El papel del cobre en los vehículos eléctricos de batería (VEB) está evolucionando. El metal rojo desempeña un papel fundamental en los vehículos eléctricos a batería (VEB), con una intensidad media de cobre de poco menos de 70 kg por vehículo.
El cobre es esencial para diversos componentes, incluida la lámina de cobre que sirve como separador entre el ánodo y el cátodo en baterías, motores y cables necesarios para la recarga.
Diseño gráfico: Miranda Smith
Sin embargo, los fabricantes de automóviles están reduciendo la intensidad del uso de cobre en estos componentes para lograr ahorros de costos a medida que aumentan la producción de vehículos eléctricos. Según las estimaciones de Benchmark, esta tendencia conducirá a una reducción de 38 kg en el uso de cobre por vehículo para 2030, impulsada por el ahorro y la sustitución del cobre por materiales más baratos, así como por mejoras en la eficiencia.
Se espera que casi todos los subcomponentes que contienen cobre experimenten alguna reducción. Las barras colectoras, que se utilizan para distribuir la energía de la batería a las diferentes partes del vehículo y para la gestión térmica, experimentarán la mayor reducción anual, con un promedio del 6 % hasta 2030. Las barras colectoras de aluminio, más livianas y asequibles, se están convirtiendo en una alternativa popular al cobre.
A pesar de estas reducciones, se prevé que la demanda de cobre del sector de vehículos eléctricos aumentará significativamente a medida que aumenten las tasas de implementación y se construya la infraestructura de carga. Se espera que estos avances compensen con creces la disminución del uso de cobre por vehículo.
Benchmark proyecta un aumento del 177% en la demanda de cobre del sector de vehículos eléctricos y baterías para 2030, alcanzando los 2,5 millones de toneladas anuales.