Según informó la empresa, la autorización y desconexión de las unidades, en un periodo de doce meses, tendrá un efecto contable negativo de US$ 51,9 millones por menor valor de activos.
La aprobación del cierre de las unidades a carbón 12 y 13 de la central Tocopilla que autorizó la Comisión Nacional de Energía, traerá secuelas para Engie.
Según informó la compañía, la autorización y desconexión de dichas unidades, en un periodo de doce meses, tendrá un efecto contable negativo que según estima la compañía asciende a US$ 51,9 millones por menor valor de activos, aseguró Diario Financiero.
El cierre de dichas unidades está sujeto a la condición del término del proyecto de la línea de transmisión Cardones- Polpaico que está construyendo la colombiana InterChile.
FP/JC