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ANÁLISIS
Escribe Alonso: Tor Hagerman y el petróleo salteño
ENERNEWS/El Tribuno
01/11/2020

RICARDO ALONSO*

Ricardo Alonso

Los hidrocarburos de la cuenca noroeste, que abarca las provincias de Salta, Jujuy y Formosa, se conocen por citas puntuales referentes a sus manaderos naturales desde fines del siglo XVIII. En 1826 el francés Pablo Soria los menciona en su fallida navegación por el Bermejo. En las décadas de 1850 a 1870, aumentan los comentarios referidos especialmente a Laguna de la Brea (Jujuy) y se destacan los esfuerzos de Leonardo Villa y Teodosio López. Los estudios geológicos comienzan en la década de 1880 con Ludwig Brackebusch quien reconoce y define como Formación Petrolífera a las calizas cretácicas. En las primeras décadas del siglo XX, Carmelo Santerbó y Francisco Tobar avanzan en la exploración y explotación de petróleo en las sierras de Tartagal.

La región recibió la visita de eminentes geólogos como Guillermo Bodenbender y Walther Schiller. Luego vendrían un sinnúmero de profesionales atraídos por los estudios de la Standard Oil e YPF. Entre muchos merece destacarse la figura del conde italiano Guido de Bonarelli, una autoridad mundial que en 1913 le puso nombre a nuestras Sierras Subandinas y dejó señaladas estructuras geológicas que al perforarse más tarde alumbraron ricos yacimientos de hidrocarburos; entre ellos Campo Durán.

Decenas de geólogos y cientos de sus estudios realizados se publicaron a lo largo del siglo XX y fueron delineando y demarcando la evolución estructural del orógeno andino, el orden y la edad de los apilamientos rocosos, sus plegamientos y fracturamientos, las rocas madres, la porosidad y permeabilidad de los sedimentos, las potenciales estructuras hidrocarburíferas y otros múltiples aspectos. En la década de 1930 los estudios geológicos petroleros se incrementaron exponencialmente y una de las figuras relevantes que participó activamente fue el sueco Tor Henrik Hagerman (1899-1986). Hagerman nació el 27 de junio de 1899 en la pequeña ciudad de Taby al norte de Estocolmo (Suecia). Tenía tres hermanos Vidar, Helge e Yngve Hagerman, el primero de los cuales se radicó en México y fue un industrial importante.

Tor realizó los estudios de bachiller hasta 1918 y luego una licenciatura en filosofía y geología en la Universidad de Estocolmo donde egresó en 1925. Como parte de sus estudios participó en 1924 de una expedición científica sueca a la isla de Spitsbergen, un paraíso geológico en el círculo polar ártico. A raíz de ese viaje publicó en 1926 un trabajo científico sobre las observaciones allí realizadas. Se desempeñó en la docencia y en empresas consultoras suecas hasta 1927 y ese año fue contratado por la Dirección de Minas, Geología e Hidrología de la República Argentina. Aun cuando existe muy poca información biográfica sobre Hagerman, especulamos que su contrato y llegada al país pudo deberse a la fuerte influencia del Dr. José María Sobral (1880-1961).

El famoso “Alférez Sobral”, luego de quedar atrapado en los hielos antárticos con la expedición polar de Nordenskiold, renunció a la marina argentina, viajó a Suecia, se recibió de geólogo y de doctor en geología en la Universidad de Upsala y ya de regreso al país ocupó importantes cargos nacionales. Sobral se casó con una joven sueca y su amistad con aquel país se mantuvo a lo largo de toda su vida. Hagerman estaba interesado en el análisis de sedimentos, especialmente limos y arcillas. Por los informes que se conservan inéditos se sabe que durante los años 1928, 1929 y 1930, Hagerman visitó Salta y Jujuy en campañas de 4 a 5 meses de duración. A mediados de noviembre de 1930 regresó a Buenos Aires.

Sin embargo el 24 de diciembre de 1930 se produjo el luctuoso terremoto de La Poma en el Valle Calchaquí que destruyó el pueblo y dejó decenas de muertos. El gobierno autorizó una misión a cargo de Hagerman para que acudiera inmediatamente al lugar. Hagerman junto al cartógrafo Roberto Pusch y el dibujante Lars V. Leonardh partieron de Buenos Aires y llegaron a La Poma una semana después, el 30 de diciembre de 1924. Durante el mes de enero permanecieron en La Poma y regiones aledañas realizando un informe muy detallado de los efectos del sismo, de las casas destruidas, las réplicas que se sucedieron y de las cuales fueron testigos presenciales, los fenómenos de la licuefacción de arcillas colapsaron las viviendas, los desastres de una tormenta de enero que vino a complicar más el desolador panorama, entre otros múltiples aspectos.

