DANIEL BOSQUE*
Como en todos los cambios de época. Nadie recordó ayer en Salta los ásperos debates entre el gobierno argentino y las empresas mineras. Mejor dicho, nadie nombró, por esas cosas de la neurolingüística, al hoy desaparecido de la escena Jorge Mayoral. Pero sí, funcionarios y empresarios repitieron una y otra vez sus coincidencias en torno a dos ejes.
Uno, lo que más une: el diagnóstico de que la década larga del kirchnerismo significó un rosario de oportunidades perdidas. Ver los discursos al pie de este comentario.
El otro, la necesidad de articular políticas para que vuelva o se agilice la inversión minera, lo cual incluye desde el arranque consolidar espacios parar promover la actividad. Por eso, el lamento de que "no puede ser que tengamos un péndulo tan largo", del gobernador Juan Manuel Urtubey, en alusión a los vaivenes políticos y a la disparidad entre provincias pro y anti minería.
El presidente del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA), Ricardo Martínez, fue gráfico: Argentina tiene más de un PBI en minería desperdiciada. Y los funcionarios de la secretaría de minería, con Daniel Meilán a la cabeza, recordaron que le ponen las fichas a su plan de 25 puntos que tiene como piedras angulares la consolidación del COFEMIN y un nuevo Acuerdo Federal Minero.
Interesantes debates en el comienzo de Argentina Mining 2016. Bastantes coincidencias en que tanto desde el Estado como desde el arco empresario hay muchísimo por hacer.
"El potencial de la minería argentina es enorme, pero estamos cansados de hablar del potencial" decían unos y otros. Un lamento entendible pero al que le cabe un consuelo: hay países que ni siquiera pueden hablar de eso porque no tienen los generosos recursos que Dios le regaló a la Argentina.
La jornada de debates se cerró con una interesante catarsis en la reunión ampliada de GEMERA. Donde se escucharon cosas interesantes. Y algunas novedosas, como por ejemplo qué hacer frente a la especulación inmobiliaria minera, de tanto proyecto inmóvil, pisado por los inversores que pagan cánones y no mueven una piedra.
Además del eterno tema de la comunicación y la relación con la sociedad. Como corresponde desde hace tiempo cada vez que los mineros se juntan.
Hoy, como país y como sector, estamos frente a una gran oportunidad. El país necesita un cambio en la matriz productiva y la minería es un eje fundamental en este proceso.
Eventos como este son fundamentales en la construcción de una nueva minería, acorde a los desafíos que hoy nos plantean el país y sus ciudadanos. Una minería transparente, que cuida del medio ambiente y de sus trabajadores, y que respeta a las comunidades con las cuales convive. Generar una industria capaz de cumplir con estas expectativas es el objetivo primordial de nuestra Cámara.
Algunos de ustedes recordarán que recientemente presentamos el Desafío CAEM 20/21, el cual plantea que entre 2016 y 2021 nuestro sector puede generar 20.000 millones de dólares en inversiones. Y que a nivel empleo buscará crear unas 40.000 vacantes laborales, que se sumarían a los 90.000 puestos que actualmente genera la industria entre empleos directos e indirectos. Así, la minería se transformaría en fuente de ingresos para 130.000 hogares, gran parte de ellos en zonas con escasas alternativas laborales, especialmente aquí en el Noroeste, en Cuyo y en la Patagonia.
Hoy, con orgullo, encontramos que ya hay numerosos proyectos en etapa de evaluación y algunos anuncios que muestran el interés inversor en esta nueva etapa de la Argentina. Observamos que a partir de una sólida y respetuosa relación entre las empresas, las autoridades nacionales y los representantes provinciales estamos logrando avances para consolidar una minería nacional sustentable, prolífica y de calidad.
También podemos destacar el interés de muchos gobiernos provinciales por acercase a nuestra industria y conocer sus oportunidades productivas. En este sentido, podemos subrayar como ejemplo la apertura al diálogo que se consiguió en la provincia de Mendoza. Confiamos en que las tratativas llegarán a buen puerto, en beneficio de todos los mendocinos.
