Merkel aseguró que Ucrania no sufrirá por la construcción del gasoducto ruso Nord Stream 2 -que irá desde Rusia a Alemania- y que no permitiría su uso como "arma geopolítica", en alusión a las tensas relaciones que mantienen Rusia y Ucrania desde la anexión de Crimea y el conflicto que asedia la zona fronteriza del Donbass.

"Nos tomamos muy en serio las preocupaciones de Ucrania, y hablé de ellas en Moscú con el presidente ruso Vladimir Putin (...) Nosotros, en Alemania, en Europa, impondremos nuevas sanciones si Rusia utiliza ese gasoducto como arma", dijo Merkel como amenaza a las posibles acciones de bloqueo energético por parte de Moscú contra Kiev.

No obstante, Zelenski dijo que las conversaciones sobre su futuro como país de tránsito del Nord Stream 2 habían sido vagas. Que el gasoducto que proporcionará servicios a los países occidentales no pase por Ucrania ha sido señalado como una estrategia de boicot por parte del dirigente.

"Ucrania es el país más afectado por el Nord Stream 2. "Creo que esto es un arma. Creo que no advertir que se trata de un arma peligrosa, no sólo para Ucrania sino para toda Europa, es un error", apuntó Zelenski mientras señalaba que Rusia tenía en sus manos la fluctuación de precios del gas.

Al respecto, Merkel apuntó que el reciente pacto entre Alemania y Estados Unidos acerca de Nord Stream 2 tenía precisamente como objetivo abordar las preocupaciones de seguridad de Ucrania. También recordó que durante su estadía en Moscú, presionó para que Putin alargara el suministro de gas a Ucrania más allá del 2024, que es cuando vence el contrato con la nación rival. Durante la reunión con Zelenski también se acordó que Alemania apoyará la transición gradual de Ucrania a las energías renovables.

Acuerdo entre EE.UU. y Alemania

El pasado mes de julio, Alemania y EE.UU. llegaron a un acuerdo sobre el proyecto por el que Berlín se comprometía a a tomar medidas por su cuenta contra Rusia y a respaldar acciones a nivel de la Unión Europea en el caso de que Moscú intentara usar la energía como arma o emprendiera una acción agresiva contra Ucrania.

Asimismo, Berlín tendrá que buscar una extensión de 10 años del acuerdo entre Kiev y Moscú sobre el tránsito de gas que expira en 2024. De este modo, el pacto busca "limitar las capacidades de exportación rusas en el sector energético", según detalló entonces la subsecretaria de Estado de EE.UU., Victoria Nuland.

La herida abierta de la región de Donbass

El conflicto que se vive en la región de Donbass es una herida abierta y fue el punto de inflexión para las relaciones de muchas potencias occidentales con Rusia, como es el caso de Alemania, con la anexión de la Península de Crimea en 2014 como otro territorio ruso de forma "ilegal", según lo que consideran muchas potencias.

Ahora, Alemania intenta impulsar conversaciones para solucionar el conflicto a poco más de un mes de que termine el mandato de Merkel como canciller, tras 16 años al mando del país. 

"Nosotros hemos abordado ese tema y confío en que su discusión se reanude próximamente", dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, al respecto tras su encuentro con Merkel. No obstante, advirtió que necesitaría más detalles al respecto antes de abrir la posibilidad de nuevas negociaciones y de alargar el acuerdo de tránsito más allá de 2024.

Por su parte, Zelenski también se mostró abierto ante esta posibilidad, algo para lo que Merkel propuso establecer una mesa de diálogo con países como Francia, Alemania, Rusia y Ucrania, en lo que sería la primera reunión al respecto desde finales de 2019.

Los combates entre las fuerzas ucranianas y los rebeldes separatistas, respaldados por Rusia, ya se han cobrado un alto número de vidas humanas: más 14.000 muertos desde 2014 entre los dos bandos.

Si se vuelven a sentar para dialogar, no sería la primera vez que Alemania y Francia han impulsado una negociación y una resolución pacífica del conflicto. Ya lo hicieron en 2015 en Minsk, cuando se consiguió un alto al fuego que ha sido violado en repetidas ocasiones. 

En esta línea, Zelenski aseguró que quiere un alto al fuego definitivo, pero que respete la integridad territorial del país. Una afirmación que Putin desmiente, ya que aseguró que la aprobación de nuevas legislaciones ucranianas al respecto de la situación en Donbass implicarían la salida unilateral de Ucrania del Acuerdo de Minsk.

Sin un cese a la vista en el horizonte, Ucrania pidió este 22 de agosto a sus socios occidentales que sigan presionando a Rusia y que apliquen sanciones en su contra si es necesario. También apuntó que espera que el sucesor o sucesora de Merkel tengan el mismo compromiso con Ucrania que el de la política del CDU.

"Mientras no haya avances, la presión sobre Rusia debe continuar. Queremos ver los esfuerzos activos de nuestros socios occidentales", apuntó en una rueda de prensa ante los medios de comunicación. 

Los expertos consideran que la apertura de más pasos en la línea de contacto u otras cuestiones humanitarias son imprescindibles para evitar la pérdida de más vidas humanas en la región de Donbass, donde el acceso es muy difícil.