La libra esterlina cayó fuertemente frente al dólar y el euro, un 1,67% y un 0,92%
BBC/Gareth Evans
Hace un año, habría sido poco probable, incluso en sus sueños más salvajes y surrealistas, que apareciera un titular que dijera: "Europa se mueve para aislar al Reino Unido mientras el virus mutante arruina la Navidad". Pero aquí estamos.
Es justo decir que la escalada de la pandemia, la inminente fecha límite del Brexit y la cancelación masiva de vuelos han provocado un final de año algo caótico.
Así fue como se desarrolló todo.
Lo que pareció una repentina oleada de noticias difíciles comenzó cuando el secretario de Salud Matt Hancock celebró una conferencia de prensa y anunció que se había encontrado una nueva variante del coronavirus.
Se cree que la mutación puede propagarse más fácilmente. Todavía está siendo analizado por científicos, pero el gobierno advirtió que podría ser hasta un 70% más transmisible.
"Mutante" no es una palabra que a la gente le guste ver en los titulares, y el anuncio rápidamente sembró incertidumbre. Muchos se quedaron con preguntas sobre lo que esto podría significar para la pandemia en su conjunto.
Si el nuevo virus es más capaz de transmitirse, podría significar que los hospitales alcancen su capacidad antes a medida que más personas se infecten, advirtieron los científicos.
Pero es casi seguro que las vacunas existentes funcionarán contra esta nueva variante, y todavía no hay evidencia que sugiera que sea más mortal.
Además, como escribe nuestro corresponsal de salud James Gallagher , los virus mutan todo el tiempo y esto ha sucedido antes incluso con el coronavirus.
Cuando se anunció la nueva variante, la relajación de las reglas de coronavirus en el Reino Unido durante cinco días durante la Navidad ya había estado en vigor durante semanas y se habían hecho planes. Millones de personas habían reservado transporte y pedido comida antes del gran día.
"Este día iba a ser un día para olvidarse de todo", dijo a la BBC una londinense, Ceyda Oz.
Pero luego, el sábado, el primer ministro Boris Johnson anunció un endurecimiento dramático e inesperado de las restricciones.
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Pocos días después de decir que sería "inhumano" cambiar las reglas en esa etapa tardía, la relajación de las medidas planeada para Londres y gran parte del sureste de Inglaterra fue descartada debido a las alarmantes tasas de infección allí.
Para el resto del país, la relajación de las reglas para reunirse con familiares y amigos en el interior se limitó a un solo día: el día de Navidad.
Significaba que millones tenían que descartar planes con poca antelación, y en aquellas áreas con las restricciones más estrictas, la gente se enfrentaba a la perspectiva repentina de pasar la Navidad sola.
En Londres, el anuncio provocó una carrera por las estaciones de tren, ya que la gente buscaba salir de la capital antes de que las reglas entraran en vigor el domingo. A las 19:00 GMT, no había boletos disponibles en línea en varias estaciones de la ciudad.
Para aquellos que se quedaron, y para aquellos en el Reino Unido que se vieron afectados por las restricciones, la Navidad de repente se veía muy diferente. La extrañeza de la situación fue resumida por los periódicos al día siguiente.
"La Navidad se cancela por la aparición de un virus mutante", decía The Sunday Times.
Comenzó con Holanda, pero el domingo muchas naciones europeas se dieron cuenta de las implicaciones de una variante del virus que se propaga con mayor facilidad.
La nueva cepa de coronavirus provocó una ola de países para prohibir las llegadas al Reino Unido. Bélgica, Canadá, Alemania, Irlanda e Italia, todos anunciaron la medida, al igual que India y Hong Kong.
Esto solo agravó la confusión durante la Navidad, con los británicos en Europa y los europeos en el Reino Unido que se quedaron varados e inseguros de si podrían llegar a casa a tiempo.
Para el lunes, Francia también había cerrado su frontera durante 48 horas, lo que significa que los camiones y automóviles fueron rechazados del puerto de Dover.
