Las reservas del Banco Popular de China (BPC) aumentaron en 840.000 onzas troy (equivalente a unas 26,12 toneladas) en ese mes, con lo que se prolongan los esfuerzos de Beijing por diversificarse y alejarse del dólar estadounidense.

Entre los bancos centrales del mundo, el de China se ha destacado en 2023 como un comprador "muy ávido" de oro. La demanda mundial en agosto "seguía candente", aunque se limitó a un pequeño número de países, entre ellos China, informa el Consejo Mundial del Oro.

Esas últimas compras se sumaron a las 2.165 toneladas disponibles a finales de agosto, y resulta que las tenencias chinas de oro ahora representan más del 4% de las reservas totales de ese metal precioso, estima el organismo.

La fuerte demanda de la nación asiática, explica Bloomberg, "ha sido un apoyo" para el oro, que se ha visto presionado por la subida de los tipos de interés en todo el mundo.

El impulso de la demanda interna hacia ese activo de seguridad, hizo que la cotización local del metal dorado se disparara a máximos históricos el mes de septiembre. Las restricciones a la importación impuestas por el BPC también contribuyeron a la subida del precio, de acuerdo con el medio.

Aunque las primas experimentaron un fuerte descenso a finales de septiembre, ahora se está prestando mayor atención a la actividad compradora del banco central de China, ya que para los consumidores locales particulares los precios siguen siendo elevados, según informó Bloomberg.

Por otro lado, "el apetito chino" por el metal dorado se ve relacionado con los esfuerzos mundiales más amplios para "reducir la dependencia del dólar estadounidense", explicaron en el periódico The Business Times.

De acuerdo con el medio, el líder chino, Xi Jinping, estrecha los lazos con sus homólogos de los países BRICS (la alianza, formada por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica), en un momento en que el bloque se esfuerza por realizar más intercambios comerciales entre ellos en sus propias divisas.