El Ejecutivo entregó detalles sobre las medidas contenidas en la Ley, que debería ser ingresada al Congreso a más tardar durante este mes. Mientras, desde el mundo indígena le restaron validez al encuentro, parlamentarios por la zona hablaron de la debilidad del proyecto.
A las 18:00 horas de este lunes se inició una reunión entre los parlamentarios de La Araucanía y el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, donde se les dio a conocer el borrador sobre el Plan Especial para esa región, anunciado en junio pasado por la presidenta Michelle Bachelet.
El encuentro se concretó después de varios aplazamientos del Ejecutivo, en particular, por su solicitud de realizarlo en La Moneda. Sólo seis de los catorce parlamentarios, entre diputados y senadores, asistieron a esta cita. Para algunos esta sería una actitud reiterada y solo demostraría que el interés se “diluye” a pocos meses de finalizar el actual Gobierno.
En concreto, el Gobierno se comprometió a ingresar la Ley Araucanía antes del 31 agosto. Un plazo que ya se había anunciado cuando la Mandataria presentó el documento. Con esto, los parlamentarios comenzaron la cuenta regresiva para ver si llegada esa fecha, el Ejecutivo logró mejorar los elementos que fueron calificados derechamente de pobres por los representantes regionales.
Los parlamentarios han señalado que uno de los principales obstáculos de este Plan pasaría por la aprobación del Ministerio de Hacienda por la inversión que requiere, la que en un primer momento había sido cifrada en un gasto fiscal de 881 mil millones de pesos para el periodo 2017- 2021.
Al respecto, el diputado del PPD Joaquín Tuma dijo que Hacienda ha puesto “cortapisas” para implementar la iniciativa tal como él lo habría esperado. El llamado del parlamentario es a ” abrir un poco más la mano”, para lograr convencer a la contraparte.
Este lunes por la tarde se conocieron los seis capítulos que contendría esta legislación y, en particular, se analizó el último sobre los incentivos tributarios para los emprendedores que quieran instalarse en la región, sobre todo en las comunas más pobres. Tuma enfatizó que “favorecer a los emprendedores con créditos blandos funciona para un grupo, pero para pequeños agricultores, comunidades rurales e indígenas o pescadores artesanales no sirve”.
Lo anterior porque, en su opinión, se trataría de “una propuesta elaborada por tecnócratas en Santiago que nunca han conocido ninguna comuna de la región”.
“Este era un compromiso de la Presidenta que después se lo pasa al Ministro del Interior, Mario Fernández, y él se lo pasa al subsecretario Aleuy. Aquí no hay un contexto de macropolítica sino que solo se contiene bajo una lógica de la violencia”, señaló.
Mientras, el diputado de la Democracia Cristiana por la región, Mario Venegas, dijo que dentro de sus expectativas estaba conocer antecedentes más concretos del Plan aunque, a su juicio, ya sería un avance el iniciar una tramitación especial para la zona.
Reconoció que se trataría de una normativa acotada porque se pensó desde un enfoque económico-productivo, lo no vendría a solucionar todos los conflictos que se registran en la región.
El lonko Víctor Queipul de la comunidad autónoma de Temucuicui restó validez a cualquier encuentro de autoridades que ellos no legitiman porque nunca se han querido iniciar un diálogo serio.
“Nosotros en ningún momento hemos hablado ni queremos hablar con los parlamentarios porque no nos representan. Menos a esas personas que participaron de la mesa de diálogo por ese Plan Araucanía. Por lo tanto, si ellos se siguen reuniendo, para nosotros no tiene ningún sentido”.
El intercambio se da a pocas semanas del cambio de intendente en La Araucanía, donde asumió la socialista Nora Barrientos, quien durante sus primeros días en el cargo aclaró que parte de sus objetivos es dejar implementado el Plan Araucanía, en lo que resta del actual Gobierno.
El objetivo responde a las actividades que desempeñaba previo de asumir como máxima autoridad regional. Barrientos había sido designada gerenta del plan de Reconocimiento y Desarrollo de La Araucanía, es decir, el paquete de medidas que integra tres ámbitos de acción: reconocimiento de los pueblos indígenas, desarrollo productivo y apoyo a las víctimas de violencia
