Cada empresa deberá presentar una carpeta con inversión estimada y planes para su reactivación
El Gobierno de Rodolfo Suárez envió a la Legislatura la Ley Mendoza Activa Hidrocarburos, un plan que, de la mano de otras normativas ya presentadas, tiene como objetivo vigorizar la economía en contexto de pandemia.
El proyecto, que contempla incentivos fiscales para reactivar pequeños yacimientos que han quedado inactivos, apunta a un sector que, entre explotación directa y actividades vinculadas, representa un 25% del Producto Bruto Geográfico de Mendoza. El plan incluye pozos petrolíferos, gasíferos, sumideros, acuíferos e inyectores.
Para elaborar este proyecto, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié, el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú y el director de Hidrocarburos, Estanislao Schiardi, mantuvieron una serie de reuniones de trabajo con sindicatos, empresas y cámaras empresariales.
Con este plan, que funciona de modo similar a Mendoza Activa, cada empresa deberá presentar una carpeta con inversión estimada y planes para su reactivación que incluya contrataciones a la cadena de pymes local y emplee a mendocinos. A cambio, obtendrá un reintegro del 40% en Ingresos Brutos y Regalías.
Las inversiones bajo este programa pueden ir desde $571 a $2.074 millones: durante un período, el Estado cederá un porcentaje de regalías e impuestos, pero a cambio, logrará reactivar petroleras y pymes de servicios asociados pensando en la pandemia y en la post-pandemia.
A largo plazo, el programa logrará revitalizar un sector que representa la principal actividad económica de la provincia, publicó Mendoza Voz.
Mendoza es una provincia petrolera. De hecho, esta industria representa alrededor de un 30 por ciento de su economía, según las autoridades provinciales. Dos cuencas sedimentarias se expresan en territorio mendocino: la Cuenca Cuyana, hacia el sur de la ciudad capital, y la Neuquina, de Malargüe hasta el límite con Neuquén.
Precisamente, es en la Cuenca Neuquina de Mendoza, en el sur, en donde existe hoy la mayor parte de la actividad: si bien la provincia aporta un 16% de la producción total de petróleo de la Argentina, y el 4% del gas, el 70% proviene de Cuenca Neuquina y el resto de Cuenca Cuyana.
La noticia del comienzo del desarrollo de Vaca Muerta en Mendoza causó cierta inquietud en algunas localidades; en especial, en General Alvear y en San Rafael, ambas sobre la Cuenca Cuyana y sin indicios de poseer hidrocarburos, a partir de la información de datos falsos sobre la estimulación hidráulica (fracking) y el supuesto ocultamiento de informes que demostrarían contaminación, tras las primeras pruebas de fracturas, ambas cuestiones rotundamente desmentidas.
También se ha denunciado la posible depredación del recurso hídrico, de por sí escaso en la provincia. Sin embargo, tanto los ensayos como un eventual desarrollo se harían básicamente con ”agua de producción”; es decir, el agua que proviene junto con el petróleo convencional de acuíferos muy profundos, no apta para el consumo humano y que, de todas maneras, también se reinyecta. De esta forma, la necesidad de recurso hídrico sería mínima.
Es importante recordar que no sería posible desarrollar esta actividad si pusiera en riesgo dicho recurso para uso humano. En el sur de Mendoza, las zonas de interés de la formación Vaca Muerta se encuentran a profundidades algo menores que en Neuquén, aunque siempre más allá de los 1500 metros, a más de un kilómetro de profundidad de acuíferos de agua dulce. El petróleo presente en Vaca Muerta podría resultar algo más denso que en Neuquén y, por lo tanto, más difícil de mover. Sin embargo, las zonas ubicadas al oeste del frente de la llamada “faja de plegamiento” tendrían la ventaja de ya estar muy fracturadas naturalmente, facilitando la obtención del crudo, destacó el sitio especializado Shale en Argentina del IAPG
El Gobierno de Mendoza implementa planes de reactivación junto con el sector privado desde el mes de marzo, cuando la pandemia llegó a Argentina y comenzó a afectar seriamente a pymes locales.
Por un lado lanzó Mendoza Activa, cuyo objetivo central es dar oxígeno al sector privado, afectado por las medidas de aislamiento y el desplome de sectores productivos en Argentina, y así inyectar movimiento a toda la cadena productiva mendocina, que es la que finalmente aporta al Estado para que pueda dar sus prestaciones a los ciudadanos.
Este programa está destinado a proyectos de inversión en Mendoza en construcción, comercio, industria y agricultura. A cambio, los individuos, empresas y familias tienen beneficios fiscales, bonificaciones del 40% de la inversión, dinero en billeteras virtuales y acompañamiento permanente.
Por otro lado, el Gobierno logró, luego de arduas negociaciones, que YPF volviera a comprar crudo a las 10 petroleras independientes que siguen operando en Mendoza, y de establecer un precio para el barril criollo, mejorando las perspectivas para el sector, que es uno de los motores de la economía local.
Ahora se sumará este programa, que llegará a las empresas más pequeñas y más perjudicadas, que no han podido seguir operando en sus pozos de petróleo; y que atraerá inversiones gracias a incentivos fiscales y créditos para volver a invertir en proveedores locales, informó Diario Uno