La industria minera, una de las mayores consumidoras de energía a nivel global, está mirando hacia las profundidades de la Tierra en busca de una solución sostenible: la energía geotérmica.

Un reciente análisis de Seequent,  empresa líder en software geocientífico, escrito por Marit Brommer, CEO y Helen Robinson, Global R&D Manager, International Geothermal Association,  destaca la creciente sinergia y las significativas oportunidades para que la minería y la geotermia forjen una alianza que impulse la descarbonización y asegure el suministro energético de las operaciones.

La minería representa aproximadamente el 11% del consumo total de energía mundial. En este contexto, la energía geotérmica emerge como una alternativa prometedora, al ser una fuente de energía abundante, de carga base y, crucialmente, local. Esta alianza no se limita a un sector que toma prestado del otro; es una simbiosis natural con profundas superposiciones tecnológicas, objetivos mutuos de descarbonización y oportunidades de ubicación conjunta.

Sinergias y Beneficios Mutuos

La integración de la geotermia en la minería ofrece múltiples ventajas: Descarbonización y Sostenibilidad: Permite a las operaciones mineras reducir drásticamente su huella de carbono al reemplazar combustibles fósiles.

Independencia Energética: Al ser una fuente de energía local, minimiza la dependencia de redes externas y la volatilidad de los precios de los combustibles.

Reutilización de Infraestructura: Incluso después del cierre de una mina, sus sistemas de agua pueden ser reutilizados para sistemas de calefacción geotérmica, como ya se ve en Heerlen, Países Bajos, y en varios proyectos en el Reino Unido.

Tecnología Compartida: Ambas industrias comparten métodos de exploración fundamentales, incluyendo mapeo de superficie, levantamientos geofísicos, muestreo geoquímico y modelado 3D. Esto puede reducir costos y acelerar descubrimientos mediante el intercambio de datos.

Recuperación de Minerales: Las salmueras geotérmicas pueden convertirse en fuentes de elementos de tierras raras y otros metales, transformando las plantas de energía en instalaciones de doble propósito.

Ejemplos Globales de Integración, la colaboración entre ambos sectores no es una novedad, pero está ganando impulso:

Historia en África: La primera central geotérmica del continente africano, en 1952, ya alimentaba operaciones mineras de estaño en la República Democrática del Congo.

Mineras Modernas: Gold Fields en Sudáfrica está evaluando la geotermia para la refrigeración de sus profundas minas de oro. Danakali en Eritrea explora el uso de geotermia para sus demandas operativas, y KenGen en Kenia está investigando la recuperación de minerales de las salmueras geotérmicas.

Lihir, Papúa Nueva Guinea: La mina de oro Lihir genera exitosamente el 75% de su electricidad a partir de reservorios geotérmicos, reduciendo significativamente los costos de combustible y el impacto ambiental.

Desafíos y el Camino a Seguir

A pesar de las promesas, persisten desafíos como los altos costos iniciales de la perforación geotérmica y la necesidad de acero y metales especializados para la infraestructura geotérmica (lo que, irónicamente, vincula de nuevo a la minería).

Para superar estos obstáculos, los expertos proponen: Licenciamiento Integrado: Simplificar los permisos para proyectos combinados; Plataformas de Datos Abiertos: Fomentar el intercambio de información geológica; Estrategias de Co-inversión: Impulsar la financiación conjunta entre ambos sectores;  Incentivos: Promover la planificación del uso geotérmico del agua de mina; Currículos Compartidos: Desarrollar programas educativos que formen expertos con conocimientos en ambos campos.

La unión entre la minería y la geotermia tiene el potencial de redefinir cómo utilizamos el subsuelo terrestre, impulsando una industria minera más sostenible y contribuyendo a un futuro de bajas emisiones de carbono para el planeta.