CLAUDIO ANDRADE
El gasoducto de Vaca Muerta, uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de Mauricio Macri, fue suspendido indefinidamente por la secretaría de Energía de la Nación a cargo de Sergio Lanziani.
La esperada obra iba a atravesar 1.040 kilómetros uniendo, en dos etapas, Tratayén, Salliquelló y San Nicolás, con una inversión total de US$ 2.000 millones y una capacidad de transporte de 60 millones m3/día de gas. Tenía que estar concluida en 2024.
La obra comenzó a perder vigor después de su anuncio, en julio de 2019, al tiempo que se daban de baja una a una sus licitaciones. En marzo se suspendió la última entre la bruma de la crisis económica y la pandemia de coronavirus. La administración de Alberto Fernández le dio el tiro de gracia al aplazar la negociación sin fecha de retorno. Los actuales funcionarios del sector explican que existen razones de peso para la medida que habría sido mal recibida en el gobierno de Neuquén, conducido por Omar Gutiérrez.
“El único dato duro que manejamos es que el proyecto se suspendió. No hay otros proyectos alternativos que estemos estudiando”, dice a Clarín el subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales. “Cuando comenzamos a analizar el proyecto del gasoducto de Vaca Muerta nos encontramos con anomalías como que faltaban estudios de trazado, de producción y consumo, de facturación, y acerca de cómo se iba a financiar y quién iba a pagar la producción y cómo”, agrega Carbajales.
El gasoducto se planteó mediante un esquema de financiamiento PPP (Participación Pública-Privada) que no llegó a concretarse como ocurrió con otras obras del gobierno pasado.
“Además está la cuestión de que hay muchas necesidades y comenzamos a recibir análisis sobre que era mejor invertir en gasoductos que tienen prioridad. Nuestro problema central ahora no es hacer un monstruo sino ver que llegue el gas a la gente, cubrir el consumo. Con esto no digo que no haya que hacerlo en un futuro, pero no ahora”, detalla el funcionario.
Carbajales señala que la gestión de Macri dejó una serie de gasoductos inconclusos en su etapa final en la Costa, en la Patagonia y Santa Fe. “Es raro lo que paso con eso. Nuestra prioridad es terminar esos gasoductos y llevar el gas a los hogares. También tenemos conocimiento de estudios alternativos que se han elaborado y presentado al gobierno, pero no estamos trabajando en eso”, aclara.
En junio pasado la secretaría Energía de la Nación elaboró un informe, al que tuvo acceso Clarín, en que el se plantea la posibilidad de reemplazar el proyecto de Vaca Muerta por uno mucho más ambicioso que arranca en la cuenca neuquina y llega hasta Puerto Alegre en Brasil.
Según este documento, el proyecto pasaría a llamarse Gasoducto Federal AF-CK 2020, y en su primera etapa partiría desde algún sector cercano a Tratayén hasta San Jerónimo a lo largo de 980 kilómetros con una inversión de US$ 1.950 millones. La segunda etapa uniría San Jerónimo con Uruguayana, una extensión de 450 kilómetros a un costo de US$ 1.860 millones; y la tercera iría de Uruguayana a Porto Alegre, un tramo de 625 kilómetros en el que se invertirían US$ 1190 millones. El emprendimiento permitiría el transporte total de 100 millones de m3/día de gas.
“Argentina requiere desarrollar a plenitud el potencial petrolero no convencional de los yacimientos de Vaca Muerta para: reactivar a su economía, sostener su matriz energética primaria, proyectar el crecimiento de su PBI, asegurar el suministro de hidrocarburos a precios competitivos en su mercado interno y generar divisas exportando GAS y Electricidad generado por su Parque Térmico”, indica un punteado del informe.
De acuerdo a los especialistas la demanda promedio de la Argentina es de 130 millones m3 por día con picos de 150 millones en el invierno. La oferta actual para consumo es de 108 millones de m3/día de los que la cuenca neuquina produce 80 millones. De ellos 35 millones son extraídos de la Vaca Muerta. En el futuro el yacimiento patagónico podría proveer de 200 millones de m3/día a la red nacional, pronostican los expertos. Datos de la consultora de energía Wood Mackenzie aseguran que en 2030 el país podría registrar exportaciones de gas de 40 millones de m3/día el 80% del año.
Vaca Muerta vive un complejo panorama en 2020. Se estima que hay más de 20 mil operarios suspendidos en la Cuenca Neuquina y la actividad en el yacimiento cayó entre un 65% y un 70%, indican fuentes del sector. Se estima que la inversión anual rondará los US$ 3000 millones contra los casi US$ 5000 del 2019.