Expectativas por bajas de retenciones que comenzarían por el Agro
FRANCISCO JUEGUEN
En las últimas horas -tras la cumbre del sábado en Olivos-, el Gobierno inauguró una secuencia con resultados inciertos, por lo menos en el análisis de las empresas privadas. Primero fue frenar la pérdida de dólares -con el cepo mucho más ajustado para ahorristas- y después vendría intentar retomar la agenda proactiva con medidas para sumar divisas. Esto sería este jueves, un día después de que se conozca el recrudecimiento de la pobreza (hoy el Indec dará a conocer los índices del segundo trimestre del año).
Pese a que sus ministros los están discutiendo, en el Gobierno no confirman el lanzamiento de un paquete de medidas que sería anunciado el jueves con el objetivo de sumar divisas y que estaría vinculado con la energía, la minería y el campo. Todo el sector privado ya habla de ellas. "Si hay medidas, va a ser sólo para sumar dólares", relativizaron a LA NACION en un ministerio.
Cambios en el mecanismo de las retenciones para exportaciones en el sector agropecuario y rebajas en la minería para incentivar la liquidación de divisas son opciones que surgen, perdido ya el partido fiscal de este año y para evitar una brusca devaluación. Aparece también, con alto costo fiscal, un nuevo plan gas (con precios mínimos asegurados para la inversión). Es un combo que se escucha también, sin confirmación, en los escritorios de las empresas privadas. "Se pueden bajar las retenciones. La situación fiscal está tan deteriorada que ya es secundaria ante la pérdida de dólares que sufre el Gobierno", analizaron en una entidad empresarial.
"Están trabajando focalizadamente en medidas", dijeron en el sector oleaginoso. "Programa Gas", sugirieron en una petrolera. "Saben que las medidas, como la reestructuración de 60% de la deuda para empresas de energía es complicada", señalaron en otra. "Entre los anuncios para el jueves está bajar las retenciones del 12% al 8% para el oro, como indica la ley de solidaridad social y reactivación productiva de diciembre 2019", precisaron los mineros. Ante la consulta de este medio, en la mesa chica del equipo económico de la Casa Rosada, sólo hubo un emoticón que se traducía en un concepto: "Silencio". Los ministros apagaron sus celulares.
Públicamente, en la Unión Industrial Argentina (UIA), que tuvo hoy su habitual reunión de Junta Directiva, pusieron sólo el foco en el impacto en varias empresas del "aporte extraordinario" sobre las grandes fortunas, más conocido como "impuesto a la riqueza". "No es solamente un aporte de las fortunas personales sino de activos de empresas que invierten y dan empleos de calidad en el país. En el sector industrial, por caso, impacta a pymes que ya llevan dos años y medio de recesión más pandemia", dijo Carolina Castro, integrante de la mesa chica de la entidad fabril, en un tuit días atrás. El comunicado de la UIA volvió, como el martes pasado, a poner el foco sobre el proyecto de Carlos Heller.
"La redacción actual del proyecto de ley no diferencia entre la composición de los patrimonios personales formados por capital productivo -empresas, máquinas e inversión tecnológica en el país- de la proporción compuesta por activos financieros o inmuebles", dijeron los empresarios, y agregaron: "En este sentido, se señaló la necesidad de excluir de la base de imposición a los activos productivos, permitiendo capitalizarlos para inversiones productivas y nuevos empleos".
"La macro es un lío y la política también. Hay cuestionamientos a los precios máximos. Incluso Kulfas (Matías, el ministro de Desarrollo Productivo) tenía un buen set de medidas para impulsar el comercio exterior que fueron vetadas por una cuestión presupuestaria", dijo un empresario, que estuvo en la reunión de la UIA y que cuestionó el freno impuesto por Guzmán, al que calificó con sorna "el Dujovne peronista". Todo en el marco de una visita del FMI, desde el martes que viene, y pese a que el déficit fiscal primario (antes del pago de la deuda) será de 8 puntos del PBI al finalizar este año.
