La central obrera ratificó la alianza política con los bloques de Pichetto y Bossio. Daer, Schmid y Acuña concurrieron al Senado para avalar el reordenamiento del PJ sin Cristina que impulsan los gobernadores junto con los legisladores críticos de la ex presidenta.

El triunvirato que conduce la CGT se reunió en el Senado con el presidente del bloque FpV-PJ de la Cámara Alta, Miguel Pichetto, y el del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados, Diego Bossio, en un nuevo paso hacia la reconstrucción del peronismo sin la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

A la salida del encuentro, Héctor Daer calificó al bloque de senadores liderado por Pichetto como "una de las instancias fundamentales que tiene el peronismo para la reconstrucción" partidaria y "ratificó la alianza en términos políticos" de la central obrera con ese sector parlamentario.

El reconocimiento de los sindicalistas de los bloques liderados por Pichetto y Bossio como sus representantes está vinculado tanto con los intentos de frenar las reformas laborales y previsionales que analiza el Gobierno cuanto con la reorganización del peronismo después de las elecciones.

En ese marco, deben ser incluidas también recientes reuniones de Pichetto con intendentes bonaerenses y gobernadores en sus oficinas del segundo piso del Senado.

Daer concurrió flanqueado por Juan Schmid y Oscar Acuña. Los recibieron el gobernador de la Rioja, Sergio Casas, y el jefe político de esa provincia, el diputado Luis Beder Herrera. Además de los senadores Daniel Lovera, Rodolfo Urtubey, Dalmacio Mera, José Ojeda, Marina Riofrío y Juan Abal Medina. Por la representación sindical, estuvieron presentes José Luis Lingeri, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez y Francisco Gutiérrez.

Respecto de la legislación laboral, Daer y Schmid pusieron límites a cualquier reforma. No aceptarán la eliminación de la ultraactividad ni ninguna negociación que reduzca las condiciones de los convenios colectivos vigentes, ni una alteración de los sistemas de seguridad social. También consideraron inmodificable el modelo sindical argentino. Los sindicalistas se llevaron el compromiso de los senadores de defender esa postura.

En la faz política, Daer adelantó que, después del 22, los gobernadores peronistas concurrirán "en bloque" a la CGT para analizar el futuro partidario y se quejó de la "dispersión" de la representación peronista en la Cámara de Diputados. "Queremos un debate profundo para reconciliarnos con la sociedad" y convertir nuevamente al peronismo en una alternativa creíble, aseguró.

En igual sentido, Pichetto señaló que, "en Diputados, el PJ debe tener un bloque con identidad peronista y que trabaje en sintonía con el Senado". Días atrás había anticipado que Fernández de Kirchner no debería integrar el bloque peronista del Senado porque concurrió a las elecciones con Unidad Ciudadana, frente que excluyó al PJ. La idea que prevalece es la de hacer después del 10 de diciembre dos bloques parlamentarios del PJ: uno, liderado por Pichetto; y el otro, por Bossio, que integre a los peronistas.

Sin embargo consideró que "la historia no va a juzgar a Cristina por su peinado, su look, sus bolsos de Louis Vuitton, sino que va a ser una mirada más serena".

El intelectual K y ex director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, opinó hoy que el gobierno de Mauricio Macri "no se inscribe necesariamente en la tradición liberal" y tiene "una fuerte aceptación popular".

"Es un tipo de populismo que incorpora vetas del peronismo. El macrismo es un movimiento político con mucha capacidad de absorción entre radicales y conservadores, peronistas y antiperonistas. Es un rejunte. Son empresarios que comienzan a hacer política y con mucha habilidad. Nos sorprendió", admitió en una entrevista publicada por el diario El País, de España.

González admitió que el de Macri "no es un gobierno que se pueda definir con precisión" y que "no se inscribe necesariamente en la tradición liberal".

"Con la expresión neoliberal nos acercamos bastante, pero faltaría explicar fenómenos colindantes, como la fuerte aceptación popular que tiene. La pareja de opuestos populismo-liberalismo quería decir algo en años pasados, ahora eso cambió", añadió.

El escritor reconoció que uno de los temas que llevó a la derrota del kirchnerismo, en 2015, fue "la corrupción", aunque aclaró que "se debe poner un nombre que reconozca las distintas escalas de la corrupción".

"Así como se está usando es un campo teológico, supone que cualquier persona del anterior gobierno puede ser catalogada en ese rubro satánico estigmatizador que es la corrupción", subrayó.

No obstante, aseguró que "lo que caracteriza a este gobierno, que es el blanqueo, las empresas en Panamá, la fuga de capitales, está en la ilegalidad pero no tiene imágenes".

Y consideró que "el juicio histórico del kirchnerismo va a ser mucho mejor que el del macrismo, que endeuda a 100 años a la Argentina".

"La historia no va a juzgar a Cristina (Kirchner) por su peinado, su look, sus bolsos de Louis Vuitton, sino que va a ser una mirada más serena. Y a (Mauricio) Macri se le va a juzgar por una política económica muy destructiva de los cimientos del país", añadió.