A través de las áreas Relaciones Comunitarias y Recursos Humanos, Veladero inició una capacitación destinada a jóvenes jachalleros e iglesianos que subirán a la mina este mes y se incorporarán para trabajar como ayudantes de mecánicos a partir del 18 de diciembre.
Con este objetivo es que el pasado lunes comenzó el curso nivelatorio de Inglés, Matemática y Física, dictado por profesionales contratados por la compañía. En Iglesia, los asistentes llegaron hasta la biblioteca de Las Flores mientras que en Jáchal los aprendices fueron recibidos en el Instituto IDEA.
El curso es intensivo y durará tres semanas. A partir del 25 de septiembre, 25 aprendices subirán a la mina donde serán capacitados por la contratista Finning hasta el 18 de diciembre cuando inicien sus tareas formales. Andrea Acerbi es la profesora de Física y ésta es su primera experiencia al frente de alumnos que se capacitan para ser trabajadores en Veladero.
La docente expresó que “los chicos tienen muy buena predisposición y se han comprometido a seguir estudiado en sus casas cuando termina el curso. Para eso me piden apuntes con el fin de afirmar conocimientos. La actitud de ellos es muy positiva”.
La profesional calificó con alto puntaje la actitud de los alumnos porque “vienen motivados por la posibilidad de trabajar en la mina”.
Las personas convocadas al curso firmaron contrato el viernes pasado y ya cobran su sueldo como aprendices. Luego de finalizar la capacitación en Veladero, serán empleados con contrato definido.
En el curso, el ambiente es ameno hay mucha colaboración entre los alumnos. Así lo ratificó Carlos Poblete, el profesor de Matemáticas. Calificó al grupo como “muy persistente” porque “están poniendo mucho esfuerzo por aprender los conceptos básicos de las matemáticas. Los resultados son muy buenos porque hay mucho interés y preocupación por entrar a trabajar”.
Matías Barrios, iglesiano de 23 años, es uno de los aprendices de los cursos nivelatorios. “Al principio costó entender algunos conceptos de física y matemáticas pero tomé envión y ya es más fácil”.
Los profesores no sólo están en el curso brindando todo el apoyo sino también fuera de aula. Tan es así que durante las clases si hubo conceptos que no quedaron claros, los docentes están disponibles a consultas. Así lo afirmó el alumno Franco Manzanares y dijo que “la experiencia es genial. Me motiva la posibilidad de trabajar para una de las empresas líderes en el mundo y que te eduquen e inculquen contenidos que nunca viste, es digno de valorar”.
En cada recreo en el que pueden disfrutar de un refrigerio aportado por la compañía, los aprendices comparten sus dudas y también coordinan encuentros en sus casas para fijar más los contenidos dados en clase.
Según el profesor de Matemáticas, Jorge Paredes, otro de los estudiantes iglesianos, aprendió con rapidez los conceptos básicos y es quien alienta a sus compañeros cuando surgen las dudas. “Lo que más me gusta son las Matemáticas. Cada mañana me levanto con la esperanza de aprender algo nuevo y que eso después lo va a poder disfrutar mi esposa y mi hija de 3 años”, comentó Jorge y agregó: “Hay mucho compañerismo porque cuando surge una duda entre todos nos ayudamos. Los profesores siempre tienen muchas ganas aunque nos tengan que explicar más de una vez”.