El resto del mundo también comenzó a distanciarse socialmente del Reino Unido. De hecho, "Plague Island" pronto se convirtió en tendencia en Twitter.
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Existían preocupaciones muy reales sobre el impacto de estos cierres de fronteras en el Reino Unido. La cadena de supermercados Sainsbury's dijo que si continúan las restricciones de viaje, podría haber escasez de alimentos, incluidas las hojas de ensalada y los cítricos.
A diferencia del primer bloqueo en la primavera, no ha habido signos de compras de pánico: la lechuga podría ser la primera en desaparecer en caso de escasez, pero eso claramente no alarma al público británico.
Los funcionarios del sector alimentario, así como el gobierno del Reino Unido, también han dicho que no hay necesidad de correr a las tiendas.
Incluso sin una mutación del virus, la posibilidad de un Brexit sin acuerdo ya había planteado dudas sobre los suministros de importación al Reino Unido.
Así que aquí es donde estamos con eso: la Unión Europea y el Reino Unido todavía están negociando un acuerdo comercial que establecería los términos para su relación futura. Estas conversaciones se han prolongado durante un tiempo e incluso se han extendido en algunas ocasiones, pero ahora se avecina un plazo estricto.
El tiempo se acaba el 31 de diciembre y, si no se llega a un acuerdo, el Reino Unido dejará la UE sin uno. Esto podría significar precios más altos en las tiendas, así como retrasos, ya que los camiones que traen productos necesitarían más controles.
¿Alguna vez has tenido esa sensación de déjà vu? Sin embargo, todavía hay tiempo para que ambas partes lleguen a un acuerdo.
Y también hay espacio para el optimismo. Mucha gente ha señalado el hecho de que, a pesar de todo, el Reino Unido al menos ha pasado el día más corto del año.
Entonces, pase lo que pase a continuación, los días deberían al menos ser más largos y (con suerte) un poco más brillantes. Dedos cruzados.
ABC/Ivannia Salazar
Reino Unido es, en esta recta final del 2020, el epicentro de acontecimientos muy relevantes: mientras es uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19, con una cifra oficial de fallecidos que ya supera los 66.000, es a la vez el primero del mundo occidental que empezó su programa de vacunación para atajar el brote y una vacuna desarrollada en la Universidad de Oxford es una de las más avanzadas del mundo. A esto se suma el Brexit, cuyo período de transición acaba el próximo 31 de diciembre, y las horas decisivas para alcanzar un acuerdo comercial con la Unión Europea están a punto de acabarse.
En este contexto, el comité del Parlamento británico responsable de analizar la futura relación entre la nación y la UE pidió al Gobierno de Boris Johnson un plan de contingencia para atajar los problemas que inevitablemente se producirán debido a la falta de preparación para el inminente divorcio, un llamamiento que se produjo tras conocerse que el gobierno ha contemplado ya una serie de posibles escenarios apocalípticos como consecuencia de una ruptura sin acuerdo.
Así lo reveló el periódico The Times, que asegura que la semana pasada se llevo a cabo en Whitehall un ejercicio de prueba de estrés (que sirve para evaluar la estabilidad y capacidad de acción de un sistema ante posibles escenarios desestabilizadores) bautizado como «Operation Capstone», en el que se modelaron una serie de eventos que representan todo lo que podría salir mal en la película sobre el Brexit que empezó hace cuatro años, cuando la mayoría de la población votó en un referéndum histórico.
Los eventos representados incluyen la explosión de una bomba en Gibraltar, camiones cargados con suministros indispensables para combatir la pandemia, como medicamentos, siendo secuestrados en la carretera, y el cierre repentino de un enorme proveedor de atención domiciliaria ahogado por el drama de la caída de la libra y la imposibilidad de contratar personal del bloque comunitario ya que la libre circulación de ciudadanos acabará con el divorcio. A esto se suman inundaciones en Inglaterra provocadas por dos tormentas, buques de Francia y España bloqueando en el Canal de la Mancha el paso de los ferries británicos hacia el continente y a la policía lidiando con las revueltas sociales y las protestas ciudadanas. Según una fuente del gobierno citada por el diario, el primer ministro tiene la intención de cumplir su amenaza de no regresar a la mesa de negociaciones en caso de que las conversaciones fracasen, incluso si algunas de las dramáticas situaciones de la Operación Capstone se cumplen.
