El director de Seguridad Medioambiental de Repsol, José Terol, explicó que en las zonas costeras de difícil acceso, como acantilados y roqueríos, la limpieza tomará más tiempo
El director de Seguridad Medioambiental de Repsol, el español José Terol, señaló que la empresa terminaría la limpieza de la costa central de Perú - afectada por el derrame de más de 12,000 barriles de crudo tras un incidente en la refinería La Pampilla - en marzo y no a finales de febrero, como se había estimado anteriormente.
“A mediados de febrero ya no habrá manchas en el mar. Estimamos que si las condiciones meteorológicas nos acompañan será a mediados del mes de marzo (que finalice la recuperación de las playas e islas alcanzadas por el crudo)”, señaló Terol a la prensa, según informó la agencia AFP.
Terol sostuvo que “en un escenario optimista los trabajos (de limpieza de crudo) en la zona de difícil acceso terminarán a finales de marzo”. Explicó que en las zonas costeras de difícil acceso, como acantilados y roqueríos, la limpieza tomará más tiempo.
TRABAJOS DE LIMPIEZA
Actualmente, el centro de operaciones de Repsol trabaja para monitorear la limpieza del litoral peruano, apoyado por 18 satélites que toman imágenes desde el espacio de las manchas de crudo en el mar y playas.
“El operativo alcanza casi las 3.000 personas repartidas de la siguiente manera: tenemos 2.400 en el lado tierra, 500 en el mar y 90 en centro de operaciones y comando”, explicó Terol.
Se conoció que hasta ahora ha sido recuperado el 32% del crudo derramado y que dos veces al día especialistas de Repsol sobrevuelan la zona afectada en helicóptero.
“Estamos trabajando día y noche para resolver y procesar información para tomar las mejores decisiones”, añadió Terol, indicando que Repsol ha contratado a 50 empresas extranjeras especialistas en derrame de petróleo.
El vocero de la institución informó que estos animales son trasladados al Parque de las Leyendas para que reciban los cuidados correspondientes.
REPSOL LEVANTA OBSERVACIONES DE OEFA
Repsol presentó a las autoridades de la OEFA los planes requeridos en la resolución del día 31 de enero que establece el cierre de las instalaciones marítimas de la Refinería La Pampilla, por el derrame de petróleo ocurrido el 15 de enero.
La documentación presentada -dice la empresa- es la siguiente: la actualización del plan de contingencia y el plan de gestión ante derrames de hidrocarburos en mar. Ambos documentos incorporan los más altos estándares internacionales.
Anota está en permanente contacto y a disposición de las autoridades para cumplir con las nuevas exigencias y continuar con las actividades portuarias en los terminales 1, 3 y 4, ajenos al derrame de petróleo.
Acota que la refinería cuenta con un inventario que cumple con lo requerido por las leyes peruanas, es decir, stock de 15 días.
“Recordamos que los productos de la Refinería La Pampilla representan el 40% del mercado peruano de combustibles y, por ello, Repsol realizará los mayores esfuerzos para evitar el riesgo de desabastecimiento de productos esenciales para los ciudadanos peruanos y el desarrollo del país”.
Anota que su compromiso con las labores de limpieza es absoluto y que continúa centrando todos los recursos y esfuerzos en las tareas de limpieza del derrame y apoyo a las poblaciones y la fauna.
QUÉ PIDIÓ OEFA
La medida dispuesto por la OEFA, que depende del Ministerio del Ambiente, implica en la práctica la paralización de las actividades en los Terminales Multiboyas número 1, 2 y 3 así como en el Terminal Monoboya T-4 operadas por la Refinería La Pampilla (Repsol) hasta que presente un plan de gestión ante derrame de hidrocarburos en el mar.
Al igual que certificaciones actualizadas de las autoridades competentes que aprueben la integridad de dichas instalaciones, donde se garantice la operatividad de los terminales, a fin de evitar daños a los componentes ambientales.
Si bien la medida -como se indica desde la OEFA- sería levantada apenas la empresa cumpla en los próximos días con “presentar el plan de gestión y documentos sustentatorios que aseguren su capacidad operativa ante algún nuevo incidente que pudiera ocurrir en los Terminales Multiboyas 1, 2 y 3 y el Monoboya T-4″.