SANTIAGO CARBÓ
Como si de las tres ninfas del wagneriano "El Oro del Rin" se tratara, Estados Unidos, Londres y París han venido custodiando la mayor parte de las reservas de este metal en poder de Alemania. Sin embargo, en 2013 el Gobierno alemán anunció un plan para repatriar progresivamente 674 toneladas de oro, de modo que el volumen mantenido en el exterior se redujera desde el 67% en aquel momento hasta el 50%.
Sin embargo, hemos conocido que el calendario de repatriación se ha ido acelerando y que, tan sólo en 2016 se trasladaron hasta el Bundesbank 216 toneladas, la mayor parte procedentes de Estados Unidos y Francia. El banco central alemán ha anunciado que el plan se culminará en 2017, tres años antes de lo previsto. Vivimos en un mundo plagado de señales y para los analistas y mercados algunas no pasan desapercibidas. Para entender por qué Alemania ha querido recuperar la custodia de gran parte de sus doradas reservas hay que remontarse a 2011 y analizar los desequilibrios que se dan en los flujos y derechos financieros en la eurozona.
Hace seis años se inició un debate entre el Bundesbank y algunos políticos y economistas alemanes. Estos últimos sugerían que una mala resolución de la crisis de deuda soberana —que entonces estaba en plena escalada— dejaría a Alemania en muy mala posición como principal acreedor europeo y que sus reservas de oro serían una buena salvaguarda ante un posible colapso del euro.
De hecho, algunos llegaron a sugerir que en una situación extrema para la moneda única europea podría ser incluso difícil repatriarlo. El banco central, sin embargo, aseguraba que ese riesgo no era importante y que, además, era conveniente diversificar la localización geográfica del oro porque, en situaciones extremas, podría hacer más sencillo para Alemania operar con divisas y obtener financiación. Dos años más tarde, en 2013, se acabó cediendo a las presiones y se inició el plan de relocalización.
Los desequilibrios en la financiación intra-europea se reflejan en el sistema Target. En términos prácticos, este es el sistema de registro y compensación de grandes pagos en tiempo real de la Eurozona. Para algunas enrevesadas mentes teutonas, es en realidad el reflejo de cómo el superávit de Alemania se distribuye en forma de crédito a otros países europeos. Pero los datos son abrumadores.
A finales de 2016, Alemania contaba con un balance positivo en Target de 754.300 millones de euros. Contrastaban ampliamente con el negativo balance de Italia de -356.600 millones de euros. En todo caso, buena parte de estos desequilibrios están también "financiados" por el BCE y sus programas de compra de activos (deuda pública, principalmente).
Parece pues que el país que supuestamente es el pilar de la eurozona se cubre las espaldas para varios "por si acaso". Por si gana Le Pen en Francia, por ejemplo. Por si las cosas se ponen tensas en los mercados cambiarios y el euro se sigue debilitando. Por si Italia no resuelve su crisis bancaria, que no parece que haya muchas noticias de lo contrario. Desde luego, no se puede negar que en Berlín tienen "las pilas puestas".
El oro ha descendido ligeramente durante la mañana de la jornada de negociación de este martes en Europa, ante la subida del dólar, pues los actores del mercado aguardan a conocer más indicios acerca de cuándo se llevará a cabo la próxima subida de los tipos de interés de Estados Unidos.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, el oro para entrega en abril se negoció a 1.234,15 USD por onza troy, a las 3:10, hora de la costa este (las 9:10 en España), dejándose en torno a un 0,4% o 4,95 USD.
Los precios del oro no se liquidaron en el Comex este lunes con motivo de la festividad del Día del Presidente de Estados Unidos.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con respecto a una cesta de otras seis divisas principales, subió un 0,35% hasta 101,27 al comienzo de la jornada de negociación en Londres, a poca distancia de los máximos de más de un mes registrados la semana pasada en 101,75.
Los mercados financieros estarán pendientes de las actas del miércoles de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, así como los datos relativos a la vivienda, para conocer más indicios sobre cuándo se producirá la próxima subida de los tipos de Estados Unidos.
Además, estos días comparecerán una serie de portavoces de la Fed; incluidos el presidente de la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, el de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, y el de la Fed de Atlanta, Dennis Lockhart.
La presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, Loretta Mester, declaró en una comparecencia en Singapur este lunes que se sentiría “cómoda” con una subida de los tipos de interés en este punto si la economía rindiera al ritmo actual.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen, declaró la semana pasada que el banco central de Estados Unidos tendrá seguramente que subir los tipos en su próxima reunión, aunque ha suscitado cierta incertidumbre en torno a la política económica de la Administración de Donald Trump.
Los titulares de Washington serán centro de todas las miradas esta semana, pues los traders aguardan más detalles acerca de las promesas de Trump sobre la reforma fiscal, el gasto en infraestructura y la desregularización.
Por otra parte, la plata del Comex para entrega en marzo se situó en 17,94 USD por onza troy, dejándose un 0,5% o 8,7 centavos.
Mientras, el platino se ha dejado un 0,4% hasta 1.002,20 USD, mientras que el paladio se ha desplomado un 1,3% hasta 769,08 USD por onza.
Por otra parte, los futuros sobre el cobre subieron en torno a un 1,1% o 3,0 centavos hasta situarse en 2,736 USD por libra pues las preocupaciones suscitadas en torno a la interrupción del suministro en Chile e Indonesia respaldan los precios.
Los precios del metal rojo se dispararon la semana pasada hasta situarse en 2,822 USD, máximos de 20 meses, tras las huelgas de trabajadores de la mina chilena Escondida, de BHP Billiton (LON:BLT), y la indonesia Grasberg de Freeport-McMoran (NYSE:FCX).
Entre las dos, las minas producen prácticamente el 10% del total de las reservas mundiales de cobre.