AGUSTÍN COSTA, MARC SCHMIDT Y DANIEL FELDKAMP
La pandemia de COVID-19 ha devastado comunidades enteras, industrias y economías, en países y regiones de todo el mundo. Cada industria afectada por la crisis tiene características únicas que presentan desafíos novedosos en el contexto del brote. Para ilustrar, para las compañías mineras, la presencia in situ de trabajadores y traspasos de turnos las 24 horas, los 7 días de la semana, define la naturaleza de esta industria.
Estas condiciones dificultan que las empresas aumenten o disminuyan la capacidad y detengan y reinicien las operaciones (especialmente en las operaciones de minería subterránea y refinación / fundición). Tales condiciones también aumentan el riesgo de contaminación durante las entregas.
Además, las operaciones mineras pueden tener campamentos en el lugar donde los trabajadores permanecen durante un período prolongado de tiempo (que puede variar de muchos días a semanas o meses, dependiendo de las operaciones del sitio). Los casos de infección en el sitio pueden provocar contagio en los campamentos, lo que podría obligar a las operaciones remotas a cerrar por completo.
Esto cuenta entre los mayores riesgos que enfrentan los mineros, y compañías como BHP, Rio Tinto, Anglo American y muchas otras están haciendo todo lo posible para limitarlo. Las tácticas incluyen minimizar la presencia de personal no crítico en la operación, escalonar los horarios de entrada para los departamentos, fomentar el distanciamiento físico a través de prácticas tales como transferencias en papel o llamadas y desinfectar regularmente superficies de alto contacto y áreas comunes, por nombrar solo algunas .
En algunas jurisdicciones, mantener la continuidad operativa se vuelve aún más desafiante cuando las agencias gubernamentales solicitan u obligan a las compañías mineras a reducir o cerrar por completo sus operaciones 24/7. De hecho, Sudáfrica experimentó un cierre forzado de tres semanas en todo el país.
Algunas compañías mineras también están experimentando serios impactos en su cadena de suministro. En el lado de entrada, los niveles de inventario de neumáticos, repuestos e incluso desinfectantes para manos y equipos de protección personal están en niveles mínimos. En el lado de salida, algunos mineros enfrentan dificultades para enviar productos a los clientes.
Finalmente, con la caída de la demanda debido a la repentina parada económica en varias regiones del mundo, los precios de algunos productos básicos están cayendo en picado ( figura 1, abajo ). La caída de los precios ha eliminado los márgenes operativos del cuarto cuartil para los jugadores en la curva de oferta y ha empujado a algunos a la zona de flujo de caja negativo. Si bien la volatilidad de los precios es familiar para los mineros, administrarla en el contexto actual plantea un desafío mucho más difícil.
La pandemia de COVID-19 constituye un desafío conjunto para todos los jugadores en esta industria. Para superarlo, necesitarán un enfoque holístico para equilibrar las prioridades inmediatas con la planificación a más largo plazo. Los líderes pueden pensar en la mejor manera de manejar la crisis y más allá en términos de tres horizontes temporales:
+ 'Mantener las luces encendidas': mantener las operaciones actuales
+ 'Estabilización y recuperación': preparación para la recuperación de la crisis
+ 'Ejecutar un pivote estratégico': adoptar nuevas formas de gestionar y trabajar para tener éxito a largo plazo
Al igual que en muchas otras industrias, las empresas de metales y minería se esfuerzan hoy por seguir funcionando de la manera más efectiva posible. Su enfoque inmediato es proteger la salud y la seguridad de su fuerza laboral (figura 2), desplegar una respuesta rápida a la crisis (incluida la creación de un centro de comando para la toma de decisiones críticas), utilizar una dirección financiera estricta para mantener el flujo de efectivo y esforzarse para garantizar la continuidad en sus operaciones y cadena de suministro (por ejemplo, identificando y mitigando proactivamente los riesgos de interrupción).
Los mineros también pueden pensar en el momento en que el virus dejará de propagarse y cuando las tasas de infección y mortalidad se nivelarán en las geografías donde tienen operaciones. El momento de tal recuperación probablemente variará entre países y regiones. Pero para prepararse ahora para este período, los líderes pueden explorar preguntas como las siguientes:
+ Con respecto a nuestras operaciones, ¿cómo podrían desarrollarse los procesos de aprobación del gobierno relacionados con actividades ahora muy restringidas (como los viajes de trabajadores y contratistas a través de los estados, y los vuelos de ida y vuelta a operaciones remotas) a medida que ingresamos en un período de recuperación? ¿Qué implicaciones tendrán los cambios en estos procesos para nuestro negocio? ¿Cómo podríamos asegurarnos de tener suficientes trabajadores en el sitio, dada la posibilidad de un absentismo extenso?