Más allá del peor de los panoramas contemplado en el ejercicio, lo único que hay ahora mismo es una gran incertidumbre y eso, de acuerdo con otra fuente de Downing Street, ha hecho que quienes trabajan allí estén viviendo unos días de mucho nerviosismo y frustración, con un estado de ánimo que oscila constantemente entre el optimismo y el pesimismo, tanto por la crisis del Covid como por la del Brexit, que están indiscutiblemente ligadas y que se prevé sean la causa de un invierno gris para todo el mundo, sobre todo para las familias más afectadas económicamente, y sobre todo ahora que la esperada ventana de cinco días para celebrar la Navidad con los seres queridos ha sido cerrada en Londres y el sudeste de Inglaterra con un nuevo confinamiento estricto debido al aumento de los contagios. Mientras tanto, Johnson y su equipo se preparan, o eso dicen, para enfrentar cualquier evento post Brexit en el que la realidad supere a la ficción.
Agencias
Los índices clave de la Bolsa de Valores de Londres y la libra cayeron porque las restricciones de viaje asustaron a los inversores, mientras que el Brexit sigue sin resolverse.
Los comerciantes reaccionaron con preocupación por las últimas restricciones anunciadas por el Gobierno el sábado y los crecientes temores de un Brexit sin acuerdo. El índice FTSE 100 blue chip bajó un 2% al mediodía.
Compañías como el propietario de British Airways, IAG y el fabricante de motores Rolls-Royce, recibieron grandes golpes, aunque los favoritos en línea Ocado y Just Eat Takeaway vieron subir sus acciones.
El FTSE 250, que generalmente está compuesto por empresas centradas en el Reino Unido, sufrió una caída más fuerte y bajó un 2,58%. Las contrapartes francesa y alemana también experimentaron caídas en sus respectivos mercados de valores.
La libra esterlina cayó fuertemente frente al dólar y el euro, un 1,67% y un 0,92%, respectivamente. Una libra valía 1,328 dólares y 1,091 euros.
Las empresas más afectadas fueron las más afectadas por las nuevas restricciones de Nivel 4, que han visto a países europeos interrumpir los viajes al Reino Unido, incluidas aerolíneas y empresas de viajes como easyJet, FirstGroup, National Express, Tui, Trainline y el operador de cruceros Carnival.
El propietario de British Airways, IAG, y easyJet fueron los más afectados, con acciones que cayeron un 9% y un 9,5%, respectivamente.
Los pubs y los grupos de ocio hicieron mella, con Mitchells & Butlers, Wetherspoon y Cineworld cayendo un 5,5%, 3,6% y 5,5% respectivamente.
Los minoristas también sintieron el impacto de las nuevas restricciones en Londres y el Sureste, donde se les ha dicho a las tiendas no esenciales que cierren sus puertas, con Frasers Group de Mike Ashley cayendo un 10%, Dixons Carphone bajó un 6,6% y WH Smith un 5,2%.
Pero los jugadores en línea vieron aumentos en los precios de las acciones, y el supermercado en línea Ocado y Just Eat Takeaway vieron que las acciones subieron un 5,1% y un 2,3%, respectivamente.
Neil Wilson, analista financiero de Markets.com, dijo: “Ha sido un comienzo muy duro para la semana de Navidad para la libra, ya que la falta de un acuerdo Brexit y el cierre de rutas de carga clave a Europa golpearon la confianza.
"Las conversaciones sobre el brexit continúan hoy, pero persisten puntos clave, mientras que varios países europeos han bloqueado los viajes desde el Reino Unido debido a una cepa mutante del coronavirus que abunda en el sudeste de Inglaterra".
Advirtió que la libra podría sufrir un "impacto negativo grave si no hay un acuerdo para Navidad".