"Lo que hicieron con el contado con liquidación y con la deuda de las empresas privadas estuvo muy mal. Son todas medidas aisladas y vemos con mucha preocupación la falta de un plan macro", dijeron en la Unión Industrial, pese a que varios de sus directivos no levantan la voz: según dicen, en su propia quinta ven una leve reactivación de las ventas, tras la flexibilización de hecho de la cuarentena.
LmNeuquén
Tecpetrol, la empresa del Grupo Techint, no fue autorizada a devolver un préstamo en dólares que usó para levantar Fortín de Piedra, emblema del shale gas.
Es el área récord del gas en Vaca Muerta y quedó presa del cepo que impuso el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para el pago de deudas en dólares al sector empresario.
A través de una comunicación a la Comisión Nacional de Valores, el brazo petrolero del Grupo Techint, Tecpetrol, comunicó que no pudo pagar vencimientos en dólares para cumplir con el pago de la cuota de un préstamo que había recibido de Tecpetrol Internacional S.L., la sede central de la empresa que opera en Neuquén. Era un pago de casi 35 millones de dólares, de un total recibido de 370 millones que formaron parte de una inversión total de 2300 millones que hizo la empresa en su principal bloque en Vaca Muerta, Fortín de Piedra.
En la comunicación, la empresa informa que se trata de la “suma de USD 15.000.000 en concepto de cancelación del capital del préstamo; y (ii) de la cancelación de una cuota de capital de USD 29.714.212,12 del préstamo acordado el 03 de julio de 2018 entre Tecpetrol S.A. (en carácter de mutuaria) y Tecpetrol Internacional S.L. (en carácter de mutuante).
La empresa afirma que no pudo cumplir con estos pagos por "la falta de autorizaciones correspondientes” por las medidas que puso en funcionamiento el BCRA días atrás, que limitan el acceso a dólares para el pago de deudas contraídas por empresas en Argentina.
En este caso, se trata de un pago entre dos firmas que son parte del mismo holding empresario, pero ponen una tensión adicional dentro del sector petrolero, en una etapa de definiciones de la política energética.
Fortín de Piedra es el principal proyecto gasífero del país. Tecpetrol lo levantó en poco menos de dos años. Esa inversión demostró todo el potencial del shale gas de Vaca Muerta.
Allí la empresa construyó una planta de tratamiento para el gas que obtiene en el yacimiento ubicado de cercanías de Añelo, que le permitirían procesar casi 20 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas.
Con todo, la firma llegó a procesar unos 17,5 MMm3/d, antes de que las condiciones internas de bajos precios del gas y falta de mercados en buena parte del año, hicieran moderar su actual producción diaria, sobre todo en el actual contexto de la cuarentena que tuvo un impacto determinante en los niveles de la demanda.
El BCRA había definido días atrás que las empresas que tuvieran que cancelar deudas podrían acceder a 40% del monto total de lo que debieran pagar en la plaza local.
Las grandes compañías petroleras con inversiones en Vaca Muerta lo ven como un problema más en un contexto de incertidumbre política y económica que ya supera el año de duración, cuando el gobierno anterior tomó medidas macroeconómicas que afectaron al sector, algo que en buena medida no pudo corregir la administración actual.
Fortín de Piedra es una apuesta de las más grandes del país, que se levantó en tiempo récord, algo solo posible en Argentina con la experiencia de Techint en diversos rubros industriales.
Durante su etapa de construcción e ingreso en producción empleó a miles de trabajadores.
Hoy el área, en la que también Tecpetrol tenía en entre sus planes ir hacia una ventana productiva de condensados (crudo), además de la de gas, espera mejores condiciones para su desarrollo.
El gobierno nacional trabaja en un nuevo Plan Gas, que establecerá un precio estímulo para el sector. Como ya lo informó +e, ese plan contendrá en su articulado algún paliativo para el acceso a la divisa estadounidense.
