Raúl Castellanos, vicepresidente de Cecha, señaló que la empresa petrolera “presionó para eliminar el adicional al precio que tenían algunas provincias”. En diálogo con LPO no descartó volver al paro, pero le bajó el tono a la amenaza: "Queremos una rentabilidad del 14%, pero estamos abiertos al diálogo”, afirmó.
Mientras representantes de la Federación de Empresarios de Combustibles (FECRA) están reunidos con técnicos del Ministerio de Planificación para destrabar el conflicto que estalló hace unas semanas por la caída de la rentabilidad y Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) amenazó con volver al paro, Raúl Castellanos, vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), trató de bajarle el tono: “Pedimos que la rentabilidad se duplique. Hoy es del 7 por ciento y queremos que sea del 14. Pero estamos negociando, siempre se puede llegar a una solución intermedia. Puede ser un importe menor o podemos plantear un esquema gradual para que se mejore cada dos meses. No somos fundamentalistas, estamos dispuestos a conversar”.
La semana pasada representantes decidieron suspender un paro que tenían pensado llevar a cabo durante las fiestas de fin de año. “Hicimos un paréntesis por las fiestas, pero esta semana retomaremos las negociaciones con el Ministerio de Planificación y las petroleras para llegar a un acuerdo”, sintetizó.
¿Cuáles son las medidas que piden para aumentar esta rentabilidad?
Eso lo dejamos al Gobierno. Básicamente hay tres formas. La primera, que el dinero lo ceden las compañías de su propia rentabilidad. La segunda, que la ceda el Gobierno de los impuestos que recauda. Por la plata que paga el consumidor por el combustible, un 7,5 por ciento queda para la estación de servicio. Del resto, el 55 es para las compañías y el 45 para el Estado. Y la tercera opción es que la pague el consumidor.
Claro. Pero no veo que esta última sea la alternativa porque el Gobierno no lo permitiría. También puede ser una combinación de ellas. Nosotros no queremos opinar de dónde tiene que salir la plata. Simplemente estamos planteando que necesitamos una recomposición de los márgenes.
¿Qué opciones les plantea el Gobierno?
En este momento está haciendo de puente o de mediadores entre las empresas petroleras y las estaciones de servicio con los sindicatos. Los trabajadores nos acompañan porque han entendido que no pueden reclamar mejoras salariales en una actividad que no tiene rentabilidad. Si hay una mejora va a traer aparejado el aumento de sueldo que vienen pidiendo.
¿Por qué bajó la rentabilidad?
Hay dos situaciones. En unas diez provincias se estaba cobrando un adicional al precio de los combustibles de 15 centavos que le había llevado alivio a la situación. Ese adicional dejó de cobrarse casi totalmente en este último mes por una presión de YPF que se puso en una posición muy dura para que no se cobre más. En esas zonas del país la disminución del margen fue muy grande. Y para el resto del país, la actividad viene mal desde hace años. Ahora la situación se ha agravado porque los costos han aumentado mucho y porque hay un reclamo salarial del 15 por ciento que es imposible de pagar con estos márgenes de ganancia.
¿Por qué los precios del combustible en la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano son más bajos que en el interior del país?
No es una decisión comercial. Es una presión muy fuerte del Gobierno para bajar los precios en Capital. No sólo en las estaciones de servicio sino también en las compañías petroleras que trasladan los precios sugeridos en las distintas zonas. La diferencia de precio está en el orden del 10 por ciento, aproximadamente.
¿Por qué el combustible no baja en Argentina cuando en el mundo los precios del barril se derrumban?
Porque cuando subió el valor internacional del barril en Argentina no lo hizo. En el país llegó costar menso de la mitad de lo que costaba en Uruguay o Brasil. Aún con la importante baja de precios que ha tenido en otros países, en Argentina sigue estando más barato. En Brasil, por ejemplo, un litro de nafta súper cuesta 4 pesos y acá apenas supera los 3.l