En contextos de incertidumbre, los ahorristas se posicionan en oro, que está cerca de alcanzar uno de sus valores más altos en la historia
MELISA REINHOLD
A medida que las tropas rusas invadían el territorio de Ucrania, el precio del oro empezó a trepar y quedó cerca de la barrera de los US$2.000, cifra que solo se tocó una vez en la historia. Hoy los mercados globales están cargados de tensión, incertidumbre y números en rojo. Por eso, cuando el mundo tambalea, el metal preciado se vuelve un lugar seguro.
“El oro ha sido un refugio privilegiado para los inversores históricamente, ante escenarios de alta incertidumbre. Es protagonista de los movimientos de flujos hacia la calidad conocidos como “flight to quality” en el mercado, con lo cual si quisiéramos resumir los factores que impulsan su demanda como activo financiero podemos mencionar contextos de crisis global extremos (pandemia, guerras), debilitamiento del dólar como moneda y cuestiones intrínsecas vinculadas con su cadena de valor”, explicó Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores.
El pasado jueves 24, el metal precioso se vendió a US$ 1.966 por onza, muy por encima de los US$ 1.800 que registraba a comienzos de enero. A este ritmo, busca alcanzar la barrera de los US$ 2.000, cifra que solo alcanzó una vez en la historia: en agosto de 2020, con la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, la tensión en los mercados empezó antes, con la llegada de 2022. Entre la inflación a nivel global, las tensiones geopolíticas y a la espera de la suba de tasas que anunciaría la Reserva Federal de Estados Unidos en el primer trimestre del año, el oro ha ido ganando protagonismo. Es por eso que figuras como Robert Kiyosaki, autor del best-seller Padre rico, padre pobre, recomendó en reiteradas ocasiones invertir en activos como el oro, la plata y hasta el bitcoin.
Según Torchia, una de las virtudes de esta inversión es la capacidad de protección ante la inflación en dólares, tema que estará presente a lo largo de todo el año. El último dato de inflación de Estados Unidos reveló que en enero el país tuvo una suba generalizada de los precios del 7,5% interanual, cifra que no se registraba desde hace 40 años.
“Pese a este comportamiento, los retornos no han sido siempre lineales y en ocasiones los inversores han sufrido pérdidas de capital apostando al oro en el mediano plazo. En el contexto actual de inflación global y de tensión geopolítica, consideramos que los commodities en general pueden experimentar retornos interesantes y favorecemos la energía y los materiales sobre la base de una inflación más persistente que lo previsto en Estados Unidos y las muy posibles políticas expansivas que podría llevar adelante China durante este año”, sumó Juan Manuel Franco, economista de Grupo SBS.
Para Torchia, este año posicionarse en oro podría ser una oportunidad, aunque conservadora. Por ejemplo, desde Argentina una opción es optar por los Certificados de Depósitos Argentinos (Cedears) e inclinarse por compañías relacionadas con el metal precioso, como Barrick Gold, Yamana Gold y Harmony Gold.
En lo que va del año registran alzas del 22,10%, 23,40% y 3,81%, respectivamente.
“No obstante, es importante mencionar que para aquellos inversores que busquen capturar rendimientos de forma más dinámica, el oro podría no ser una alternativa adecuada, ya que con la perspectiva mencionada, sería una estrategia más bien de carácter defensivo ante shocks inflacionarios / monetarios a nivel global”, cerró.