Cuando se piensa en la reducción o el saneamiento, es probable que la mente se dirija directamente al amianto. Y aunque la reducción del amianto es una práctica comúnmente discutida, otros materiales peligrosos exigen medidas aún más exhaustivas o diferentes.

En el ámbito del medio ambiente, la salud y la seguridad, "reducción" y "remediación" se utilizan a menudo indistintamente, pero tienen significados distintos. Los procesos que usted o su organización necesitan dependen siempre de los materiales peligrosos a los que se enfrentan. Será útil conocer los peligros y el alcance del trabajo para seleccionar el equipo de protección personal (EPP) adecuado para usted o su equipo.

En este artículo se explican las diferencias entre la reducción y la reparación y los EPI que pueden ser necesarios en función del alcance del trabajo y del peligro.

¿QUÉ ES LA REDUCCIÓN?
La reducción es el proceso de eliminar permanentemente los materiales peligrosos conocidos en las zonas de superficie para que sean seguros para los demás. La reducción también incluye el encapsulamiento, que consiste en sellar los materiales peligrosos para que sean seguros para todos.

El amianto y el plomo son ejemplos de sustancias tóxicas que necesitarían una reducción si se encuentran en un edificio. Aunque el uso del amianto ya no es habitual en la construcción de viviendas en Estados Unidos, las casas más antiguas pueden seguir teniendo productos de amianto.

Un estudio publicado en 1990, informó de que el 80% de los trabajadores del sector del aislamiento con al menos 20 años de experiencia desarrollaron asbestosis y el 40% murieron por enfermedades relacionadas con el amianto. En todo el mundo, se calcula que cada año mueren 90.000 personas por enfermedades relacionadas con el amianto.

Todo el amianto alterado necesita ser eliminado y los trabajadores encargados de eliminar estos materiales peligrosos deben llevar monos de calidad que tengan menos probabilidades de rasgarse y dejar entrar las fibras peligrosas. Estas dos sustancias no son un peligro natural en una casa, por lo que una vez que se reducen o eliminan, ya no deberían suponer un riesgo.

¿QUÉ ES LA REMEDIACIÓN?
La rehabilitación es el proceso de revertir, detener o eliminar los daños medioambientales para que no vuelvan a producirse. Este proceso lo abarca todo en el sentido de que implica la reducción del material peligroso, pero también tiene en cuenta la planificación para garantizar que el mismo problema no vuelva a producirse.

La rehabilitación no se limita a la mera eliminación, sino que también se centra en el origen del problema para corregirlo por completo.

La eliminación funciona para los materiales tóxicos que se colocaron intencionadamente, pero otros materiales más orgánicos, como el moho, pueden requerir una reparación.

En el caso del moho, la reducción sólo sería una solución a corto plazo, ya que el peligro está relacionado con problemas de humedad en una estructura. Según la EPA, se recomienda la contención total para superficies contaminadas por el moho de más de 100 pies cuadrados o siempre que sea probable que haya una exposición a largo plazo al moho.

Por el contrario, la EPA recomienda una contención limitada para áreas con 10 a 100 pies cuadrados de contaminación por moho.

EPI PARA LA ELIMINACIÓN DEL AMIANTO Y EL MOHO
El peligro que comparten el amianto, el plomo y el moho es la inhalación de partículas. Estos materiales peligrosos requieren un equipo de protección respiratoria para evitar la inhalación de fibras o polvo peligrosos.

Para los trabajos de eliminación de moho en los que el moho sólo afecta a un área de menos de 10 pies cuadrados en total, puede utilizar un respirador N-95. Sin embargo, si el área afectada por el moho es de 10 a 100 pies cuadrados o más, la EPA recomienda encarecidamente un respirador purificador de aire de media cara o de cara completa equipado con cartuchos de filtro P100.

El uso de un respirador de media cara o de cara completa puede añadir otro punto de intrusión en la zona del cuello. En este caso, el uso de un EPI con capucha ajustada al respirador puede facilitar la protección y el movimiento. Debido a que la reparación del moho puede durar todo el día o incluso varios días, a veces es necesario pegar la capucha del EPI al respirador para reducir las brechas mientras se trabaja.

Uno de los procesos para remediar el moho es el chorro de sosa (bicarbonato de sodio). El chorro de sosa aumenta el riesgo de intrusión de esporas de moho y es eficaz poner cinta adhesiva por encima y en toda la línea de la cremallera para bloquear los puntos de intrusión.

Los EPI con una solapa para tormentas sobre la cremallera facilitan esta tarea, ya que bloquean la entrada de partículas a través de la cremallera. La colocación de una solapa para tormentas sobre la cremallera es aún más segura cuando se requiere un chorro de sosa para la eliminación del moho.

Lakeland Micromax NS Global (MNSG) vienen con una capucha con respirador y una solapa sobre la cremallera para una contención limitada y una contención total para proteger a los remediadores de moho. Los monos MNSG también son perfectos para un uso limitado en proyectos de reducción de amianto y plomo en los que la inhalación de partículas también es un peligro.

Si su trabajo pasa de la remediación y la reducción a la limpieza general, los monos MNSA de Micromax resultan adecuados, ya que la mayor parte de los materiales peligrosos están fuera del camino.

Tanto el tejido MNSA como el MNSG de Lakelandproporcionan la misma excelente filtración de partículas.