+ Una vez que las restricciones gubernamentales sobre nuestras operaciones disminuyan, ¿cómo continuaremos manteniendo la seguridad y el bienestar de nuestra fuerza de trabajo ante las posibles oleadas posteriores de infección?
+ ¿Cómo podemos gestionar mejor las relaciones con nuestros proveedores para fomentar la cadena de suministro y la transparencia del proveedor en la disponibilidad y confiabilidad de los suministros críticos, como repuestos y consumibles?
+ ¿Cómo gestionaremos eficazmente nuestro flujo de caja y nuestro inventario de materias primas para que nuestro motor de fabricación vuelva a funcionar rápidamente una vez que hayamos entrado en un período de recuperación?
+ ¿Qué pasos debemos tomar para que nuestro proceso de planificación de ventas y operaciones responda de manera hiperreactiva a los 'efectos de latigazo cervical', como un aumento en la demanda de productos básicos cuando (por ejemplo) la industria automotriz reanuda la producción en algunas geografías?
Algunas compañías mineras se destacan en este frente. Tome Pucobre, un minero de cobre de tamaño mediano con sede en Chile. A medida que se desarrollaba la crisis, Pucobre desarrolló rápidamente una herramienta simple para rastrear los niveles de existencias a través de insumos críticos para su sitio y un conjunto de acciones estandarizadas en caso de bajas existencias que se orientaron a las características del suministro en cuestión (como el país de origen, local alternativas y niveles de stock de distribuidores locales).
Otros mineros globales están yendo tan lejos como desmontar los suministros de equipos clave para comprender el riesgo de interrupción de sus proveedores, anticipando efectos de segundo orden.
Los líderes de las compañías mineras con visión de futuro también se preguntan cómo la pandemia puede infligir cambios importantes y, en algunos casos, permanentes en la industria minera. Y están determinando cómo reorientar estratégicamente para tener éxito en un futuro cambiado y al mismo tiempo protegerse de una interrupción similar a la larga.
Una forma útil de ejecutar el re-pivote estratégico correcto es explorar preguntas a más largo plazo como las siguientes:
+ ¿Cómo podrían cambiar las necesidades de los segmentos de clientes finales en el futuro como resultado de la pandemia? ¿Qué impacto podrían tener esos cambios en la demanda y los precios de los productos básicos?
+ ¿Cómo podemos repensar los diseños de nuestras plantas para fomentar la modularización del trabajo, la segregación del espacio y la separación del flujo de trabajo, esenciales para responder rápidamente en caso de que surjan futuras crisis?
+ En nuestras relaciones con los proveedores, ¿deberíamos aspirar a la 'globalización', una combinación de globalización y regionalización / localización, para mejorar la resiliencia de la cadena de suministro entrante y al mismo tiempo optimizar el costo, la calidad y la innovación? Si es así, ¿cómo podríamos llegar a un equilibrio equitativo entre los proveedores nacionales e internacionales? ¿Y cómo podemos forjar verdaderas alianzas con proveedores en lugar de depender del enfoque tradicional de costo transaccional?
+ ¿Cómo aceleramos la adopción de la digitalización y la automatización, para hacer que los trabajos operativos sean más seguros al permitir un mejor seguimiento de la salud y medidas de salud, como el distanciamiento físico? (Los ejemplos incluyen aplicaciones que permiten el seguimiento de contactos COVID-19). Si hay un cambio hacia el trabajo remoto en el futuro, ¿cómo pueden ayudarnos las tecnologías digitales a adaptarnos? ¿Qué desafíos de seguridad de datos presentaría esto y cómo los mitigaremos?
+ ¿Qué nuevas oportunidades podríamos encontrar en el área de fusiones y adquisiciones? Por ejemplo, ¿adquirir compañías operativamente sólidas pero financieramente inestables nos permitiría fortalecer nuestra cartera de productos, ingresar a nuevos mercados, reposicionarnos para cambiar las cadenas de suministro en las industrias de los clientes o lograr otros objetivos estratégicos importantes para nuestro futuro?
