Lula: "El petróleo es del Estado brasileño"
Ámbito Finaciero, Buenos Aires
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró ayer que las nuevas riquezas petroleras del país serán usadas por el Estado para pagar las deudas históricas con los pobres.
Lula salió así al paso de la polémica generada por recientes anuncios de su gobierno, según los cuales se quitará a Petrobras el control exclusivo de las nuevas reservas de crudo identificadas en yacimientos en el océano Atlántico.
Esas reservas están localizadas en una formación geológica conocida como «pre sal», a unos 7.000 metros de profundidad desde la superficie marina y debajo de un lechode sal en estado de gel a altas temperaturas y dos kilómetros de espesor.
«Algunos creen que ese petróleo es de Petrobras, pero ese petróleo es de la Unión (el estado federal brasileño) y Petrobras es de la Unión», aunque tenga accionistas privados, dijo el mandatario.
En Bolsa
Petrobras es controlada por el Estado, pero casi la mitad de sus acciones se negocian en las Bolsas de San Pablo, Nueva York, Madrid y Buenos Aires y están en manos de inversionistas brasileños e internacionales.
«Dios nos dio una nueva oportunidad», aseguró Lula acerca de los yacimientos del «pre sal», donde, según estimaciones del gobierno, habría reservas probables de hidrocarburos por entre 80.000 millones y 100.000 millones de barriles.
En este momento, agregó el presidente, «debemos recordar que este país tiene una deuda histórica con la educación de su pueblo y con los pobres».
Pero sentando posición, también afirmó que «es necesario aprovechar este momento y discutir cómo es que podemos utilizar ese petróleo, quién es el que lo va a explotar y hacer compensaciones históricas».
Hace una semana, Lula creó una comisión ministerial que definirá un nuevo régimen jurídico para la explotación de esas áreas, que atraen el interés de empresas nacionales e internacionales.
Lula también dijo esta semana que deberá reformarse la Ley de Petróleo para adecuarla a la nueva realidad y consagrar el producto de esa explotación a financiar la educación, en un modelo similar al que practica Noruega, un país petrolero y desarrollado.
Los anuncios oficiales fueron rechazados por los accionistas privados de Petrobras, que amenazan con recurrir a la Justicia para defender el derecho de la empresa de quedarse con la explotación de los yacimientos.
Mientras tanto, medios locales revelaron que el gobierno vetará nuevas subastas de bloques exploratorios en áreas próximas a la formación «pre sal», aunque garantizará los contratos otorgados en las rondas anuales de licitaciones.