Era un intento del kirchnerismo, el PJ, el massismo y la izquierda. El más extremo de los proyectos proponía congelar las tarifas de los servicios públicos y retrotraer los precios a diciembre de 2017.

La oposición no logró quórum y fracasó la sesión especial en la cámara de Diputados para tratar los numerosos proyectos que buscaban congelar y retrotraer las tarifas de los servicios públicos.

Pasadas las 11:50 de ayer, el diputado Alfredo Olmedo señaló: "Estoy de acuerdo en lo que quieren plantear, lamentablemente no hay quórum. Una vez más la política fracasa en nuestro país y no se le da respuesta a la gente. Estoy de acuerdo con el esfuerzo que se hizo desde distintos partidos". Como respuesta, y a pesar de la queja de los diputados Graciela Camaño y Agustín Rossi, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, puso como plazo de espera una hora, hasta las 12. Cuando llegó ese horario, el diputado de Cambiemos levantó la sesión.

"Lo que acaba de pasar es bochornoso, usted tiene la misión de extremar los recaudos para que haya sesión, no para que no haya, todos hemos visto cómo un diputado del oficialismo vino a la banca del diputado Olmedo y el diputado Olmedo justificó su huida. Porque esto es lo que hizo. Sabía que había 128 diputados, uno más que estaba viniendo y conspiró contra el quórum. Esto lo tienen que saber sus co-provincianos. Acaba de hacer lo peor que hace la política cuando se trata un tema tan importante que pega directo a los argentinos", cuestionó Camaño luego del anuncio de Monzó.

"Hubo una maniobra absolutamente oscura que nos remonta a los peores momentos de esta casa, y lo han hecho en nombre de la transparencia y el cambio", afirmó la diputada del Frente Renovador.

Rossi, por su lado, destacó la importancia de la sesión porque el tema de las tarifas "es insostenible para muchos de los argentinos". "Como nunca lo van a traer a (Juan José) Aranguren, díganle que en la planilla que tiene incorpore una columna que diga dimensión humana, porque el aumento de tarifas hacen insostenible la vida diaria de los argentinos".

El peronista Diego Bossio aseguró que la "gran mayoría de los argentinos no solo están preocupados por el tema de las tarifas sino porque no llegan a fin de mes. Este Gobierno vino a decirnos que resolver el tema de la inflación es un tema sencillo, y ya han pasado tres años y lo único que podemos decir es que el gran generador de inflación es el Poder Ejecutivo". A su vez, criticó la ausencia de los diputados de la UCR y de la Coalición Cívica, quienes en la previa habían manifestado diferencias con el PRO en relación al incremento de tarifas.

Minutos antes de la sesión fracasada, los legisladores del interbloque Argentina Federal (Justicialista) y del Frente Renovador realizaron una conferencia de prensa en donde destacaron la necesidad de frenar "la insensibilidad del Gobierno con la política tarifaria", según afirmó el peronista Pablo Kosiner.

Además de estas dos bancadas, se habían comprometido a participar de la sesión el Frente para la Victoria-PJ; el peronismo puntano; el socialismo; el Movimiento Evita-Libres del Sur; la izquierda y Espacio santafesino. Sin embargo, solo 125 diputados se hicieron presentes en el recinto y por un voto no se logró el quórum.

El martes, el propio Rossi hacía el siguiente cálculo: "De los que firmamos el pedido juntamos 80 diputados.  Si se suman los 30 que aportaría Argentina Federal y los 20 que llegarían del massismo; estarían los 129 diputados necesarios para iniciar la sesión".

Si la oposición conseguía los diputados necesarios para iniciar la sesión, la ofensiva tenía muchas posibilidades de ser neutralizada por Cambiemos, que, una vez habilitado el quórum, ingresaría al recinto para impedir que la oposición consiga los dos tercios necesarios para habilitar el tratamiento de los temas en cuestión.

Es que, por no contar con dictamen de comisión, los proyectos necesitan esa mayoría especial para poder ser incluidos en el debate; unos 170 diputados, con los que la oposición sabe que no cuenta.

El pedido opositor de sesión especial se justificó "en la creciente preocupación de familias, comerciantes, empresarios, industriales, pymes, cooperativas, clubes de barrio, sociedades de fomento y usuarios en general agobiados por los excesivos aumentos que desde hace dos años vienen padeciendo, en un contexto de creciente inflación y caída del consumo".

El más extremo de los proyectos propone congelar las tarifas de los servicios públicos y retrotraer los precios a diciembre de 2017.

Con una postura más intermedia, el interbloque Argentina Federal, integrado por mayoría de justicialistas; y Frente Renovador-UNA proponen que, a partir de "criterios de razonabilidad", los aumentos tarifarios no superen el índice de variación salarial.

Durante la mencionada conferencia de prensa, el massismo se hizo escuchar a través de Graciela Camaño, quien criticó con dureza al oficialismo: "Esta política tarifaria es creada en los excel de los muchos ministerios de Economía que tiene el Poder Ejecutivo y de la jefatura de Gabinete, con una total ignorancia de la realidad y hasta del territorio de la República Argentina".

Este encuentro marcó el acercamiento legislativo entre ambos sectores, situación que se comenzó a expresar en la reunión que hace diez días en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú reunió a diferentes actores del peronismo.

La ofensiva opositora se da días después de que la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, anunciara la presentación de un proyecto en el que pedirá informes al jefe de Gabinete, Marcos Peña, respecto de la aplicación de los aumentos de las tarifas de los servicios públicos por parte de las empresas prestatarias, y los controles realizados por los entes reguladores y el Ejecutivo.