La minería puede ser parte del futuro de los argentinos y estamos convencidos de que ayudara a generar progreso y bienestar. Por ejemplo, los recientemente anunciados proyectos de infraestructura vial y el Plan Belgrano de recuperación del ferrocarril evidencian la importancia de los insumos que genera la minería.
Desde la Cámara colaboramos con la concreción de dichos proyectos al asumir la responsabilidad de compilar la información del sector de la piedra y acercársela al estado. Partimos de un análisis para calcular la demanda y realizamos un relevamiento a fin de dimensionar la capacidad de producción local de balasto, insumo fundamental para las obras. La principal conclusión a la que llegamos es que la minería no metalífera de las zonas centro y norte del país cuenta con suficiente capacidad productiva para atender las necesidades de dichos proyectos de forma eficiente. Y al trabajarse con proveedores locales se logra una logística más conveniente y se propicia además la creación de empleo en las regiones, potenciando especialmente a las Pymes.
Con gran satisfacción, queremos contarles que la industria minera no metalífera proporcionará los 40 millones de toneladas de piedra necesaria para que los argentinos puedan acceder a 1.500 kilómetros de vías de ferrocarril rehabilitadas y a casi 20.000 kilómetros de caminos seguros. Este es uno de los aportes de los mineros para la revitalización de las economías regionales.
Como verán, empezamos hablando de inversiones monetarias y de minerales, y terminamos hablando de rutas más seguras, de hacer crecer comunidades, de generar empleo… Hablamos de estas cuestiones porque en definitiva la minería no se trata de piedras o metales. Se trata de personas. De nosotros, de la gran familia minera que aporta su esfuerzo para que todos vivamos en un país mejor.
Es un placer para mi haber sido invitado a compartir con todos ustedes la inauguración de este importante evento Argentina Mining 2016 y el XI Congreso Argentino de Geología Económica, en esta hermosa ciudad de Salta. Esta provincia que alberga una importante riqueza minera, nos muestra un presente y un futuro en el cual el desarrollo minero tendrá un rol significativo en la generación de riqueza y de oportunidades para todos los salteños y los habitantes del NOA.
Salta ha visto en estos últimos tiempos cómo se están desarrollando proyectos, que desde hace años esperaban la posibilidad de concretarse y con ello se ha hecho realidad la esperanza y el sueño de los habitantes de esta provincia. Esto es y serán: nuevos puestos de trabajo, salarios, desarrollo de infraestructura, avance de nuevas actividades productivas, crecimiento de otras ya existentes, siempre en el marco del respeto y cuidado absoluto del ambiente y procurando optimizar los beneficios de las comunidades. En resumen: un futuro mejor para todos, en el cual la minería será un actor fundamental.
Estamos verdaderamente convencidos de este rol fundamental de la minería para el desarrollo de un país más justo, más federal y más igualitario. Nuestra convicción tiene su raíz en los ejes de la gestión señalados por el Presidente: queremos desarrollar la minería para combatir la pobreza, sin desunir a los argentinos.
Estas convicciones atraviesan toda nuestra gestión: desde las medidas adoptadas ya, las que estamos trabajando todavía, y hasta la decisión fundacional de darle a la minería rango ministerial. Nuestro mayor y más preciado desafío es el diseño, elaboración e instrumentación de una política de estado que marque el camino de una minería para el desarrollo sustentable; y que sea producto del trabajo mancomunado con todas las autoridades mineras provinciales.
Por eso hemos revitalizado un valioso organismo, que es el Consejo Federal de Minería – COFEMIN. Ninguna política minera será sustentable si no es producto del trabajo cotidiano entre cada uno de los actores que conforman el mundo minero, y menos aún sin la presencia permanente de las provincias representadas por las autoridades mineras y los organismos, instituciones y organizaciones privadas y públicas que encarnan los intereses o preocupaciones de los ciudadanos, sumado a los gremios mineros y a las cámaras empresarias y de proveedores.
