Mientras los precios del oro no se mueven del rango lateral descrito en el último mes y medio, las acciones de las compañías mineras de oro a nivel mundial están experimentando cambios muy significativos y fuertes oscilaciones en vísperas de conocerse los resultados obtenidos correspondientes al tercer trimestre de este año 2014.
Dentro de esta volatilidad en los precios, observamos un hecho especialmente interesante: la diferencia entre la rentabilidad en Bolsa de las mineras medianas y grandes es cada vez mayor, escalando hasta máximos nunca vistos. Mientras que mineras medianas, como ElDorado o Randgold, cotizan con ganancias year-to-date en el entorno del 2,5%, las grandes mineras, como Barrick Gold o Goldcorp, cotizan con unas pérdidas acumuladas desde principios de año cercanas al 15%.
En este sentido, observamos cómo la diferencia entre tasas de retorno entre la media de las mineras de mejor y peor comportamiento se ha agrandado hasta 115 puntos básicos, una brecha nunca vista hasta el momento en las compañías mineras que integran el índice Standard & Poor’s/TSX Global Gold Sector.
Esta trayectoria radicalmente distinta de las mineras medianas y las grandes se explica por la dificultad de ajustar los costes de producción en las grandes mineras –huelgas por bajadas salariales, cierre de explotaciones no rentables, ruptura de acuerdos con otras empresas o cierre de divisiones de prospección y extracción– y que implica que estén en pérdidas con un oro por debajo de los 1.250 dólares por onza. En un año, mineras comob han conseguido reducir sus costes medios de producción, pero apenas lo han logrado con el coste financiero como otros costes relacionados con la explotación.
Hoy por hoy, la minería rentable se encuentra en las empresas de mediano tamaño, las cuales han realizado tanto un proceso de integración vertical con mineras pequeñas como horizontal. Es el caso de Yamana, ElDorado, Randgold o la African Barrick Gold.