Edgardo Padinger, titular de Ferma, empezó construyendo galpones, pero sumó know how y tecnología para proveer a grandes jugadores
Edgardo Padinger preside Ferma, una empresa de servicios para la construcción localizada en Esperanza que arrancó construyendo galpones, se especializó en los mercados de Oil&Gas, y luego se catapultó atendiendo a empresas multinacionales en el aprovisionamiento de una muy demandante industria minera.
De la mano de ese crecimiento, está desarrollando un plan de inversiones para culminar con una superficie instalada de 16.000 m2.
Padinger cursó la carrera de ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Rosario e hizo una maestría en administración de empresas en la Universidad del Cema para luego sumarse a la empresa familiar fundada por su padre 60 años atrás. En este diálogo con punto biz, el empresario relató la historia y los puntos más sobresalientes de su emprendimiento.
Los puntos clave para el despliegue desarrollado durante los últimos cinco años fueron la especialización en Oil&Gas, en primer término, y más tarde la irrupción de la minería. Ese empuje significó un crecimiento exponencial de los negocios, que determinó la incorporación de más personal y un plan de inversión de US$ 4 millones.
El proyecto de expansión apunta a consolidar una superficie de 16.200 m2 y moderna tecnología, porque las exigencias de las empresas multinacionales a las cuales proveen significó elevar los estándares de trabajo, porque los requerimientos son "muy puntillosos".
El presidente de Ferma se manifiesta optimista para lo que viene para la empresa y motivos no le faltan. A la adjudicación de proyectos importantes, uno de ellos en Bahía Blanca, lo sostiene la convicción de creer que "si tenés productos que el mercado exige no va a haber problemas".
En una visión más analítica, Padinger destaca que no quedan lugares para la logística "si querés alquilar un lugar no existe". En ese rubro se destacan por ser los constructores de uno de los galpones de Ciencia al Servicio del Movimiento (CSM), la ex Logística Román.
Allí se realizaron trabajos de Ingeniería, construcción y montaje del edificio metálico, articulado con pórticos de alma llena de 135 metros de ancho x 900 metros de largo. Fueron 1600 toneladas montadas en 150 días. Es la estructura metálica nueva, de mayor superficie existente en la República Argentina. Tal impronta los llevó a posicionarse como referentes de mercado.
Padinger contó que Ferma comenzó por iniciativa de su padre, quien la desarrolló dentro de la ciudad de Esperanza. Por aquella época el actual presidente de la firma partió a los 17 años a estudiar a Rosario. "Me recibí de ingeniero civil a los 23 y volví a Esperanza", recuerda.
Hasta 1989 Ferma era una empresa regional, con emprendimientos en Santa Fe, Corrientes, Chaco, entre otras provincias. Hasta ese entonces la empresa contaba con 30 empleados, en ese año 1989, se tomó la decisión de generar un cambio radical en el management.
Para esto Padinger fue a especializarse durante un año a Buenos Aires, "mientras mi papá se quedó trabajando para mantener el funcionamiento de la firma".
FERMA experimentó un volumen creciente de operaciones resultado de la diversificación de mercados en importantes rubros como minería y energía eléctrica, que se sumaron a la tradicional construcción de edificios metálicos y las oportunidades de nuevos negocios en la Argentina y en otros países de latinoamérica.
El corto plazo, este cambio de situación provocó en la empresa un cambio cuantitativo. Nuevo equipamiento, nuevas tecnologías, más inversiones en infraestructura, procesamiento y despacho de mayores toneladas de acero, entre otros.
Este cambio impulsó, a su vez, un gran salto cualitativo representado en la adecuación de sus RRHH al nuevo perfil que adoptó la demanda, a través de su calificación y capacitación en nuevos programas de producción, manejo de software y de equipamiento de alta tecnología.
Nos ven diferentes y nos vemos diferentes. FSC es el ícono de este cambio cultural.
Cambio superador en todo sentido.
La nueva demanda planteó nuevas necesidades.
La respuesta fue inmediata y eficiente, dando clara señal de una empresa cuyos reflejos le dan proyección en el tiempo: FSC está asentada sobre pilares que le permitieron evolucionar permitirán seguir evolucionando.