Perú retrocedió ocho posiciones en el ranking del Instituto Fraser. En cuatro años ha pasado del puesto 14° al 42° ¿Qué hay detrás de estos resultados?
El Índice de Atractivo a la Inversión Minera del Instituto Fraser siempre da para comentarios. Este se obtiene en base a la evaluación de dos aspectos sobre cómo los inversionistas perciben a las regiones mineras.
De un lado, el potencial geológico y, del otro, las condiciones de política o factores que podrían influir en su decisión de inversión. Esta vez, los últimos resultados corresponden a datos recogidos entre agosto y noviembre del 2021, por lo que la situación observada en lo que va del 2022 no ha sido tomada en consideración.
Perú se ubicó en el puesto 42 del Índice de Atractivo a la Inversión de Fraser, cayendo ocho posiciones respecto de la medición anterior. Esta caída acentúa los resultados de la medición del 2020, teniendo en los dos últimos años un retroceso de 18 posiciones y, en los últimos tres, 28 posiciones menos.
Este es un lugar en el que no habíamos estado antes y que nos aleja de los líderes del sector: Australia, Canadá y Estados Unidos.
Si en el 2017 Perú estaba por encima de Argentina, México y Ecuador, en la última encuesta fue superado por todos ellos. Colombia ha superado al Perú en los dos últimos años y Chile, que tuvo una caída en su desempeño, se mantiene tres puestos arriba.
A propósito de estos resultados y dada la relevancia del sector minero en la economía del país, en especial en el proceso de reactivación económica, dice Raúl Jacob, presidente de la SNMPE, que aún hay tiempo para aprovechar el buen precio de los metales y recuperar el atractivo para las inversiones.
¿CÓMO EXPLICAR ESTA CAÍDA?
El resultado obtenido por Perú se entiende por el significativo y preocupante retroceso en el Índice de Potencial de Política (IPP), en el que descendió 27 puestos, aun cuando el Índice de Potencial Geológico, mostró una mejora, con el ascenso de seis puestos.
Esta última mejora fue insuficiente para compensar la caída en el aspecto de percepción política. Si bien el indicador de potencial geológico no está en su mejor momento, se registró una recuperación ligera.
En el aspecto de políticas, Perú experimentó una disminución en su índice de percepción de política, retrocediendo 27 puestos. Esto ha significado la caída individual más grande en este índice en Latinoamérica y El Caribe, donde los encuestados plantearon preocupaciones importantes relacionados con las regulaciones ambientales, la duplicación e inconsistencias regulatorias y la seguridad.
Según uno de los ejecutivos mineros consultados por el reporte, “el anuncio de la nueva administración de aumentar drásticamente los impuestos a la minería y potencialmente intervenir en el sector ha hecho que las empresas duden en hacer nuevas inversiones”.
LA POLÍTICA ENTRA A LA ECUACIÓN
A nivel regional, en el IPP solo superamos a Bolivia, Nicaragua y Venezuela, particularmente en las variables de incertidumbre sobre la administración de regulaciones, sistema legal, régimen tributario, incertidumbre por disputas de tierras, incertidumbre por áreas protegidas, calidad de infraestructura, barreras comerciales, reglamentación laboral, calidad de base de datos geológica, seguridad y disponibilidad de mano de obra.
En comparación al 2020, Perú presenta un retroceso en 14 de los 15 factores de política evaluados.
Desde Adentro conversó con Luis Miguel Castilla, director de Videnza Consultores y ex ministro de Economía y Finanzas, para entender la tendencia del país en el ranking Fraser. Para ello, esbozó tres elementos centrales que están afectando la atracción de las inversiones mineras:
Conflictividad social. “Se están incubando demandas que no podrán ser satisfechas fácilmente, como pedir montos siderales [como compensaciones] y la participación de los trabajadores en las utilidades”. Además, con un Estado ausente que genera expectativas sociales y coacciona a las empresas.
Marco tributario. “Hay que zanjar los cambios al marco tributario. El esquema tributario peruano es de los más modernos del mundo y eso se ha traducido en una recaudación importante en momentos de altos precios. Pero todavía sigue viva esta iniciativa de seguir exprimiendo a un sector y se corre el riesgo de perder competitividad”.
Marco regulatorio. “Hay mucha información de proyectos, de entidades que no están yendo a la velocidad debida o que están poniendo muchas barreras para el otorgamiento de permisos, como, por ejemplo, para la modificación de Estudios de Impacto Ambiental. Esto tiende a encarecer los proyectos. No se trata de flexibilizar, pero sí de que los plazos se cumplan con razonabilidad”.
Estos problemas coinciden con los planteados por los encuestados en el ranking Fraser, que indicaron problemas importantes en torno a tres de las 15 variables consideradas: regulaciones ambientales (+49 puntos), duplicación e inconsistencias regulatorias (+40 puntos) y seguridad (+31 puntos).
“Pese a todos los problemas de índole regulatorio y político y del manejo de la conflictividad social asociado a los proyectos mineros, los beneficios de la minería son enormes y cada vez más notorios. Hoy día la minería moderna es parte de una cadena productiva con amplio impacto económico y social”, agregó Castilla.
“Perú tiene la oportunidad de volver a impulsar las inversiones, pero para eso necesita un clima adecuado [para los inversionistas]. La mitad de los recursos que ha recibido el país del sector minero corresponden a operaciones que hace 10 años no existían”, indica Jacob, convencido de que, pese a las dificultades, la historia de la minería peruana demuestra su resiliencia y empuje.