AXEL MANCINI

Felipe Larraín, director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC), inauguró el seminario "Estrategia Nacional del Litio: ¿Estamos a Tiempo?" organizado por Clapes UC. Durante su discurso de bienvenida, destacó los desafíos, oportunidades y la urgencia de avanzar en la Estrategia Nacional del Litio en Chile.

La instancia reunió a expertos del sector para analizar la posición del país en el mercado global del litio y su potencial para mantener un papel preponderante en la transición energética.

"Es un tremendo gusto darles la bienvenida a este seminario en que nos hemos reunido para debatir y analizar uno de los temas más cruciales para el desarrollo de nuestro país y de nuestra economía, la Estrategia Nacional del Litio de Chile", señaló Larraín en su introducción.

La pregunta central que guió el evento fue si Chile está aprovechando a tiempo las oportunidades de este mineral, cuya relevancia en el contexto de las energías limpias es innegable.

Larraín explicó que, aunque el litio representa una oportunidad económica y una responsabilidad estratégica para el país, el mercado atraviesa actualmente un período complejo. "El precio ha bajado en forma bastante dramática, pasando desde más de US$ 80.000 la tonelada a fines de 2022, en su pico, a alrededor de US$ 10.000 hoy", sostuvo.

Esta caída, que Larraín atribuyó en parte a la desaceleración de la economía china y la falta de dinamismo en el mercado de vehículos eléctricos, ha tenido un impacto significativo en las exportaciones chilenas, que descendieron más del 90% desde mayo de 2022 hasta septiembre de este año.

No obstante, Larraín destacó que las proyecciones de largo plazo para el litio siguen siendo positivas. Citó datos de la Agencia Internacional de Energía, que prevén que la demanda de este mineral se multiplicará por seis entre 2020 y 2030, impulsada por la transición energética. Además, mencionó estimaciones de Consensus Forecasts que proyectan un precio promedio de US$ 18.000 por tonelada para el periodo 2029-2033.

Felipe Larraín, director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes UC)

PUNTOS CRÍTICOS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA NACIONAL DEL LITIO

+ Asociaciones público-privadas: El gobierno chileno ha impulsado un modelo de colaboración entre el Estado y las empresas privadas, como SQM y Albemarle, con el fin de mantener la producción en el salar de Atacama. Aunque algunos acuerdos están en marcha, queda pendiente definir cómo estas alianzas maximizarán el valor del litio para Chile.

+ Descentralización y beneficios para comunidades locales: La estrategia contempla redistribuir los beneficios económicos a las comunidades de Atacama y Antofagasta, regiones afectadas por la explotación del litio.

"Lograr un consenso con las comunidades y abordar sus preocupaciones ambientales sigue siendo un reto", indicó Larraín, subrayando la necesidad de una gestión adecuada de los recursos hídricos en estas zonas desérticas.

+ Desarrollo de tecnología nacional: Si bien se busca incorporar tecnología chilena en la cadena de valor del litio, Larraín advirtió que "Chile aún depende de la tecnología extranjera y carece de una base tecnológica sólida en este sector", destacando la importancia de invertir en investigación y desarrollo.

+ Marco regulatorio y sustentabilidad ambiental: La estrategia propone regulaciones más estrictas en el consumo de agua y la implementación de métodos de extracción menos agresivos. Sin embargo, Larraín reconoció las tensiones entre el desarrollo económico y la protección ambiental.

+ Competitividad internacional: Aunque Chile es uno de los mayores productores de litio, enfrenta una competencia creciente de otros países, como Australia y Estados Unidos.

Larraín hizo referencia a recientes hallazgos en Estados Unidos que podrían cambiar el panorama global del litio y subrayó que "el tiempo es un factor crítico".

+ Creación de una empresa nacional del litio: Uno de los ejes de la estrategia chilena es la creación de una empresa estatal para asegurar la participación activa del Estado en esta industria, pero su implementación enfrenta desafíos legales y administrativos.

Larraín subrayó que, aunque el país está mejor posicionado que otros competidores para afrontar estos retos gracias a la calidad de sus recursos y el conocimiento del mercado, el tiempo apremia. "La competencia global es feroz y los países que logren consolidarse en esta industria serán aquellos que actúen con rapidez, eficiencia y responsabilidad", afirmó.

Además, el director de Clapes UC se refirió a la falta de transparencia en la recaudación fiscal proveniente de la explotación del litio. "No conocemos la recaudación proveniente de este mineral. Esto es curioso", comentó, destacando que el Consejo Fiscal Autónomo ha recomendado más transparencia en este sentido, tal como ocurre con el cobre.

Finalmente, Larraín concluyó su discurso planteando interrogantes que guiarán la discusión durante el seminario: “¿Cuánta mayor producción podremos esperar en los próximos años? ¿Cuáles son los riesgos que enfrentan estos potenciales aumentos?”.

La Estrategia Nacional del Litio de Chile, según Larraín, debe encontrar un equilibrio entre crecimiento económico y sostenibilidad para asegurar que los beneficios del litio sean sostenibles y lleguen a las futuras generaciones del país.