Engie va a cerrar sus centrales eléctricas a carbón en Chile tras decidir que no tenía mucho sentido tratar de venderlas.

La eléctrica francesa tiene previsto reemplazar la capacidad con energía renovable y anunciará más detalles sobre sus planes en las próximas semanas, dijo Philip De Cnudde, máximo responsable de Engie para América Latina.

La medida se produce en medio de dos importantes transiciones: Engie, con sede en Courbevoie, Francia, casi ha completado un plan para desinvertir 15.000 millones de euros (US$18.600 millones) en activos de carbón, petróleo y gas natural en todo el mundo e invertirá los ingresos en fuentes de energía limpia, servicios de eficiencia energética y redes de electricidad y gas.

El gobierno chileno está presionando a las compañías eléctricas para que eliminen gradualmente las centrales a carbón conforme el país intenta frenar la producción de gases de efecto invernadero. Estas circunstancias dejan a Engie sin otra opción que cerrar, en lugar de vender, las tres plantas.

“La venta de centrales a carbón en las circunstancias actuales no es buena”, dijo De Cnudde en una entrevista telefónica. “No podemos obtener un buen valor”.

La compañía evaluó internamente las opciones para una venta de las centrales, que generan un total anual de 7,5 gigavatios- hora de electricidad, pero nunca las puso oficialmente a la venta, dijo De Cnudde.

En su lugar, la compañía trabajó con el gobierno en una transición hacia fuentes de energía más limpias. Las cuatro principales eléctricas de Chile -Engie, AES Gener SA, Colbun SA y Enel SpA- también están cooperando con las autoridades en un plan para reducir gradualmente todas las centrales eléctricas a carbón existentes en el país para 2050, según Bloomberg New Energy Finance.

El carbón representa el 21% de la capacidad instalada de Chile. La energía renovable se ha triplicado en los últimos cuatro años y ahora supera esa cifra, con un 22%, según Bloomberg New Energy Finance.

Reemplazar la capacidad de carbón en lugar de vender los activos significa que la presencia de Engie en el mercado de energía de Chile no quedará afectada adversamente, dijo De Cnudde. “Si se vende algo, uno pierde a sus clientes, a sus contactos”, dijo. “No queremos perder relevancia en Chile. Nuestros clientes también están interesados en pasar a la energía limpia”, añadió.