Repsol ha obtenido en el primer semestre un resultado neto de 1.546 millones de euros, un 46% más que en el mismo periodo de 2017. Es el mejor dato de los últimos diez ejercicios.

Este semestre ha estado marcado por unos precios del crudo más elevados (36% el Brent), unos menores precios del gas (-11% el Henry Hub), la debilidad del dólar frente al euro y, en general, un entorno internacional menos favorable para algunos negocios industriales, especialmente la petroquímica, según subrayó ayer la compañía que preside Antonio Brufau.

Por áreas de negocio, destaca el incremento del beneficio neto ajustado del área de «upstream» (exploración y producción), que fue de un 90,9 %. Se vio favorecido por el aumento del precio del crudo y por los volúmenes de producción obtenidos, que fueron de 724.000 barriles equivalentes de petróleo al día, aseguró La Vanguardia.

El Ebitda se situó en 3.811 millones de euros, un 23% superior a los 3.108 millones de euros logrados entre enero y junio de 2017. La deuda neta se redujo un 64% respecto al 30 de junio de 2017 y se situó en 2.706 millones de euros al finalizar los seis primeros meses del año, periodo en el que la acción de Repsol se revalorizó un 14%, superando al Ibex 35 y a la evolución del sector en Europa.

Sobre Venezuela, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, dijo que la compañía ha reducido su exposición en aquel país a unos 760 millones de euros.

Por otra parte, el consejo de administración aprobó ayer, a propuesta de su consejero delegado, una reestructuración de su equipo directivo. Destaca la marcha del veterano director financiero, Miguel Martínez, que será sustituido por Antonio Lorenzo, hasta ahora director de estrategia, control y recursos.

FP