Es claro que, en la primera etapa de nuestro Gobierno, debimos concentrarnos en la adecuación de las políticas macroeconómicas y sectoriales que estaban vigentes y que provocaron fuertes restricciones para atraer capitales, aislando a nuestro país del resto del mundo, lo que generó una fuerte desinversión externa en el país y en particular en nuestro sector. La inflación, el cepo cambiario, la distorsión de precios relativos, las dificultades para importar insumos básicos para la actividad productiva, la prohibición de enviar dividendos a las casas matrices, entre otras, fueron medidas que condicionaron seriamente el desarrollo de la minería.
A estas últimas se sumaban, en lo sectorial: una política Minera Centralizada con ausencia absoluta de las prácticas y el respeto que implica el Federalismo, esto es: aunar esfuerzos, consensos, acuerdos, colaboración, etc, lo que provocó que en algunas provincias (7), se establecieran restricciones legales que en la práctica IMPIDEN el desarrollo de la actividad en sus distintas etapas. Asimismo, se vulneraron reglas de juego y ello causó una gran desconfianza en los actores involucrados. Se autorizó a un grupo de intermediarios privados para que regularan el ingreso de los bienes de capital a través de la Ley de Inversiones Mineras, generando un esquema teñido de prácticas carentes de transparencia.
Finalmente, la falta de diálogo entre la Nación y las Provincias, y asimismo la falta de interacción adecuada con las instituciones medioambientales, debilitó la acción del Estado, en sus distintas esferas, principalmente en las tareas de control de gestión, tanto administrativas, como en las auditorías mineroambientales. Estas políticas y acciones desacertadas provocaron en nuestro sector una sensible disminución de la inversión minera y una creciente desconfianza de la ciudadanía hacia nuestra actividad.
Así, la pérdida de CONFIANZA de los potenciales inversores externos, como también de nuestros ciudadanos, complicaron un escenario de desarrollo de la minería en el mediano y largo plazo. Es que cuando se vulneran las leyes, los costos no solo son económicos sino también morales y éticos, no puede ni deben atropellarse los derechos y menos aún, puede hacerlo el Estado. La gran oportunidad que tuvo la Argentina, de consolidar su minería como una actividad productiva para el desarrollo del Noroeste, el Nuevo Cuyo y la Patagonia Argentina, en el mayor y más importante ciclo de alzas de precios de los commodities, fue imperdonablemente desaprovechada por las políticas públicas enumeradas.
Así entonces, nos encontramos con un escenario de franca disminución de la actividad minera en el cual programas de exploración minera y proyectos ya factibilizados y con posibilidades de ser desarrollados, fueron suspendidos, algunos de ellos en plena construcción: Potasio Río Colorado, San Jorge, Navidad, Pachón, Cerro Solo, Pascua-Lama, entre otros. Todo ello con el impacto negativo sobre las economías locales y provinciales que esto implica, desempleo, caída de las ventas, proveedores con importantes dificultades, cuando era posible generar actividad minera. En síntesis: RECESION.
La salida del cepo cambiario, la reapertura del crédito internacional, la apertura de las importaciones de bienes de capital, permitir la repatriación de dividendos, la promoción e instrumentación del uso de energías renovables, especialmente en la actividad minera, la implementación del Plan Belgrano, para mejoramiento de la competitividad del transporte ferroviario, rutas, energía, especialmente para el Norte y Centro de la Argentina, son algunas de las medidas macroeconómicas iniciales que buscó sortear el escenario desfavorable en que hoy nos encontramos. Es necesario recuperar y fortalecer la confianza de la sociedad y crear permanentes mecanismos de participación de todos los actores, generando las condiciones económicas, ambientales y sociales que permitan el desarrollo sostenible de la minería.
