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ACTUALIDAD
¿Renace el GSP? Las pérdidas de G&M por la obra
03/05/2018
ENERNEWS/La República

HUMBERTO CAMPODÓNICO

El Gasoducto Sur Peruano (GSP) está parado desde enero del 2017 por problemas de financiamiento bancario, debido a la corrupción de Odebrecht. También hay disputas entre los propios accionistas y entre éstos y el Estado, lo que ha originado demandas de arbitrajes.  A lo que se agrega las amenazas de juicios al Estado por proveedores y contratistas, grandes y pequeños, con enormes deudas impagas y al borde de la quiebra, con miles de empleos perdidos.

El Poder Ejecutivo ha sido incapaz de “destrabar” esta importante inversión (que representa 1% del PBI), quizá porque desde lo más alto del gobierno no se quiere aparecer “como que se está ayudando” al consorcio GSP, liderado por Odebrecht y donde también participan Enagás de España y GyM.

Falso dilema. Sí se pueden “encapsular” todos los entuertos del pasado reciente, al mismo tiempo que se vuelve a licitar el proyecto (todos los activos ya pasaron a Proinversión), bajo nuevas condiciones. Dejemos que el Ministerio Público y el Poder Judicial determinen si hubo corrupción, lo cual se aclarará aún más cuando los fiscales anti-corrupción viajen a Brasil, ya no para investigar el financiamiento a las campañas electorales, sino las coimas para obtener las obras. Ojo, pestaña y ceja.

Mientras, hay cada vez más razones para que el proyecto “resucite”. Una es la reciente propuesta de Evo Morales de exportar gas por Ilo (Moquegua). Bolivia exporta hoy a Brasil y Argentina a buenos precios. Pero en el mediano plazo ambos van a producir gas (Brasil en el Pre-sal y Argentina gas esquisto en Vaca Muerta) y Bolivia quiere diversificar sus mercados, apuntando a los altos precios de Japón y Europa y no al mercado gringo –proyecto de Sánchez de Losada derrotado en el 2003-, donde el precio Henry Hub está por los suelos. 

El Presidente Vizcarra –que conoce a fondo los beneficios del proyecto- ha manifestado su acuerdo. Y añadió: “está pendiente el desarrollo del proyecto del GSP, el cual también llevaría el gas natural a esta región. Si hay doble abastecimiento, va a ser siempre mejor para la población" (Andina, 28/04). Buena.

Por el lado de la oferta no hay problema, pues la estatal china CNPC tiene 4 TCF de reservas en el Lote 58 de Camisea (el 40% del Lote 88) y ya comenzó la inversión de US$ 4,000 millones para producir 360 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de gas y 30,000 barriles diarios de líquidos (que dan la mayor rentabilidad).

¿Por donde saldría esa producción si no hay GSP? Pues por Lima, acentuando el centralismo y, sobretodo, incumpliendo con dar seguridad energética pues seguiríamos con un solo tubo para Lima en el tramo de selva.

Por el lado del transporte, hay que volver a licitar el GSP. Se afirma que hay US$ 1,500 millones invertidos. El gobierno debe hacer la tasación y, cuando se concrete la licitación, lo que corresponda irá a un fideicomiso para pagar la reparación civil al Estado y las deudas a proveedores y contratistas, con un orden de prelación satisfactorio para las partes. Además, el GSP podrá transportar el gas boliviano desde Puno hasta Ilo, lo que abarata el costo del peaje.

No menos importante es la rebaja de la tasa de interés del 12% del proyecto original. Un reciente informe del Ministerio de Energía y Minas –cuando Gonzalo Tamayo era Ministro- dice que si la tasa baja al 8%, el costo del servicio ya no sería US$ 900 (si el gasoducto estuviera vacío) sino US$ 535 millones anuales.

Por el lado de la demanda, la petroquímica provee una demanda considerable para la diversificación productiva. Esto es lo clave. A ello se suma que el gas boliviano necesitará una planta de licuefacción para la exportación.

Tema clave poco discutido: si no llega al gas al sur, nos dice el COES (1) que para atender el crecimiento de la demanda las centrales del Nodo Energético del Sur tendrán que quemar diésel en el 2021 (se cruzan las curvas de oferta eficiente y demanda, ver gráfico). Agrega el COES que el costo marginal máximo subiría de US$ 62 a 284 MW/hora, lo que se va a reflejar en nuestro recibo de luz. Ojo, otra vez.

