MARCELO BONELLI
Javier Milei enviará entre el lunes y martes un paquete de leyes de desregulación y correcciones tributarias al Parlamento. Se trata de la primera tanda de reforma estructurales y que seguramente generaran un terremoto económico.
Este jueves por la noche se ultimaba su redacción y se evaluaba si el paquete va al Congreso o sale directo por decreto. Las medidas habilitan al Presidente a realizar privatizaciones, cerrar organismos y a establecer retoques tributarios.
Serían unas 15 medidas. El paquete es audaz y controvertido: establece cambios de impuestos que afectarán la competencia en sensibles sectores industriales. También se dice que podría contener “un impuestazo”.
La propuesta complementa el “plan ortodoxo” que anticipó en forma exclusiva Clarín y confirmó el martes Luis Caputo. El ministro de Economía anunció un “ancla fiscal” para eliminar el déficit de un plumazo.
El paquete provocará temporalmente recesión e inflación. El ajuste de la política equivale a 0,4% del PBI: US$ 1.600 millones. Las provincias aportan US$ 4.800 millones. El resto lo abonará la actividad privada: impuesto al comercio exterior, tarifas y jubilaciones.
El trío Posse, Guillermo Ferraro y -también- Caputo están puliendo el nuevo paquete. Milei los apura. Liban Kusa -desde Bruchou- y la jefa de la AFIP Florencia Misrahi -con el apoyo del estudio Litvin- están trabajando en los cambios tributarios. En la UIA y los bancos están alerta. Temen que haya otro impuestazo encubierto, como el que anunció Caputo con las retenciones.
La definiciones serán a la brevedad porque Milei está ante una gestión clave: iniciará este fin semana una negociación fundamental con Estados Unidos. Uno de los emisarios ya llegó el miércoles. El otro estará aterrizando este fin de semana. Washington envió una crucial misión a Buenos Aires.
Michel Kaplan, subsecretario del Tesoro ya está elaborando un memo confidencial. Mantuvo reuniones con Caputo, Santiago Bausili y otras más secretas con referentes económicos de Argentina.
Este viernes también estaría llegando su superior. Se trata del numero dos del Tesoro y mandamás en el FMI. Se trata del influyente Jay Shambaugh.
Kaplan fue anfitrión de una cena que hizo ruido en Washington. Ocurrió en abril y en esa encuentro se dice que economistas argentinos le pidieron que el FMI no acuerde con Sergio Massa y haga explotar “la bomba” económica.
El episodio fue confuso. Massa acusó de traidores a Guido Sandleris y Hernán Lacunza. Kaplan decidió llamar a Buenos Aires y desactivar el entripado. Shambaugh se enfureció en septiembre cuando Massa lanzó el Plan Platita y cuando los incumplimientos de Economía con el Fondo ya eran moneda corriente. Había dicho en alusión a Argentina: "El FMI debe retirar su financiamiento, si el país no cumple lo pactado”.
Son dos pesos pesados. Shambaugh directamente da órdenes en el FMI. Ambos vienen en visita no oficial pero en misión clave. De sus conclusiones dependerá un nuevo acuerdo con el FMI y la posibilidad de que Caputo llegue financieramente a abril, cuando ingresen los dólares del campo.
El dúo mantendrá herméticas reuniones y se prevé un encuentro privado con Javier Milei. También tendrán contactos con influyentes hombres de negocios como Facundo Gómez Minujín, Claudio Cesario, Paolo Rocca y Daniel Marx.
Milei, al igual que Caputo, quiere que Washington bendiga un salvataje para Argentina. Entre diciembre y febrero no hay dólares y existen vencimientos por US$ 4.000 millones.
Los emisarios harán un informe para Janet Yellen, la secretaria del Tesoro. Ambos están conformes con el paquete económico. Milei se sinceró: “Vamos hacer más de aquello que nos piden”.
Pero según fuentes diplomáticas, la Casa Blanca busca conocer la “consistencia” y “viabilidad” política del plan ortodoxo. También precisar la “gobernabilidad” que tiene Milei para llevar adelante las medidas.
La Casa Blanca además esta inquieta por una cuestión. Quiere aclarar que posición tiene Milei con Donald Trump, archienemigo de la actual administración.
Ocurre lo mismo en Wall Street. Los lobos se relamen con las disposiciones y ven con agrado que Caputo haya aprobado en los mercados. Pero sus herméticos informes insisten en un interrogante político: ¿la sociedad soporta el severo programa? ¿Puede haber descontrol social?
EL PRAGMATISMO DE MILEI Y LA RELACIÓN CON EL FONDO
La delicada negociación confluyo con otra. La falta de dinero sacó a relucir una nueva característica de Milei, su brutal pragmatismo. El presidente tuvo una cumbre con el enviado de Xi Jimping, el diplomático Wu Weiha. Estuvo el embajador Wang Hei. El Banco Central necesita urgente activar el swap. La reunión del emisario y Milei fue buena.
Pero Diana Mondino la empiojó al final. La Canciller -poco diplomática- se explayó contra los Brics, censuró la compra de armamentos e irritó a la delegación al revindicar el derecho de Taiwán a comerciar con Argentina.
El sincericidio hizo que la reunión terminara con cortocircuitos. Ahora todo esta en manos de Xi Jimping.
Se conoce ahora que Milei consultó secretamente a Sergio Massa para reflotar el swap con China. Ahora un integrante de su equipo va a tener un cargo relevante .
Se trata de Leo Madcur. Clarín confirmo que Madcur va a continuar en un cargo estratégico con Milei. El funcionario fue jefe de asesores de Massa y también comandó la negociación con el FMI. Ahora Madcur sera designado en un lugar caliente. Irá a Washington como director argentino en el FMI .
Madcur tiene una relación estrecha desde hace años con Milei. Hace décadas que él y Guillermo Nielsen fueron los que convencieron a Eduardo Eurnekian para que contrate al actual presidente en AA 2000.
En Wall Street se insiste que Madcur estará en Washington con la bendición política del propio Tesoro .
La información confidencial la tienen los banqueros que fueron al BCRA. Bausili intentó tranquilizarlos. Un memo que se entregó a los dueños de bancos confirma que el BCRA archivó otra bandera electoral. Así lo dice: “No va haber cambios en las Leliqs”.
Bausili después ratificó que “no existirá terapia de shock”. Ocurrió el miércoles después de que el Jefe del BCRA superara un trago amargo. La Casa Rosada demoró hasta último momento los decretos con su designación.
El hombre estuvo inquieto. Entre los banqueros el domingo a la noche comenzaron los rumores. Algunos dicen que fue fruto de la burocracia y otros de una vendetta de los gurkas de Milei. Cayó mal que, desafiante, Bausili declarara: “Mientras esté yo, no se cierra el BCRA”.
Los fantasmas pasaron y el directorio se completó. Fue un terremoto la nominación de Alejandro Lew. El funcionario fue el estratégico director financiero de la YPF de La Cámpora. Lo eyectaron hace dos semanas porque lo culparon por el desabastecimiento de naftas que tuvo un fuerte impacto electoral.
Máximo Kirchner, amante de las teorías conspirativas, dice que ahora el nombramiento confirma una cuestión: fue una compensación a Lew por la operación que afectó electoralmente a Massa. Ese fin de semana en las encuestas bajo 4 puntos.
Caputo confía en sus medidas. En la intimidad admite que la inflación de diciembre será una bomba y ya tiene un piso del 20% . Ante los ex ministros fue brutal: "Estos meses hay que estar con el casco puesto”.
