El beneficio de BP para 2022, excluidos los efectos de inventario, fue de US$ 27.700 millones, un 116% más que su beneficio de 2021, de US$ 12.800 millones. En el cuarto trimestre, el beneficio fue de US$ 4.800 millones, frente a los 4.100 millones del último trimestre de 2021, aunque este resultado fue un 41% inferior al del trimestre anterior.

El flujo de caja de las operaciones para el año saltó a US$ 40.900 millones desde los 23.600 millones de 2021. En el cuarto trimestre de 2022, el flujo de caja operativo alcanzó los US$ 13.600 millones, frente a los 6.100 millones del cuarto trimestre de 2021 y los 8.300 millones del tercer trimestre de 2022.

"A lo largo de 2022, bp siguió centrándose en la ejecución de nuestra estrategia de Empresa Integrada de Energía. Estamos ayudando a proporcionar la energía que el mundo necesita hoy y, al mismo tiempo, invirtiendo con disciplina en nuestra transición y la transición energética, como lo demuestra la adquisición de Archaea Energy", dijo Bernard Looney, Consejero Delegado de BP.

"Estamos fortaleciendo a bp, con nuestra mayor confiabilidad de planta upstream registrada y nuestros costos de producción más bajos en 16 años, ayudando a generar fuertes retornos y reduciendo la deuda por undécimo trimestre consecutivo", agregó.

"Lo que es más importante, estamos cumpliendo con nuestros accionistas, con recompras y un dividendo creciente. Esto es exactamente lo que dijimos que haríamos y seguiremos haciendo: actuar mientras nos transformamos", completó Looney. 

De aquí a 2030, invertirá hasta US$ 8.000 millones más de lo previsto en sus "motores de crecimiento de la transición", centrándose en sectores como la bioenergía, la recarga de vehículos eléctricos, el hidrógeno, las energías renovables y la electricidad.

Al mismo tiempo, invertirá una suma adicional de US$ 1.000 millones anuales hasta 2030 en proyectos de petróleo y gas "resistentes y de alta calidad" para satisfacer la demanda a corto plazo de suministros seguros.

Esto significa que BP ha renunciado a su plan anterior de reducir su producción de petróleo y gas de 2,6 millones de bpe/d a 1,5 millones de bpe/d al final de la década, y ahora se fija como objetivo 2 millones de bpe/d.

En consecuencia, BP ha aumentado su presupuesto de inversiones para 2023 de US$ 14.000 a 15.000 millones a US$ 16.000 millones , y prevé que sus inversiones se mantengan entre US$ 14.000 y 18.000 millones de 2024 a 2030.

Pero la empresa también sigue devolviendo efectivo a sus accionistas. En el cuarto trimestre, BP aumentó sus dividendos en un 10% y anunció un nuevo programa de recompra de acciones por valor de US$ 2.750 millones, que se completará antes de la próxima presentación de resultados.

La producción de petróleo y gas se mantuvo estable en el cuarto trimestre, con 2,3 millones de bpe/d, en comparación con el anterior.

Las realizaciones medias de líquidos en su segmento de producción y explotación de petróleo durante el trimestre fueron de 80,43 US$/bl, frente a los 93,14 US$/bl del tercer trimestre, mientras que en el negocio de gas y bajas emisiones de carbono fueron de 80,50 US$/bl, frente a los 88,03 US$/bl anteriores. Los precios del gas fueron de 10,20 US$/000ft3 y 9,40 US$/000ft3, frente a 12,12 US$/000ft³ y 9,85 US$/000ft³, respectivamente.

El margen medio de refino de BP siguió disminuyendo en el cuarto trimestre hasta 32,2 US$/bl, frente a 35,5 US$/bl en el tercero, aunque fue más del doble de los 15,1 US$/bl del año anterior. La disponibilidad del refino operado por BP aumentó hasta 94,5 puntos porcentuales en el periodo, frente a 94,3 puntos porcentuales en el tercer trimestre.