La escala y el impacto del brote de COVID-19 no tiene precedentes en la historia, desde una perspectiva humanitaria y económica. Además, la situación es dinámica y evoluciona rápidamente, a diario. Para navegar en este contexto, las compañías mineras, por supuesto, deben administrar las prioridades inmediatas que enfrentan. Pero también deben mirar hacia adelante, considerando las diferentes formas en que su industria puede evolucionar y creando estrategias inteligentes para cada escenario para obtener una ventaja competitiva.
Cómo superar los riesgos en la minería en tiempos de covid-19
EY CHile
Con una mirada enfocada en la crisis mundial, el evento “Riesgos de la Minería en tiempos de covid-19” entregó un completo análisis sobre las soluciones para enfrentar los cambios constantes que se generan a nivel local y global en la industria.
En la 12° versión de la medición participaron 130 altos ejecutivos globales del sector minero, quienes en un 44% clasificaron por segundo año consecutivo la licencia para operar (LTO por sus siglas en inglés) como el mayor riesgo para el negocio.
Pero ¿cómo los riesgos de alto impacto están cambiando la industria? Si bien, el futuro del trabajo, la digitalización y optimización de datos, y la reducción de la huella de carbono, forman parte de los principales riesgos y oportunidades en el sector minero. La actual crisis de covid-19, ha generado diversas preocupaciones entre las autoridades, empresas y trabajadores.
Desde la reducción en la demanda de minerales clave, problemas en la mantención de las operaciones, hasta la garantía de la salud de los empleados, son algunos de los impactos que genera esta crisis.
Según destaca Baldo Prokurica, ministro de Minería, las faenas mineras no se han paralizado, por lo que la industria está implementando las precauciones necesarias para no detener sus operaciones, asegurando que “la minería no le falla a Chile y no se detiene, pero sí toma medidas para cuidar a su gente".
En este sentido, Alejandra Wood, directora ejecutiva de CESCO, asegura que “nuestra principal actividad económica en Chile se enfrenta al mayor riesgo global del último siglo, donde varios aspectos de esta industria se han visto fuertemente impactados”.
Entre las soluciones para enfrentar la crisis de salud del covid-19 en la industria minera, contar con la colaboración de los operadores, y mantener un plan de continuidad de negocios actualizado es fundamental. Pero es la digitalización la que se ha convertido en la protagonista para mirar hacia el futuro.
Entre sus beneficios se encuentra la automatización de procesos, que puede permitir implementar rápidamente un mayor distanciamiento social, seguido por los centros de operaciones remotas o salas de control, los que permitirán aislar y proteger a los empleados críticos en forma más rápida, junto con el Blockchain, el que tiene como objetivo dar continuidad y garantía a la cadena de abastecimiento.
Ante estas soluciones, Eduardo Valente, socio líder de Energía y Minería de EY, señala que “en el caso de la crisis que estamos viviendo, el costo para una industria como la minera puede ser alto, si es que no se puede seguir operando en las faenas. Las compañías tendrán el desafío de velar por la salud de sus colaboradores y a la vez buscar las alternativas para seguir funcionando. En este tipo de situaciones el rol de la tecnología e innovación es fundamental para encontrar herramientas que permitan operar a distancia o de manera remota, evitando al máximo el contacto entre personas y permitiendo la continuidad operativa”.
Además, ante los riesgos de la industria, Valente, sostiene que “si la pandemia persiste durante más de 12 meses, nuestros análisis indican que es probable que el resultado sea una reducción en la demanda de minerales claves, especialmente en los usados en manufactura; la demanda de minerales a granel caerá entre 6.5% y 8.5% en 2020; en el caso de los metales básicos, se proyecta que la demanda de cobre descienda entre 12% y 15%, mientras que el aluminio podría estar entre -16% y -20%”.
Por otra parte, y pese a que la incertidumbre y volatilidad permanecen ante la pandemia, Iván Arriagada, CEO de Antofagasta PLC, considera que debemos incorporar nuevas prácticas y protocolos de salud (distanciamiento, mascarillas, alcohol gel, acelerar el teletrabajo, etc.) a la actividad minera diaria, por lo que enfatiza que “una vez que volvamos a retomar nuestras operaciones y proyectos en su totalidad, tenemos que integrar y gestionar este nuevo riesgo”.
Ante esto, Arriagada añade que se deben revisar las cadenas críticas de suministro al existir un riesgo sistémico y reforzar el trabajo con las comunidades y autoridades, puntualizando que es muy importante el rol de la minería en el territorio en el que opera.