El Cronista
EZEQUIEL CHABAY
El gobierno de los Estados Unidos espera que la Argentina pueda "desmantelar" las restricciones introducidas en el mercado cambiario y en otras actividades de interés para los inversores de ese país, entendiendo que las regulaciones emitidas en un contexto de crisis como la que se ha profundizado por la pandemia de coronavirus son entendibles, aunque insiste en que tengan una fecha clara de término para mejorar el clima de negocios.
En estos términos se expresó Kevin O'Reilly , el hombre a cargo de llevar la relación de Washington con la región sudamericana, en dos coloquios organizados este miércoles por Amcham y la embajada norteamericana en Buenos Aires, respectivamente. Allí insistió en dar previsibilidad y reglas de juego claras al sector privado.
El subsecretario adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado presentó ante inversionistas, empresarios, funcionarios y periodistas "una mirada norteamericana" sobre las "posibilidades de la región y de la Argentina" , justo cuando el Gobierno intenta desarticular lo que ha definido como una campaña malintencionada para extender la concepción generalizada de que se está produciendo un éxodo masivo de empresas del mercado local.
O'Reilly es el mismo funcionario que visitó el país en enero para reunirse con el ministro de Economía, Martín Guzmán , y otros empresarios que tenían dudas -al igual que su gobierno- sobre algunas señales equívocas que había dado el presidente Alberto Fernández en el frente externo, y que se acentuaron esta semana por el rechazo al informe sobre violaciones de los derechos humanos en Venezuela que efectuó el embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi . La situación provocó un roce y la Cancillería, extraoficialmente, salió al cruce diciendo que Raimundi -dirigente del Partido Solidario, ligado a Carlos Heller - se extralimitó y expresó opiniones personales que no representan al Estado.
Si bien O'Reilly subrayó el buen entendimiento con la Argentina e hizo votos por continuar el vínculo bilateral, a la vez que apoyó el diálogo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstate, el estadounidense declaró que su gobierno espera que "durante el curso de recuperación económica Argentina ofrezca un mayor clima de inversión que permita y que las medidas de corto plazo, tendientes a poner límites sobre la actividad privada, vayan desapareciendo" .
O'Reilly abordó las restricciones de acceso y movilización de activos introducidas hace pocos días para frenar la presión sobre la cotización del dólar y las reservas del Banco Central, y exigió "reglas de competencia de mercado" y "una cancha nivelada para todos".
"Cuando el ministro Martín Guzmán habla de adoptar medidas transitorias para surfear la crisis, las respetamos como parte de un gobierno democrático. El período de transición es difícil de determinar, y entiendo que la pandemia agregada sobre toda la situación es un desafío enorme", también comentó.
"Confiamos en que la Argentina va a seguir siendo un socio que toma decisiones confiables y de forma democrática para su sociedad".
El subsecretario de Estado evaluó que las empresas estadounidenses quisieran invertir fuertemente en energía e infraestructura, y particularmente en el desarrollo de la cadena de proveedores ligada al yacimiento de Vaca Muerta . No obstante, consideró que las condiciones no están dadas por el momento.
"Tenemos la esperanza de que haya más facilidades para financiar proyectos de infraestructura más adelante. Mirábamos con intención la provisión de servicios en Vaca Muerta, y sabemos que ahora eso está complicado ", ponderó el estadounidense sobre un sector en el que el Gobierno también apuesta a desarrollar la cadena de valor con jugadores locales.
De igual modo, O'Reilly fue contundente en rechazar el Decreto 690/2020 que declaró esenciales los servicios de telecomunicaciones y dejó en manejo del Estado las tarifas a cobrar a los usuarios.
"Esperamos competir libremente en la expansión de las redes de comunicación en la Argentina, pero eso depende de cómo la Argentina organiza las reglas de juego del sector" , avisó. Consultado sobre el DNU firmado por el presidente, consideró que puede ocasionar a corto plazo que "los argentinos y las empresas tienen problemas para acceder a la innovación y los insumos que necesitan para competir en el mercado internacional", e insistió: "Ojalá todo esto transitorio de mar " .
