GEORGE RUSSELL
Rio Tinto, General Motors y el Departamento de Energía de los EE.UU., están invirtiendo fuertemente en una serie de tecnologías más nuevas que podrían revolucionar la forma en que se produce el litio para las baterías de los vehículos eléctricos.
Ahora esas tecnologías solo tienen que demostrar que funcionan a escala comercial.
Si lo hacen, las mineras podrán impulsar la producción mundial de litio con una huella mucho más pequeña que las minas a cielo abierto y los estanques de evaporación, que a menudo tienen el tamaño de varios campos de fútbol y son impopulares entre las comunidades locales.
Estas tecnologías denominadas de extracción directa de litio (DLE) extraen el metal blanco de la salmuera utilizando filtros, membranas, perlas de cerámica u otros equipos que normalmente se pueden alojar en un pequeño almacén.
Pero a menudo usan mucha agua potable y electricidad, y ninguno ha funcionado a escala comercial.
Los fabricantes de automóviles, las empresas mineras y los inversores mundiales están invirtiendo millones de dólares en empresas de DLE, apostando a que pueden suministrar la mayor parte del litio necesario para impulsar la revolución de los vehículos eléctricos.
“Es un gran cambio de juego. Hay grandes oportunidades”, dijo la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, en una conferencia el mes pasado sobre DLE.
El departamento de Granholm otorgó a Berkshire Hathaway de Warren Buffett una subvención de US$ 15 millones para probar la tecnología DLE en Salton Sea de California, bajo la cual se encuentran grandes depósitos geotérmicos de litio, y está considerando financiar otros proyectos DLE.
Las tecnologías DLE desafiarían a los mineros tradicionales como Albemarle, el mayor productor de litio del mundo, y a los futuros mineros como Lithium Americas, Pioneer y Piedmont Lithium.
Albemarle está estudiando varias tecnologías DLE, pero sus ejecutivos han dicho que es probable que DLE funcione mejor cuando se diseña para un depósito de litio específico, lo que podría frenar el entusiasmo.
El gran uso de agua por parte de varios tipos de tecnologías DLE ha llamado la atención. La tecnología en la que confía General Motors para suministrar una "cantidad considerable" de su litio de la región del Mar de Salton utiliza 10 toneladas de agua por cada tonelada de litio producida.
La empresa privada Lilac Solutions, respaldada por BMW y Breakthrough Energy Ventures de Bill Gates, desarrolló esa tecnología y dijo que podría usar una planta desalinizadora para filtrar el agua salobre y evitar el uso de agua potable.
“Si es necesario, estamos dispuestos a realizar esas inversiones de capital para garantizar que no estamos poniendo en peligro el agua dulce de nadie”, dijo el director ejecutivo de Lilac, Dave Snydacker.
“La nueva tecnología es absolutamente esencial para que la sociedad obtenga los volúmenes de litio que son necesarios para los vehículos eléctricos”, agregó.
El destacado vendedor en corto Hindenburg Research emitió un informe de 59 páginas en febrero cuestionando si la tecnología DLE de Standard Lithium funciona, a pesar del respaldo para su proyecto de Arkansas de los gigantes químicos Koch Industries y Lanxess.
"DLE es una de esas tecnologías que ha sido una esperanza y una oración, Ave María para la mayoría, por lo que es un terreno fértil para los promotores de acciones", dijo Nathan Anderson de Hindenburg.
Standard cuestionó las acusaciones en el informe, que borró más de US$ 300 millones en el valor de mercado de Standard en un día y avivó los temores sobre el movimiento DLE. La acción se ha recuperado parcialmente.
Hay docenas de empresas centradas en DLE en todo el mundo, algunas con sus propias tecnologías, algunas con una superficie rica en salmuera y otras con ambas.
“La extracción directa de litio se está convirtiendo en un tema candente”, dijo Olivier Le Peuch, director ejecutivo de Schlumberger, que está desarrollando la tecnología DLE con Panasonic.
Espera abastecer a la Gigafábrica de Nevada de Tesla, pero ha reconocido que debe encontrar una manera de producir el metal sin agua potable.
Rio Tinto pagó US$ 825 millones en diciembre pasado por un proyecto DLE en Argentina, que dijo que “tiene el potencial de aumentar significativamente las recuperaciones de litio en comparación con los estanques de evaporación solar”.
