Luego que SQM concretó su ingreso al negocio del litio en Argentina, al comprar el 50% de Minera Exar, filial de Lithium Americas Corp (LAC), surgieron las dudas sobre los plazos para la ejecución del proyecto.
Desde la nacional no han entregado mayores antecedentes, sólo el hecho esencial donde informaron el negocio, que fue visto por agentes del sector como una movida de presión sobre Corfo en medio del arbitraje por el contrato de explotación del Salar de Atacama.
Sin embargo, los detalles vinieron por parte de LAC, que en una conferencia con inversionistas entregó un cronograma inicial para el desarrollo de la explotación en el salar de Caucharí-Olaroz, al norte de Argentina.
El CEO de LAC, Tom Hodgson, dijo que esperan iniciar la construcción en 2017 para empezar a operar en 2019 y agregó que centrarán sus esfuerzos en actualizar el estudio de factibilidad de 2012.
Este documento establecía un desarrollo de 20 mil toneladas de carbonato de litio. “Es posible que nosotros y SQM decidamos comenzar con 20 mil toneladas y luego adicionemos otras 20 mil toneladas dos o tres años después, lo que será manejado según la demanda del mercado, entre otras cosas”, sostuvo.
Agregó que la producción de potasio duplicaría la de litio, por lo que primero serían 40 mil toneladas y luego 80 mil.
Sobre la inversión, la cifra actualizada emergerá del nuevo estudio que terminaría este año, sin embargo, la previsión inicial era de US$ 314 millones.
“Puedo decir que estamos cómodos con el enfoque en la eficiencia del capital y tratar de ser un productor de bajo costo es absolutamente fundamental para SQM y para nosotros y creemos que así será. Cuando los números sean liberados es probable que no representen un gran riesgo de financiamiento”, precisó.
El CEO también reveló lo que fue un triunfo de SQM sobre Posco, muy interesada en explotar litio en Sudamérica. Si bien la gigante coreana tiene una relación de años con LAC en la que llegaron a compartir tecnología, el directorio optó por la nacional.
Pese al arribo a Argentina, el mayor interés de los bonistas de SQM, según consignó Bloomberg, es la salida del controlador de la firma, Julio Ponce, lo que mejoraría las perspectivas de la compañía para, por ejemplo, alcanzar una solución en la disputa con Corfo por el salar de Atacama.
En el intertanto, en la última sesión de directorio previo a la junta de accionistas, el gerente general, Patricio de Solminihac, presentaría los resultados del plan que le encargaron a McKinsey.
La propuesta apuntaría a un plazo de cinco años incrementar el Ebitda de la firma desde US$ 700 millones a US$ 1.200 millones.
Para lograrlo apuntan a incrementar la presencia en determinados mercados, si descartar compras y seguir insistiendo con la materialización de inversiones en el negocio de minería metálica.