Como eje rector de todo nuestro abordaje, atravesando la totalidad de las áreas de gestión mencionadas, están el respeto a la ley, y la promoción de la transparencia a través de tramitaciones claras y sin intermediarios. Así entonces, tal como mencionara al inicio de mi discurso, llevamos adelante:
• La aplicación de una Política Minera Federal, tal como fue concebida, a partir de la interacción con las provincias, en el ámbito del COFEMIN. Nos hemos reunido, nos hemos organizado, hemos avanzado en un dialogo serio y constructivo. Esto no solo es una expresión de deseo. Es el eje de nuestra política, sin el trabajo de todos es y será imposible desarrollar nuestro sector de una manera responsable y sustentable.
• Estamos llevando a cabo la reapertura del Acuerdo Federal Minero para su adecuación al nuevo escenario nacional e internacional, siendo la principal herramienta que garantice el respeto, la transparencia y por ende la generación de confianza a todos los integrantes del sector, Estado (nación/provincias/municipios), ciudadanos, trabajadores (sindicatos) y empresas.
• Asimismo se ha trabajado y se sigue trabajando mucho para lograr un consenso y un trabajo en equipo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el que ha sido ya presentado ante Jefatura de Gabinete.
• Se ha logrado enderezar y mejorar la gestión del programa GEAMIN, tanto en términos administrativos como de relaciones con las provincias y las comunidades. • Se está trabajando coordinadamente con el Ministerio de Producción y con CAEM para incentivar el desarrollo de industria local en torno a la minería, de forma competitiva y transparente.
• Se trabaja en mesas inter-ministeriales (por ejemplo, con Transporte y Educación) para que la minería tenga el lugar que merece en la definición de políticas de estado o en la planificación de grandes obras.
• A las medidas adoptadas sumamos lineamientos y acuerdos de trabajo, que potencian Nacional e Internacionalmente al Servicio Geológico Minero de la Argentina, coordinando la acción operativa en todo el territorio, con las provincias argentinas.
• Diseñamos y estamos ejecutando 25 Programas de trabajo que involucran distintas temáticas que van, desde la generación de información primaria de la actividad minera (estamos lanzando una encuesta nacional semestral del sector minero y el censo minero para recuperar las estadísticas perdidas a lo largo de estos últimos años). Sin datos ciertos y sin transparencia es difícil conocer y describir la realidad. Las cifras descubren el escenario donde nos encontramos y nos permiten proyectar, diseñar o modificar medidas y acciones. Sin ellas, el desconocimiento de lo que sucede es absoluto. Pero esto es sólo el inicio, ya que pretendemos replicar el Sistema Único de Información Minera, para luego, junto al sector de petróleo y gas, adherir como país al Estándar Internacional de Transparencia en las Industrias Extractivas.
Estos 25 programas incluyen también las temáticas ambiental, social, económica y geológica, en las que la participación de los geólogos economistas es de vital importancia Asimismo, los programas fueron consensuados y son llevados a cabo entre la Nación y las provincias, pero también se articuló con la nueva CAEM, que ha cumplido con el indispensable y enorme desafío de federalizarse y reunir en una sola representación a todos los actores del sector privado minero.
De esta forma, la CAEM está conformando un equipo de profesionales técnicos idóneos, para interactuar con la Secretaría en el desarrollo de acciones y políticas públicas transparentes y competitivas. Esta coordinación se extendió también a la interacción con el sector gremial, y todo este esfuerzo creemos que fortalecerá el apoyo público al desarrollo de la minería, tanto de las pequeñas y medianas empresas Nacionales como de la inversión Internacional. Sumado a las acciones mencionadas, el ordenamiento y fortalecimiento institucional fueron las primeras acciones que debimos priorizar, ya que el estado de las mismas era deficiente, en todo sentido, en cuanto a lo edilicio, equipamiento y fundamentalmente al abandono y ausencia de políticas de recursos humanos, y de información organizada y actualizada.
