Durante la primera reunión de trabajo del Centro de Convergencias y Buenas Prácticas (Rimay), el mandatario expresó el total respaldo de su Gobierno a la iniciativa planteada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) para lograr una visión a largo plazo que se vea traducida en el desarrollo de las regiones y territorios donde se practica la actividad minera, según resaltó Minería en Línea.
“Tienen todo nuestro respaldo. A veces hay mucha impaciencia por la tramitología, pero son procesos que iremos mejorando de manera conjunta”, expresó el dignatario tras remarcar que “el potencial minero del Perú debe ser puesto en valor para que su riqueza genere bienestar en la población”.
El presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, expresó el interés del Ejecutivo por lograr la diversificación de la economía mediante el desarrollo de una actividad extractiva social y ambientalmente responsable. “Como Gobierno, queremos ser un instrumento para el desarrollo del país y por ello celebro la convergencia de ideas para desarrollar buenas prácticas de la minería en el Perú”, enfatizó.
Francisco Ísmodes enfatizó que la construcción de una visión de largo plazo busca generar puntos de consenso entre los distintos actores involucrados para lograr el desarrollo de la minería que todos los peruanos anhelan. “Tenemos la firme convicción de trabajar en esos consensos que nos permitan fortalecer el desarrollo del país. Este proceso nos permitirá contar con una hoja de ruta para lograr una minería sostenible, inclusiva, con una verdadera contribución que nos lleve al cierre de las brechas que existen, y así lograr mejorar el nivel de vida de todos los peruanos”
En la primera etapa, el Grupo de Alto Nivel participará en ocho reuniones de trabajo, durante un periodo de cuatro, meses culminando el 22 de enero de 2019 con la entrega de su propuesta al Presidente de la República, Martín Vizcarra.
Recibida la propuesta de Visión, el Gobierno hará públicos los lineamientos, al mismo tiempo que conformará los Grupos Técnicos, que tendrán el encargo de trabajar cada una de las prioridades y desarrollarlas, hasta definir las metas. En una segunda etapa, a partir de la propuesta elaborada, se convocará a diálogos regionales en zonas mineras, donde se llevará acabo el mismo proceso que en la primera etapa.
Finalmente, las conclusiones de estos diálogos serán llevadas al Grupo de Alto Nivel que convendrá la versión final de la visión, los indicadores para sus principales atributos, las prioridades para la acción y la hoja de ruta a aplicar.