¿Quiénes se benefician? Pues todas las empresas con centrales hidroeléctricas y las centrales a gas de Chilca. ¿Por qué? Porque venderían su electricidad barata al precio carísimo de las que queman diésel (super contaminante), pues así lo dicta la legislación vigente. ¿Será esa la “agenda encubierta” de los opositores al GSP?

Por lo expuesto aquí (hay más que se queda en el tintero), están dadas las condiciones para que renazca el GSP, como ya lo ha dicho el Presidente. Ojalá que el Premier Villanueva lo anuncie hoy mismo, demostrando que se puede superar el “lobbysmo” del período PPK, para beneficio del sur y del Perú.

Graña y Montero: utilidad cayó 118% a marzo del 2018 por el GSP

Semana Económica

El grupo continúa reflejando el efecto financiero de la pérdida del Gasoducto Sur Peruano. La cartera de proyectos cayó 26%, pero el ebitda regresó a terreno positivo.

En el primer trimestre del 2018, el grupo Graña y Montero (G&M) redujo sus pérdidas frente al último trimestre del 2017, pero siguió presentando un caída significativa frente al primer trimestre del año pasado (-118%). La pérdida de S/.14 millones registrada entre enero y marzo se debió principalmente al efecto financiero del Gasoducto Sur Peruano (GSP), al igual que el desplome del cuatro trimestre del 2017.

El efecto es contable, pues a nivel de ingresos, éstos se han mantenido relativamente estables, con una caída de 7.6%, “dentro de las expectativas”, según Credicorp Capital. El impacto en las utilidades se dio por los gastos financieros vinculados al refinanciamiento de la deuda en el GSP. Asimismo, en marzo del 2018, la firma tuvo que descontar el valor presente neto de la inversión en el GSP en casi 90%.

A nivel de ebitda, se registró S/.156 millones, una caída de 47% interanual. Sin embargo, el ebitda también pasó a terreno positivo frente al último trimestre del 2017, cuando registró una pérdida de S/.238 millones. El siguiente gráfico resume estos resultados:

Venta de activos: efecto base

El acelerado ritmo de ventas de activos en el primer trimestre 2017, frente a la ausencia de ventas de este primer trimestre, también afectó el resultado. La primera venta del año fue la de Stracon GyM, anunciada a finales de marzo, que no se incluyó en estos resultados por haberse concretado recién el 11 de abril.

Así, la utilidad operativa, que contabiliza las ganancias por ventas de subsidiarias, cayó 48% interanual a S/.140.7 millones. Las ventas de activos, incluyendo acuerdos suscritos pero no ejecutados, acumularían ingresos por US$369 millones este año, de los cuales 52% se registraron en el 2017.

Para este año, faltaría cerrar la venta de los terrenos del proyecto Almonte a Centenario, así como la venta de su participación en CAM, firma de servicios de montaje en telecomunicaciones y electricidad.

Cartera de proyectos

La cartera de proyectos (backlog) cayó 26% interanual a US$2,600 millones. La caída se debió principalmente a que G&M no incluyó a Stracon GyM, al haber anunciado la venta en marzo. Sin embargo, incluyó los contratos de la refinería de Talara con Cobra, y el de Quellaveco con Fluor, anunciados en abril. Así, el backlog representó 1.4 veces los ingresos a largo plazo, la mitad de lo que representó en el primer trimestre del 2017.

Credicorp Capital estima que incluso, sin esos contratos, se hubiera registrado una caída de 13% en el backlog. Ello porque las unidades de ingeniería y construcción, e inmobiliario, habrían representado una caída de 40% cada uno, mientras que el backlog de infraestructura habría sido el único en crecer 3.8%.

De hecho, infraestructura ha representado 44% del backlog al marzo del 2018, 18 puntos porcentuales más que en el primer trimestre del 2017, cuando ese sector representó sólo 26%. La unidad de ingeniería y construcción también redujo su participación en el backlog de 48% a 35%.

Credicorp Capital, Kallpa SAB e Intéligo coincidieron en que el efecto del GSP ha sido el que más ha marcado los resultados financieros del primer trimestre del año, y recomendaron mantener la acción de G&M.

 


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews

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