Hagerman presentó los resultados de su trabajo en abril de 1931 en un informe de 41 páginas que se conserva inédito y donde llama la atención el dominio que ya había logrado de nuestro idioma. Ese es el documento más importante de los realizados sobre el famoso terremoto y además logrado a los pocos días de haber ocurrido el evento telúrico. En 1932 Hagerman pasó a trabajar en YPF y la empresa lo destinó a estudiar la estratigrafía y sedimentología de las formaciones geológicas de las Sierras Subandinas de Salta y Jujuy.

Comienza un minucioso estudio para reconocer en detalle las rocas que componen el esqueleto subandino, especialmente las depositadas durante el Cretácico y Terciario. Recorre cientos de arroyos, levanta perfiles topográficos y geológicos, extrae miles de muestras de rocas, busca fósiles, reconoce manaderos naturales de petróleo, saca centenares de fotografías, dibuja estructuras geológicas; además de prestar atención a los paisajes, la flora, la fauna y la calidad de las aguas de ríos, arroyos, vertientes frías y manantiales termales. Da a conocer un informe preliminar sobre esos estudios en 1933 en el Boletín de Informaciones Petroleras (B.I.P., Año X, pp. 451-495, Buenos Aires).

Hagerman continuó sus estudios en el norte argentino, enfocándose en la tipología y génesis del material sedimentario de las formaciones geológicas, lo cual es importante en la industria petrolera en referencia a las rocas madres, las rocas almacén o reservorio y las rocas que actúan de sello en los depósitos hidrocarburíferos. En 1936 dio a conocer un trabajo sobre sus investigaciones acerca del material clástico en formaciones del norte argentino (B.I.P., Año XIII, N° 139, p. 75-120). Hagerman incorporó sus propios métodos en el estudio de los sedimentos, explicó su origen y además creó una novedosa nomenclatura para las capas geológicas identificándolas con letras, desde “Z” las más viejas a “T” y “U” las más nuevas.

Esa terminología de letras, con otras letras como subíndices, estuvo en uso durante décadas, especialmente por los geólogos petroleros, hasta que fue reemplazada por los nombres que se aplican hoy siguiendo los modernos códigos de estratigrafía. Hagerman se destacó por sus trabajos ultra detallados de estratigrafía fina donde no se le escapó ninguna capa por ínfima que ésta fuera. Sobre la base de sus estudios en el norte argentino viajó en 1936 a Suecia donde defendió su tesis doctoral. Los resultados del estudio fueron publicados (en inglés) como “Estudios granulométricos en el norte argentino: Con un capítulo corto sobre la geología regional del centro de Sudamérica” (Anales Geográficos, XVIII, p. 125-213, Estocolmo).

Este trabajo científico se convirtió en un clásico de la literatura geológica de nuestro país. Luego de permanecer por más de una década en Argentina, Hagerman regresó definitivamente a Suecia en 1940. En su país fundó una consultora dedicada a estudios geológicos y a ensayos geotécnicos de rocas, minerales y materias primas para la construcción. Siguió publicando diversos trabajos sobre esos temas, en especial sobre las rocas de construcción de Suecia, otros sobre los limos y arcillas, naturaleza de los suelos, y el último de ellos sobre el “Análisis de imágenes de granos minerales” (1980). Hagerman fue presidente de la Asociación Sueco-Argentina (1949-1953), del Club Polar Sueco (1948-1951) y de la Asociación Sueca de Investigaciones sobre Arcillas (1953-1954). Los últimos años, en su fría Suecia natal, extrañaba sus largas jornadas a caballo en los montes serranos salteños y en una entrevista donde le preguntaron cuál era su hobby favorito respondió: “el trabajo de campo, la vida al aire libre”.

Tor H. Hagerman falleció el 28 de agosto de 1986 a los 87 años de edad y está enterrado en el Cementerio Norte de Estocolmo, en el mismo lugar donde descansan los restos mortales del químico Alfred Nobel, la actriz Ingrid Bergman, entre otros notables de Suecia.

*Doctor en Ciencias Geológicas


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