Florencio Aceñolaza fue director de YMAD en representación de la UNT entre 2010 y 2014, y uno de los que más criticó la decisión tomada por el ex rector, Juan Cerisola, de renunciar a la mitad de las utilidades que le correspondían a la UNT. Según sus cálculos, la universidad resignó unos $500 millones después de 2008.
“Yo permanentemente cada cinco o seis meses hacía un informe al Consejo Superior que expresaba lo que estaba viendo”, mencionó. según dijo, los balances de YMAD pasaban por dos auditorías que no tenían vínculo directo con la empresa. Eso iba al directorio y luego pasaba a conocimiento del Consejo Superior. “Mientras yo estuve nunca hubo observaciones”, aclaró. Según Aceñolaza lo que hoy está en manos de la Justicia Federal está relacionado con las facultades propias del presidente del directorio. “Manuel Benítez tenía a su cargo la conducción administrativa porque era el presidente de una empresa interestadual de gestión privada”, justificó.
Entre 2010 y 2014, expresó Aceñolaza, su función era ver que las utilidades se repartieran bien. Se confeccionaba un cheque que luego los directores entregaban a las autoridades universitarias. “En la misma ley de YMAD dice que el presidente, el contador y el tesorero son los que determinan qué es lo que se va a comprar”, agregó. Por lo tanto, insiste, no era facultad del directorio. “Lo que llegaba al directorio era el balance auditado, allí se los aprobaba”, dijo Aceñolaza.
Según Aceñolaza no tendría problemas en colaborar con la Justicia federal si así se lo piden. “Los directores de YMAD teníamos que informar a nuestros mandantes. La ley dice que la UNT podía poner fiscalizadores o síndicos y nunca los puso. Ellos podrían haber actuado como parte en la Sindicatura”, expresó el ex director de YMAD. El informe interno que elaboraron los actuales directores para presentar ante las autoridades universitarias, señala que YMAD debía ser auditado por la Sindicatura General de la Nación (Sigen), “sin embargo las últimas auditorías sobre compras y ventas fueron realizadas en 2010”. Se consigna, además, que no hay razones claras por las que la Sigen dejó de participar en reuniones de directorio.
