La versatilidad y múltiples aplicaciones del hidrógeno verde lo sitúan como elemento prioritario en la agenda política internacional para la lucha contra el cambio climático. No obstante, la producción sostenible de hidrógeno verde presenta una serie de retos tecnológicos y económicos que lo han situado tradicionalmente en desventaja frente a la producción mediante fuentes de energía convencionales.
Entre los factores que están contribuyendo a desarrollar el sector del hidrógeno verde se encuentran (además de las condiciones geográficas y climáticas adecuadas), la urgencia por cumplir con las metas de descarbonización; los avances tecnológicos por el lado de la oferta y la demanda; el desarrollo del marco regulatorio e institucional adecuado; y el compromiso internacional mediante alianzas intersectoriales.
La producción de hidrógeno verde se realiza a través del proceso de electrólisis del agua, mediante electrolizadores que utilizan altas cantidades de electricidad producida de forma renovable. El elevado coste de obtener dicha electricidad renovable se puede rebajar si los electrolizadores se sitúan en ubicaciones con excelente disponibilidad de recursos renovables, como es el caso de Chile.
El desarrollo de una industria de hidrógeno verde presenta una serie de retos técnicos, económicos, sociales y medioambientales que es necesario tener en cuenta para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, además de los que recaen en la fase de producción.
En definitiva, deben existir condiciones que permitan a la industria ofrecer el recurso de forma segura, eficiente, rápida y económicamente atractiva frente a las fuentes energéticas convencionales
Chile se encuentra en una posición privilegiada para poder enfrentarse a estos retos y convertirse en uno de los líderes en la producción global de hidrógeno verde. El país cumple con todas las condiciones necesarias para desarrollar esta industria: posee una amplia red de generación renovable competitiva y es polo de atracción de tecnología y financiación verde.
Como consecuencia, el coste de producción de hidrógeno verde se ha reducido significativamente en los últimos años y se prevé que continúe haciéndolo en las próximas décadas (en 2030 el coste se reduciría un 67% principalmente por la reducción del coste de los electrolizadores, y el hidrógeno producido en Atacama y en la Región de Magallanes tendrá el coste nivelado de producción más bajo del mundo).
Como resultado, en 2030 Chile podría exportar hidrógeno verde a un valor aproximado de 1,5 - 2,0 US$/KgH2, resultando así competitivo frente a otras fuentes energéticas. Además, contribuirá a la descarbonización de sectores con un uso intensivo de energía, tales como minería y transporte. Además, en 2050 Chile podría proveer un 5% de la demanda global de hidrógeno y un 1% de la demanda de energía global, lo que supondría unos ingresos de US$ 30.000 millones al año.
En 2020, el Ministerio de Energía de Chile presentó la Estrategia Nacional de Hidrógeno verde con el objetivo de transformar la identidad productiva del país hacia una economía neutral en carbono.
Esta hoja de ruta es resultado de la colaboración público-privada, la academia y la sociedad civil. Tras su aprobación, Chile se convirtió en el primer país de América Latina y el Caribe en presentar una estrategia pública para el desarrollo del sector del hidrógeno verde.
En 2022, Chile aprobó finalmente la Ley Marco de Cambio Climático, que fija la meta de neutralidad en carbono para 2050 y se convirtió en el primer país de América Latina y el Caribe en fijar legalmente objetivos de cero emisiones netas.
Con este objetivo en el horizonte, Chile se ha fijado una serie de ambiciosas metas con respecto al hidrógeno verde y en agosto de 2022 se planteó la posibilidad de adelantar la actualización de esta estrategia desde 2025 hasta finales de año.
El ecosistema del hidrógeno verde incluye un diversificado abanico de empresas. Por un lado, dado que el proceso de electrólisis se realiza a partir de energías renovables, las empresas de este sector tienen una gran oportunidad de expansión de su negocio.
Asimismo, existen múltiples productos y servicios relacionados específicamente con la producción de hidrógeno verde y sus derivados, tales como, proveedores de tecnología, de servicios de consultoría e ingeniería, offtakers, etcétera.
Las empresas españolas consolidadas en el sector de las energías renovables no convencionales también participan en proyectos de hidrógeno verde (los más relevantes son Quintero Bay H2 Hub y HOASIS). Todas las ventajas comparativas que posee Chile para la producción de hidrógeno verde suponen una gran oportunidad que las empresas españolas pueden aprovechar.