Al escenario interno descripto y a las dificultades que esto provocó para el desarrollo del sector en nuestro país y a todas las medidas que hemos puesto en marcha, hay que sumarle la mirada sobre el escenario internacional del sector, que condiciona nuestros resultados e implica un desafío mayor a nuestra tarea de cambio y concreción de objetivos.
Es por todos conocido, que la minería a nivel mundial está enfrentando una crisis caracterizada por: 1- Disminución de los precios en los commodities.
2- Disminución de la inversión exploratoria.
3- Influencia y dependencia de la Economía China.
4- Fuerte endeudamiento de las principales empresas seniors globales.
5- Escenario crítico del mercado energético (selección de energías renovables)
6- Demanda de transparencia social, ambiental y comunitaria
7- Posturas radicalizadas de grupos antimineros. Esta situación global ha provocado que el capital extranjero priorice y se oriente a la selección de proyectos de escalas más reducidas y muy competitivos, en ambientes previsibles.
A pesar de esta realidad, las medidas enumeradas tanto en lo macroeconómico, como en lo sectorial, tomadas en la Argentina, fueron muy bien recibidas en el exterior, hecho que pude comprobar personalmente en las distintas reuniones mineras en que me tocó participar, tanto en Chile, en Canadá, en Corea, en Japón, como en Australia.
Un importante número de empresas de estos países (más de 20), están actualmente visitándonos, en particular las dedicadas a exploración y explotación de litio, las que en muchos casos, han cerrado negocios con productores locales o celebrado joint-ventures con otras empresas extranjeras. Como hechos de relevancia que nos permiten ser optimistas podemos enumerar:
1- Incremento de la vida útil de yacimientos próximos al cierre, como, Minera Alumbrera, Minera Pirquitas y Manantial Espejo, gracias a la derogación de las retenciones a las exportaciones.
2- Por esta misma acción, mejoras económicas de 120 PYMES exportadoras.
3- Instalación reciente en la Puna Argentina de dos de las tres empresas más importantes del mundo de litio de Salar: Soquimich y Albemarle. Sumándose a FMC, que opera desde 1994 FMC, y además de otras importantes productoras de China, Australia, Francia, Corea y Canadá, que han manifestado su interés.
4- Inversión de Minera Fortuna (Perú) para la puesta en marcha del proyecto minero de oro Lindero, localizado en la provincia de Salta.
5- Decisión de First Quantum sobre el inicio de tareas del proyecto Taca-Taca, a fines del año 2017 o principios del 2018, provincia de Salta.
6- Puesta en producción del Proyecto Salar de Rincón, por Enirgi Group, en la provincia de Salta.
7- Compra del yacimiento Casposo por parte de Austral Gold, reingeniería y continuación de la exploración y explotación minera, provincia de San Juan.
7- Retorno de la Compañía Vale a la Argentina y reingeniería, así como reinicio de relaciones institucionales con distintos niveles de gobierno, para buscar alternativas que permitan reiniciar su proyecto POTASIO RIO COLORADO.
8- Inversión del Grupo Calidra (mexicano), en cal, de la Empresa Cefas, provincia de San Juan.
9- Inversión de Loma Negra en Frias, provincia de Catamarca.
10-Éxito en la licitación pública del proyecto de Oro Andacollo, de exploración con opción a explotación, en la provincia del Neuquén. (Empresa minera australiana-chilena accede a licitación).
11- Anuncio de la realización, en el año 2018, de la factibilidad de explotación de LAMA en la provincia de San Juan.
12- Anuncio de inversión, por 400 millones de dólares, para construir el Proyecto Cerro Moro en la provincia de Santa Cruz. Estos hechos auspiciosos nos permiten ser optimistas, pero esto recién comienza.
