Las mineras planean gastar casi US$8.000 millones en la búsqueda de nuevos depósitos en 2017, lo que significa 14% más que el año pasado, según un informe publicado el martes por S&P Global Market Intelligence. Las pequeñas mineras fueron las más afectadas durante el bajón y ahora están regresando con fuerza, dijo S&P.

“El sector minero ha mejorado gradualmente en atractivo como una opción de inversión”, escribió Mark Ferguson, director asociado de investigación para metales y minería en S&P. “A medida que el repunte de la industria gana fuerza, esperamos un ritmo similar de aumentos en los presupuestos de 2018”.

Los presupuestos de exploración de oro subieron 22% a US$4.100 millones en 2017, el mayor incremento entre los metales no ferrosos, según S&P.

Los mineros están invirtiendo más en el metal a medida que los precios, que rondan los US$1.300 la onza, se recuperan del colapso de las materias primas. La caída en los precios del oro en años anteriores llevaron a las mineras a ser muy selectivas a la hora de escoger los depósitos para seguir siendo rentables y recortar el gasto. El crecimiento de la producción de oro fue de 1,1% en 2016, en comparación con 3,1% de 2011.

El zinc también ha experimentado un aumento después de que los precios subieron a un máximo de 10 años. Los presupuestos de exploración en el metal subieron 29%, a US$489 millones en 2017, de acuerdo con S&P.

Las mineras continúan enfocando su búsqueda cerca de las minas en operación para limitar los riesgos financieros, en lugar de sitios de exploración alejados. Geográficamente, el gasto se ha incrementado más en América Latina, donde los presupuestos subieron 20% este año, liderados por Chile, Perú, México y Argentina, dijo S&P.