volumen, 1,2 millones de toneladas llegaron a América Latina, una baja 35% en comparación al mismo período de 2015. Del mismo modo, el flujo hacia el mundo retrocedió solo 1%.
De acuerdo a estimaciones de Alacero, la región alcanza una participación de 6,9% en las exportaciones chinas de acero, una disminución de más de tres puntos porcentuales en 12 meses.
