DANIEL BOSQUE

Es la reina de las obviedades: entre la prolongada cuarentena con sus costosos protocolos y el cerrado super cepo cambiario, hoy el clima no es el mejor en las empresas mineras. Un dato de las últimas horas que tal vez haya llegado, a caballo a de los chismes, hasta los despachos oficiales de Buenos Aires es el rosario de quejas en el webinar de ayer de la Cámara Minera de San Juan (CMSJ) con la prensa especializada. 

Más del 70% de lo que exporta la industria minera argentina es oro y plata. Argentina de hoy es así: nueve meses después de su promulgación,  no termina de aplicarse lo dispuesto por el artículo 52 de la Ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública: Las alícuotas de los derechos de exportación para hidrocarburos y minería no podrán superar el ocho por ciento (8%) del valor imponible o del precio oficial FOB. En ningún caso el derecho de exportación de hidrocarburos podrá disminuir el valor Boca de Pozo para el cálculo y pago de regalías a las provincias productoras.

Tanto es así que Minera Andina del Sol (Barrick + Shandong) operadora de Veladero interpuso en la Justicia una acción para dejar claro que no debe oblar el 12%, la que fue  rechazada por la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, un órgano judicial que siempre que puede falla en contra de los intereses mineros.

Sin embargo, fuentes confiables aseguraron a Mining Press que está en la puerta del horno la noticia que esperan las mineras: el anuncio dela validación sin ambages, en el marco de los estímulos a la inversión de los que tanto se habla en estas horas, de que  la alícuota que vale es la que reza la ley arriba mencionada.

No son dos pesos ni dos dólares sino toda una ecuación, arguyen las mineras que en este estado de cosas y con el telón de fondo de la policromía de dólares que hoy tiene la Argentina, las minas auríferas están exportando su producción a un valor neteado de US$ 1.000.

En tanto, las corrientes pro inversión en el Estado Nacional intentan avanzar en la consideración de otro reclamo sectorial: la flexibilización en la liquidación de divisas, tanto como para qué un 25 o un 20 por ciento de lo facturado a compradores del Exterior les quede en libre disponibilidad y a salvo del rígido corset  del BCRA. De esta forma, se busca facilitar cuestiones básicas para su evolución como es el pago de dividendos y el cumplimiento de compromisos externos.

El país, el mundo y la minería argentina no son lo que eran en el lejano 1993 cuando se promulgó la Ley 24.196, de Inversiones Mineras, la norma angular que dio lugar al desarrollo metalífero en la Argentina, incentivado entre otros estímulos por la libre liquidación de divisas que fue borrado de un plumazo en el estreno del segundo gobierno de Cristina Kirchner, cuando la crisis de las cuentas nacionales era inocultable.

- ¿Qué le dirían al ministro Kulfas si estuvieran frente a frente café de por medio?, preguntó este diario a los referentes de la minería sanjuanina en el zoom citado más arriba.

-Que se aplique la Ley de Inversiones Mineras, dijo uno de ellos como síntesis.

Por ahora eso parece más difícil que sacarse el barbijo pero, mientras tanto, las reparaciones al actual cuadro de cosas que el gobierno estaría preparando podrían aliviar las finanzas de las  empresas.

Dicho esto, aquí conviene abrir un paréntesis. Porque no es pacífica la doctrina justicialista con respecto a cómo tratar a y qué obtener de la minería, en la dura cuarentena 2020. Mientras que en la Nación y en las provincias hay funcionarios que se rompen los cuernos en cómo alentar la inversión (otro ensayo en esta línea sería el de obras por impuestos al estlo del OxI peruano que anunciaría San Juan), por otro lado hay "tanques de ideas" del peronismo que buscan un lugar bajo el sol y se imaginan más tributos y participación estatal de los que ha ido informado este diario en los últimos tiempos.

Hay mucho más, pero los manuales del periodismo digital aconsejan brevedad, todos tenemos bastante información para consumir. Continuará.

El cierre de esta crónica hoy queda a cargo de la siempre vigente Mafalda: