El último informe de ejecución presupuestaria que elaboró la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), “Análisis de la ejecución presupuestaria de la administración nacional” resalta el crecimiento de los fondos destinados a transferencias al sector energético, nucleados especialmente en Cammesa, pero también distribuidos a Ieasa, el Plan Gas y el resto de los programas a los que ingresan fondos en concepto de subsidios.

Según las cifras del informe, el gasto en subsidios energéticos creció un 90% interanual comparando el primer trimestre de 2021 con el de 2022. A marzo de este año, se llevan erogados $ 305.428 millones, a razón de $ 3.400 millones por día.

El aumento se explica principalmente por la brecha creciente entre los precios de generación de la electricidad y las tarifas que paga la demanda.

Sobre este punto, la OPC detalla que en febrero de este año las tarifas que pagan los usuarios sólo alcanzan a cubrir el 33% del costo de generación de la energía eléctrica. En febrero del año pasado, esa cobertura alcanzaba al 43%.

Esta brecha es la que, precisamente, procura acortar el Ministerio de Economía con un nuevo aumento en las tarifas de gas y energía eléctrica. Se trata de uno de los compromisos que asumió el Gobierno en el acuerdo que suscribió con el Fondo Monetario Internacional (FMI): allí se estableció como meta una reducción de 0,6% del PBI de los subsidios energéticos este año. En función de ello, la secretaría de Energía, conducida por Darío Martínez, convocó a audiencias públicas a realizarse el 10, 11 y 12 del mes próximo para discutir el nuevo cuadro tarifario.

Los recursos enviados para la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), que concentran más del 80% de los fondos utilizados en subsidios. Solo a Cammesa se le enviaron $265.323 millones en el primer trimestre. Los otros $40.000 millones se distribuyeron entre Ieasa y el denominado Plan Gas.

En los primeros días de abril, según el sitio oficial Presupuesto Abierto, las transferencias crecieron en $30.000 millones, por lo que el global trepó a $335.000 millones en el devengado del programa Formulación y  Ejecución de la Política de Energía Eléctrica. 

El informe plantea que según Cammesa el precio medio de generación de energía en febrero se ubicó en $ 8.760/MWh, implicando un incremento del 63% interanual, mientras que el precio estacional que paga la demanda distribuidor fue de $2.923/MWh, un 28% de suba interanual.

En ese marco, asegura el informe, la cobertura del costo de generación mediante tarifas se redujo del 43% en febrero de 2021 a 33% en el mismo mes de este año. Y resalta que este último porcentaje conjuga una cobertura para el segmento de usuarios residenciales del 23%, para la demanda general no residencial del 26%, y para el resto de los grandes usuarios, del 95%. También informa que incorporando los precios de compra de energía de los grandes usuarios mayoristas el porcentaje de cobertura pasó del 55% al 43% de un año a otro.

En medio de las innumerables internas por el control de la política económica, el Gobierno avanza con la realización de audiencias públicas para definir las nuevas subas de luz y gas, entre el 10 y el 12 de mayo.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al firmar el acuerdo a una reducción de subsidios energéticos. De esa forma, anunció que todos los clientes pagarían aumentos superiores a los actuales.

Los funcionarios del área de Energía que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner eran reacios a una segunda ronda de subas. Entienden que las mismas serán impopulares y que no solucionarán el grueso de los subsidios.

En ese contexto, el principal referente del kirchnerismo en Energía, Federico Basualdo, elevó al secretario Darío Martínez un informe en el que analiza los aumentos, que plantean que las subas acordadas en el marco del pacto con el Fondo Monetario (FMI) derivarán en nuevos aumentos, en el mes de junio, que pueden llegar al 65% para los sectores medios.