SILVIA NAISHTAT *
¿Será su año? Es la pregunta de algunos empresarios que, entusiasmados con el plan Milei, a todo o nada, están inquietos por la licencia social a esas recetas conocidas y relanzadas de la mano de Federico Sturzenegger.
Otros creen que los votos lo inmunizaron, en lo que definen como una ola de indignados en la que se mezclan la desconfianza en el Estado, la política y las instituciones.
Eso sí, hay coincidencia en el rumbo pero surgió una nueva grieta entre quienes tienen inversiones hundidas en el país y se muestran preocupados por las dificultades de implementación y los extranjeros que están “enamorados por el coraje” y subestiman esas dificultades.
Unos y otros le están sacando punta a un DNU pocas veces visto. “Es un shock de pronóstico incierto, pero ya no podemos analizar con las mismas categorías. El momento es delicadísimo y tenemos un Presidente dispuesto a llevarse todo por delante”, soltó un líder industrial en off.
En ese sector siguen con atención lo que ocurre en el plano laboral. Gerardo Martínez les había anticipado que “la presentación de la CGT apuntaba a la seguridad jurídica de los trabajadores”.
El líder de la UOCRA tiene llegada directa a Milei. Recurrió al constitucionalista Alberto García Lema y a los consejos de los economistas Alfonso Prat Gay, Eduardo Levy Yeyati y Martín Rapetti.
Es de los que empujan una mesa tripartita de diálogo institucionalizado entre los empresarios, la CGT y el Gobierno. “Una solución a la irlandesa o a la portuguesa”, sostiene desde su experiencia en la OIT.
Trascienden otros encuentros con el Presidente, algunos organizados por el productor televisivo Juan Cruz Avila, donde sigue sorprendiendo un discurso de Milei que no cambia en privado y su admiración por Mauricio Macri a quien trata de usted y llama “presi”.
En una de esas reuniones y ante las audiencias públicas por las tarifas, le acercaron el modelo uruguayo que fija los primeros 200 kilowatts de consumo de luz con precio muy bajo y el resto, libre.
Precisamente, en el sector de la energía, la liberación de precios es leída como impulso a inversiones. YPF anunciará el acuerdo con la malaya Petronas para la planta de gas licuado, la única manera de exportarlo al resto del mundo y aprovechar Vaca Muerta con gas para 170 años de autoconsumo.
Y las petroleras más relevantes, Tecpetrol, Pampa, PAE y Vista, pujan por quedarse con las siete áreas que la estadounidense Exxon puso en venta en la zona neuquina.
La semana próxima se abren dos renglones pendientes de la licitación de la reversión del gasoducto que lleva el gas de Vaca Muerta a las provincias del Norte. Ante la declinación de la producción boliviana, hasta Córdoba podría quedarse sin gas.
El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, afirmó que la obra pública en ejecución y la que cuenta con créditos de organismos como el BID, Banco Mundial y CAF, sigue adelante.
Se trata de una cartera con 200 proyectos en marcha que también abarcan lo social y educativo y cuenta con US$ 30.000 millones de financiamiento. La primera señal la ofreció Luis Caputo al designar a Matías Mana como director. Mana, que llegó al ministerio con Macri siguió y reportaba a Leo Gorgal, el funcionario de Massa a cargo de la relación con esos bancos.
En el exclusivo balneario uruguayo José Ignacio, varios banqueros, petroleros, dueños de Unicornios, presidentes de clubes y jefes de fondos de inversión, que coinciden con el decretazo, plantean como principal duda el consenso social. Argumentan que si Milei no demuestra una baja del déficit, hay peligro. Muchos frecuentan al Presidente: “Soy pragmático”, los tranquiliza.
“Es lo que hay que hacer para salir, pero el desafío es hacerlo de manera calibrada. El camino es difícil. Le pasó a Israel que recurrió al consenso. Si hay resultados, Argentina vuelve al mercado internacional y encontrará el crédito”, afirma Alejandro Pitashny el economista de Capital Inversión y Desarrollo con sede en Madrid y París.
Pitashny expresa a un círculo financiero que ya conocía la iniciativa de Sturzenegger pero la creía utópica. En los bancos tienen reproches por la competencia con Mercado Pago por las cuentas sueldo y lo hicieron saber al estudio Bruchou y Funes de Rioja, uno de los asesores del mega decreto.
“Soy optimista”, dice el ex HBSC Gabriel Martino listo para buscar más fondos para su fondo de inversión en tecnológicas.
Pero hasta en los frigoríficos proyectan negocios con un novillo que puede exportarse en todas sus partes. En los decretos existe hasta una norma que reconoce la propiedad intelectual de las semillas. No es poco en una Argentina donde el grueso de la siembra es con semilla en negro, lo que impulsó al principal semillero del país, Don Mario, de la familia Bartolomé, a crecer más en Brasil. Le va muy bien, es líder en el gigante que se encamina a producir 1.000 millones de toneladas de granos.
Pero el diablo está en los detalles y el lado B es lo que ocurre en economías regionales que pusieron el grito en el cielo ante una “desregulación irracional”, como en el vino, el azúcar, los biocombustibles y la yerba. Gobernadores de todos los colores políticos encabezan esa batalla. Los de la pesca lograron ayer algunas concesiones.
Por fuera de los decretos hay otra sorpresa y es la escasa aceptación del bono por la deuda de los importadores. La mayoría prefiere quedarse con los pesos y esperar.
En cuanto al FMI, la llegada de la misión se lee como un mensaje muy positivo. En Washington se comenta que los propios académicos del FMI hablan de un “hair cut de la deuda argentina”, es decir de un recorte al tamaño.
En el equipo de Caputo celebran haber conservado a Leo Madcur, ya un histórico en estas negociaciones. Y se supo que hay interna por los nombres de quienes irían al Banco Mundial y al BID.
Apenas asumido Milei hubo una visita de la Casa Blanca que pasó inadvertida. Fue la del viceasesor de Seguridad Nacional para Asuntos Económicos Internacionales, Mike Pyle.
Este ex ejecutivo del fondo Black Rock se vio con el jefe de Gabinete Nicolás Posse, con Caputo y el presidente del Banco Central Santiago Bausili. Pyle es el sherpa de Biden en el G-7 y en el G-20, la misión que tenía el ex embajador en Washington Jorge Argüello y que ahora es de Federico Pinedo.
En sus diálogos, Pyle expresó que Washington se encuentra predispuesto ante un Presidente que busca alinearse con EE.UU. y valora la postura ante China.
Después de Pyle fue el turno de Jay Shambaugh, subsecretario de Asuntos Internacionales del Tesoro de EE.UU. En sus rondas con economistas aguijoneó: “Para qué quieren plata, si van a recibir los dólares de la cosecha y prometen un ajuste draconiano del gasto”.
Unos pocos le respondieron que habrá pruebas de fuego como la reacción social frente a la suba de tarifas. Son los que hablan de los “idus de marzo” si Caputo no logra sostener el dólar oficial en $ 800 por el fogonazo inflacionario.
Pablo Gerchunoff escribió en su monumental Alfonsín el planisferio invertido: “Los gobiernos frágiles de naciones frágiles y conflictivas tienen una sola oportunidad económica si es que tienen una”.
* Periodista. Editora de la sección Economía en Clarín