En el mismo sentido, voceros del bloque radical dejaron trascender que desde su espacio se le presentarán al Poder Ejecutivo "aportes sobre la cuestión tarifaria, sobre todo en lo referido al gas".

Será este jueves en la casa Rosada. Marcos Peña citó a la tropa propia tras la polémica en Diputados por la sesión especial contra el aumento en los servicios que la oposición no pudo llevar adelante porque le faltó un voto.

La decisión de evaluar alternativas ante los reclamos por el aumento de tarifas generó una cita concreta: Marcos Peña -jefe de Gabinete- convocó para este jueves en la Casa Rosada a los referentes parlamentarios de la UCR y la Coalición Cívica. Una vez que acuerden una posición común, la propuesta buscará encontrar consenso en el resto de los espacios políticos.

Para el Gobierno, el fracaso de la sesión especial que citó la oposición en Diputados este miércoles fue un alivio a medias. Porque sólo le faltó un voto para conseguir el quórum.

Fue una celebración contenida y de inmediato la mirada pasó a los próximos movimientos. Una vez que la oposición no alcanzó el quórum para revisar los aumentos de tarifas, en la Casa Rosada se abrió un espacio de negociación con Elisa Carrió y el radicalismo para analizar propuestas con el objetivo de mitigar el impacto de los incrementos, como pidieron los aliados de Cambiemos.

Mauricio Macri dio vía libre a la discusión, con una condición: que sean medidas con impacto fiscal neutro, para no profundizar el déficit.

“Sabíamos que no iban a llegar, pero estuvieron a uno”, dijo a Clarín un funcionario con despacho en la Casa Rosada, satisfecho por el fracaso de la sesión aunque sin bajar la guardia por el margen mínimo en este caso: se sentaron en sus bancas 128 legisladores, uno menos de los necesarios para abrir la sesión. Y si no se iba a tiempo el aliado Alfredo Olmedo, hubieran alcanzado el número.

A su vez, había otro hecho que el Gobierno miraba con atención: la convocatoria a un “ruidazo” en las plazas contra los aumentos, este miércoles a la noche.

Los reclamos y las alternativas que presentarán los aliados podrían funcionar como una salida para descomprimir la presión. “Estamos atentos a todo. Y las propuestas las vamos a analizar, queremos ver de qué van pero ya nos comprometimos a trabajarlas”, confirmaron esta tarde en Balcarce 50.

“Ni demagogia ni intransigencia: en materia de tarifas hay que encontrar una tercera salida, que no sea la posición inflexible del Gobierno ni la demagogia de sectores del PJ que han vaciado la Nación durante el kirchnerismo”, había pedido Carrió una negociación ya antes de la caída de la sesión, y por la tarde se puso en marcha.

"Si tiene costo fiscal neutro estamos dispuestos a escuchar. No vinimos a traer razón, vinimos a resolver los problemas de los argentinos", dijo Marcos Peña -jefe de Gabinete- a radio Mitre, y aseguró: "Es duro el tránsito de la mentira que vivimos durante muchos años en que los servicios públicos parecían gratuitos, pero en el medio se destruía la infraestructura energética y se generaba un sistema desigual".

El radicalismo propondrá atemperar los picos de aumento -como el del gas en invierno- e ir hacia una tarifa más plana, lo que según adelantaron no generaría un desfinanciamiento. Carrió propuso que se puedan pagar en cuotas y un mayor control a las empresas prestadoras del servicio. La UCR estaría de acuerdo con ese planteo.

"No soy mago ni estafador. Me comprometí a decir y a gobernar siempre con la verdad", dijo el Presidente en Tucumán, temprano este jueves, en un acto por la reanudación de la venta de limones a Estados Unidos, aun sin ser explícito una frase atribuida a la pulseada por la tarifas.

Antes de partir había dado instrucciones para sostener los argumentos oficiales ante la embestida opositora en el Congreso. Contener hacia adentro, recomponer la relación con los gobernadores peronistas y “bancar” hacia afuera, los ejes de la estrategia.

En la Casa Rosada monitorearon los movimientos en Diputados, para mantener divididos a los bloques no oficialistas y que no alcancen el quórum, como finalmente sucedió. Peña y Rogelio Frigerio -ministro del Interior- se mantuvieron en contacto con Emilio Monzó -titular de la Cámara- y otros referentes legislativos.

La preocupación había crecido cuando el Frente Renovador y el Bloque Justicialista -referenciado en los gobernadores- se sumaron con iniciativas para moderar los aumentos a la movida de iniciada por el kirchnerismo y la izquierda. Justamente los diputados del Bloque Justicialista, clave con su postura para inclinar la balanza en el Congreso, tenían agendada una reunión el martes en la Casa Rosada en la que incluso Macri pasaría un rato a conversar. El encuentro quedó postergado, más que por la sesión sobre las tarifas por la tensión que generó la intervención del PJ y la detención del ex gobernador jujeño Eduardo Fellner, luego liberado.

En la previa el Gobierno también había mirado de reojo las críticas de Carrió y radicales como el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, titular del partido.

“No es momento de hacer la fácil y cortarse solo, hay que bancar este momento. Son un par de meses más hasta que la situación se acomode”, dijo a este diario un ministro sobre la presunción de que a partir de mayo no habrá más aumentos significativos. Aun así, con la doble lectura de que esos cuestionamientos internos quitan argumentos a la oposición y contienen votantes de Cambiemos, Macri decidió mostrarse conciliador con los aliados. “Hay disposición para abrir toda la información y trabajar en conjunto sobre cómo lograr una mejor implementación”, ya abría la puerta la Pña en la previa.