Los stocks siguen estando por encima de la media, mientras que la apreciación del dólar también presiona a la baja el precio del petróleo
VICENTE NIEVES
El rally del petróleo ha sido asombroso en los últimos meses. Cuando todo parecía perdido para esta materia prima, la llegada de las vacunas y los históricos recortes de la OPEP devolvieron a la vida al 'oro negro'. La demanda empezó a mejorar y los inventarios comenzaron a caer. Todos los problemas habían desaparecido. Nada más lejos de la realidad.
Esta semana la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha puesto el foco en los desequilibrios que aún existen en el mercado: "Hay mucho petróleo todavía", lo que ha desencadenado una oleada de ventas en los futuros de crudo.
El petróleo Brent acumula cinco jornadas teñido de rojo, un rojo que ha ido ganando intensidad tras el informe de la AIE. En los últimos siete días el Brent acumula un retroceso del 10%, que han llevado a este tipo de petróleo a perder los US$ 63 por barril, tras haber tocado los US$ 70 hace solo unos días. La caída ha sido del 8,45% y el barril se ha dejado US$ 6 hasta los US$ 62,32 .
La AIE señalaba en su informe que es poco probable que los precios del petróleo suban drásticamente y de manera sostenida, como han vaticinado varias casas de análisis. Todo ello a pesar de que se espera que las vacunas impulsen la demanda a finales de este año. De este modo, aunque el petróleo puede alcanzar picos de precios elevados, estos no se sostendrán en el tiempo.
"El fuerte repunte del petróleo que ha llevado el barril a tocar los US$ 70 ha llevado a hablar de un nuevo superciclo y un inminente déficit de suministro. Nuestros datos y análisis sugieren lo contrario", según revela la AIE en su informe mensual. Parece que hay petróleo acumulado para rato en las instalaciones de almacenamiento de las grandes potencias mundiales, entre ellas EE.UU..
Los últimos datos hablan de unos 3.000 millones de barriles entre crudo y derivados (gasolina, gasóleo, queroseno...) en las instalaciones de los países de la OCDE. La media de los últimos cinco años está por debajo de los 3.000 millones de barriles. Hay que tener en cuenta que en el mundo se producen cada día unos 99 millones de barriles, para dar contexto a estas cifras.
"Para empezar, los inventarios de petróleo todavía parecen amplios en comparación con los niveles históricos a pesar de una disminución constante. Además del colchón de existencias, se ha acumulado una gran cantidad de capacidad de producción excedente como resultado de las restricciones de oferta de la OPEP +", sentencia el informe.
Además, la Administración de Información Energética dio a conocer un incremento de 2,4 millones de barriles en los inventarios de crudo nacionales, lo que supone la cuarta semana consecutiva al alza tras el parón causado por la tormenta invernal en Texas.
Aunque la cifra es ligeramente superior a la esperada, el incremento es mucho menor al de la semana anterior, cuando superó los 10 millones de barriles, reflejo de que vuelven a restablecerse las operaciones de refinería en la Costa del Golfo estadounidense.
A ello hay que sumarle que el dólar se está apreciando esta jornada con fuerza frente al resto de divisas. El petróleo es una materia prima que, pese a producirse en muchos países del mundo, está denominada en dólares, como casi todas las materias primas. De modo que la apreciación del 'billete verde' encarece automáticamente el precio del barril de petróleo para los consumidores de los países que no tienen el dólar como divisa de curso legal.
Los mercados también están un tanto asustados por la intensa subida de los intereses de la deuda, un fenómeno que se está produciendo en EE.UU., pero cuya onda expansiva amenaza a la economía global. Los inversores están demandando un interés superior en los bonos ante unas expectativas de inflación mayores y una recuperación que se presupone vigorosa.
Otro factor que puede estar 'castigando' hoy al crudo son los problemas con las distribución de las vacunas en algunos países. Los cuellos de botella y los retrasos en la carrera de la vacunación son un obstáculo para la recuperación económica, que está directamente relacionada con la reactivación de la demanda de petróleo.