Será necesario que cada uno de nosotros aporte lo mejor, participando activamente a través de las instituciones que nos representan, para instalar una política minera de estado transparente y direccionada al desarrollo sustentable, que incluya a todos los actores y que permita superar las restricciones externas e internas, para que la actividad minera, vincule a todas las industrias de este país, pueda desarrollarse aportando oportunidades y contribuyendo cada vez más a la generación de riqueza y bienestar, permitiendo que nuestro país pueda integrarse regionalmente de una manera más equilibrada y en beneficio de nuestra gente.
Muchas gracias.
No hay vuelta atrás luego de una flecha lanzada, la palabra dada, una oportunidad perdida.
En minería perdimos la oportunidad de aprovechar el ciclo más extraordinario de la historia en el precio que tuvieron el Oro, la Plata, el Cobre y el resto de los metales.
Mientras en Chile, Perú y en el mundo, se hundían capitales por decenas de MM de U$S en construcciones y arrancaban nuevas producciones, acá no pudimos concretar ninguna de clase mundial, soñábamos y “dibujábamos estadísticas” a fuerza de proyectar y repetir nuestra conocida potencialidad.
Durante ese tiempo excepcional, se prohibía la minería metalífera en 7 provincias.
Se suspendían dos grandes proyectos, el de Mendoza y el de San Juan. Nos abandonaban los capitales de exploración, descendiendo por debajo de Colombia en el ranking anual de montos y destinos.
A pesar de la realidad, el relato no aflojaba. El aplauso pusilánime tampoco.
Destrucción – Construcción
Quién deteriora una casa, descuida una plantación, abandona una fábrica; deberá pagar un precio para que la casa vuelva a su estado anterior, la plantación se recupere, la fábrica retome su producción. Pagará también con tiempo, la vuelta a la normalidad.
En Minería embestimos LA CONFIANZA que trabajosamente se había logrado, producto de sancionar acertadamente una buena ley.
Las notas 130/2007 de la Secretaria de Minería y 288/07 de la Secretaria de Comercio Interior remitidas a la aduana, informándole que todas las exportaciones de concentrados debían tributar un 10% en carácter de retenciones y un 5% el metal doré, sin importar las disposiciones de la ley 24.196; no resultó gratis, siguen haciéndonos daño.
Recuperar la confianza, es la primer tarea
Ni el mundo ni nosotros nos suicidaremos en masa. Lo que hicimos mal debe servirnos en nuestros planteos para que argentina deje de perder oportunidades. Cada vez más la civilización humana dependerá de los minerales, y nosotros los tenemos.
Queremos ser un país que no sólo produce alimentos, sino también minerales. Somos soja, trigo, maíz, carne, leche; pero también debemos ser cobre, oro, plata, litio, uranio, molibdeno, tierras raras.
La Pampa Húmeda alcanzó un desarrollo de excelencia, al gobierno, en este caso, sólo le resta acompañar. La otra mitad de Argentina es minería, y puede darnos tanto en empleo, ingresos, desarrollos sociales y tecnológicos como aquella.
Nos cuesta arrancar, sufrimos un duro golpe en el 2007. Hoy el Presidente de la Nación rectificó el rumbo y sin cepos, con un solo tipo de cambio, sin regulaciones que en la práctica impedían remesar utilidades, sin insulsas retenciones, sin mesas de autorización: llegó el tiempo de retomar un camino que no debemos nunca más, abandonar.
Recuperar la confianza significa “Convertir a la Industria Minera en Política de Estado"
Esta frase no sólo importa un deseo. El resultado de nuestras acciones marcarán un logro histórico, o un nuevo fracaso general de los tantos que tuvimos desde el 7 de mayo de 1813 hasta nuestros días.
Primer brochazo grueso
La política debe reconocer que será imposible alcanzar Justicia Social en las provincias cordilleranas, prohibiendo el aprovechamiento de su principal riqueza.
Los empresarios entender que ante una mala política no hay salvaciones particulares. Que el silencio es cómplice cuando desde el Poder, los caprichos atropellan la razón.
