Epiroc presentó el Scooptram ST10 G, un innovador cargador subterráneo eléctrico diseñado para optimizar la seguridad, productividad y autonomía de la batería en galerías de menor tamaño.

Este cargador subterráneo, construido sobre tecnología probada en el campo, amplía la destacada cartera de electrificación de Epiroc, ofreciendo una capacidad de carga útil de 10 toneladas y hasta cuatro horas de operación con una sola carga de batería.

Construido sobre tecnología probada en el campo, el cargador subterráneo ahora se suma a la cartera líder de electrificación de Epiroc, con una capacidad de carga útil de 10 toneladas y hasta 4 horas de tiempo de conducción con una sola carga de batería.

“Scooptram ST10 G es una excelente opción para minas con visión de futuro que buscan pasar a la electricidad en galerías de hasta 3,5 x 3,5 metros, manteniendo el control de sus costos de inversión. Basada en la confiable Scooptram ST1030 y combinada con nuestro probado sistema de transmisión eléctrica y batería, la tecnología utilizada en esta cargadora de 10 toneladas ya cuenta con miles de horas de uso en las instalaciones de los clientes”, afirmó Mary Zhu, gerente de productos globales de Scooptram.

Con una capacidad nominal de batería de 270 kWh, el Scooptram ST10 G puede funcionar hasta 4 horas sin parar. La batería se puede cambiar si es necesario o aprovechar la carga de oportunidad a bordo a través de una interfaz de carga CCS estandarizada. La batería también cuenta con sistemas de seguridad activa y pasiva para cumplir con los más altos estándares de seguridad.

“Trabajar con estándares abiertos y soluciones independientes de los fabricantes de equipos originales es una parte esencial de nuestra oferta de electrificación que facilita la transición hacia la electrificación para nuestros clientes. La infraestructura eléctrica y los cargadores pueden soportar no solo nuestras propias máquinas, sino también otros equipos en la mina, lo que es crucial para ayudar a acelerar la transformación hacia operaciones mineras más sostenibles”, afirma Mattias Petterson, gerente de cartera global de cargadores.

En comparación con una cargadora subterránea tradicional con motor diésel, una sola pala eléctrica a batería ST10 G puede reducir las emisiones de CO2 en hasta 262 000 kg al año.

Al mismo tiempo, se reducen significativamente los gases tóxicos, el calor y el ruido para los operadores que trabajan en la mina. Además, la eficiencia general del potente sistema de propulsión eléctrica reduce los costos de mantenimiento y mejora la productividad.