Los trabajadores en la comprensión de que a veces, ir más lejos, atenta también con el trabajo que en argentina todos merecemos tener.
Política de Estado
Medidas macro económicas normales no son un reclamo sólo del sector minero, sino de toda actividad económica.
La ley 24.196 debe ser cuidada, la invariabilidad tributaria nacional, provincial y municipal es la llave que conduce a las inversiones que tanto necesitamos.
Toda modificación que se proponga debe contar con amplios apoyos, territorial vía el CoFeMin y multi-sectorial, y el objetivo, siempre, mejorar la competitividad.
Perú acaba de bajar al 28% su impuesto a la renta y al 26% lo hará en el 2018.
Chile otorgó un préstamo de 0,30 U$S/lb de cobre, hasta tanto el precio se recupere. Conocen de sobra lo que representa una mina, el inter-relacionamiento económico que genera, ya que lejos de desplazar otras actividades económicas, la Industria Minera las demanda.
Una ley de regalías móviles que acompañe el ciclo de precio de los commodities, similar a las que rigen en Chile, Perú y México, se inscribe en ese objetivo.
El Congreso de la Nación no es sólo un símbolo de la Democracia, es un lugar de trabajo en el que todos debemos estar; funcionarios, trabajadores mineros y empresarios del sector, desde lo que cada uno representa. Hay que explicarles a los Bloques parlamentarios las características que destacan a nuestra Industria, declarada de Utilidad Pública en nuestra legislación.
Esta tarea es impostergable en un país con escasa cultura minera. Advertirles a los líderes políticos una y mil veces, que no existirá en cientos de pueblos de argentina Sustentabilidad Humana sin Industria Minera.
Sólo basta con mirar nuestro país fronteras adentro, para entender que debemos dejar de mentirnos. Tenemos que decirnos la Verdad, aunque duela, moleste e incomode nuestra conciencia. Es la única forma para combatir la pobreza que miles de familias padecen. No hay derechos al perjuicio de los satisfechos, a matar la esperanza de los humildes, a engañar con el discurso insistiendo con actividades que aunque deseadas, promovidas y subsidiadas hasta el cansancio: hace mucho tiempo que se agotaron como fuentes de Sustentabilidad en pueblos y bastas regiones que también son Argentina.
Reinserción: ¿Cómo nos ven desde afuera?
Las medidas macroeconómica que muchos de nosotros reclamábamos, se pusieron en marcha casi de inmediato. Desde la Secretaría de Minería insistimos en que se dejaran sin efecto las retenciones, y terminamos con la discrecionalidad que representaba la mesa de homologación y con el absurdo de pretender que los concentrados minerales se exportaran con buques de bandera nacional, cuando dichos buques no existen en nuestro país.
Volver al sentido común generó expectativas en inversores y empresas mineras de todo el mundo. Canadá, Japón, EEUU, Corea, Australia, Sudáfrica, Rusia, China; son algunos de los países que semanalmente nos lo hacen saber.
También es cierto que nos preguntan por las continuidades, y ahí es donde debemos trabajar, y mucho, para lograr tener una Política de Estado.
Quedamos sin una respuesta convincente, cuando nos preguntan el ¿por qué? en algunas provincias no se puede hacer minería.
El Desafío de CAEM debe ser nuestro Propio Desafío – U$S 20MM de Inversión al año 2021
Las medidas del presidente Mauricio Macri están logrando que los Inversores nos dejen de dar la espalda.
Lograron que todas las minas aumentaran sus reservas. Esto alargó en el tiempo las producciones, consolidó miles de puestos de trabajos, aprovecha todo el recurso mineral, demanda muchos más bienes y servicios, los gobiernos siguen cobrando impuestos y regalías.
Las tres minas que están en proceso de cierre (Alumbrera, Manantial Espejo y Pirquitas) y las dos que gracias a las decisiones adoptadas continúan con sus producciones (Sierra Grande y Casposo).
