ANAHÍ ABELEDO

Las ventas totales de los vehículos EV alcanzará los 40 millones para 2030, cuando uno de cada dos coches sean eléctricos. Esto fenómeno desplazará alrededor de 6 mb/d de la demanda de combustibles para carreteras hacia el final de esta década. Por el factor EV, pero también por la eficiencia energética y cambios en las costumbres sociales, los especialistas observan que la tendencia a largo plazo es que se vaya desacoplando la demanda de combustible del tamaño de la economía. 

Se espera que uno de cada tres automóviles que circulen por las carreteras de China en 2030 sea eléctrico, en comparación con a casi uno de cada cinco tanto en los Estados Unidos como en la Unión Europea. 

En contras te con la adopción masiva del mercado chino, los vehículos eléctricossiguen siendo un producto comparativamente de nicho en las economías desarrolladas, experimentando dificultad para ampliar su atractivo más allá de empresas relativamente prósperas y ambientalmentepreocupados por los automovilistas urbanos. 

Altos precios de etiqueta, falta de una tarifa adecuada y de infraestructura junto al colapso de los valores de segunda mano actúan como disuasivo para los compradores menos ricos. A pesar de estos obstáculos, la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe "Oil 2024 - Analysis and forecast to 2030" estima que el crecimiento de los vehículos eléctricos originará ahorros progresivos en la demanda de petróleo.

EL DIESEL SOBREVIVE
Si bien China sigue siendo el principal motor del crecimiento, las ventas estarán menos concentradas tanto geográficamente (con economías de mercados emergentes como India más destacado) y en términos de combustibles, ganando en importancia relativa el diésel. 

Los EV están destinados a evitar una demanda adicional anual de 1 mb/d de combustibles para carreteras en 2029 y 2030 ara un desplazamiento acumulado de 6,1 mb/d, lo que supone un aumento de seis veces respecto a 2023.

De esta cantidad, 4,7 mb/d serán en gasolina y 1,4 mb/d en diésel. Para después, el uso de combustible, comercial y de carga representará alrededor de 1 mb/d de ahorro, mientras que en  términos regionales, Europa será responsable de la mayor parte con 630 kb/d – superando el ahorro de gasolina del continente de 530 kb/d.

MEJORAS DE EFICIENCIA AYUDAN AL AHORRO
Las mejoras en la eficiencia adquirirán mayor importancia que lo previsto en el período en todos los segmentos del transporte, incluidos el terrestre, el marítimo y el aéreo. 

En total se espera que las ganancias de eficiencia reduzcan el crecimiento de la demanda de petróleo en 4,7 mb/d a partir de 2023  hasta 2030, con la mayoría de los ahorros en combustibles para carreteras de la OCDE en medio de medidas más estrictas.

Hay regulaciones medioambientales en Europa y Estados Unidos. La Unión Europea adoptó nuevas normas sobre dióxido de carbono (CO2) para vehículos en marzo de 2023, lo que exige una reducción del 55% en las emisiones de los automóviles nuevos para 2030 en comparación con 2021. 

Se proyecta que la Agencia (EPA) en marzo de 2024 reduzca las emisiones de CO2 de los vehículos livianos en casi un 50% en 2032 desde 2026, hasta 85 gramos de CO2 por milla.

Los fabricantes de automóviles reciben una prórroga de tres años hasta 2030 para reducir el tubo de escape de  misiones en medio de un enfoque “tecnológicamente neutral”. Además de los vehículos totalmente eléctricos.El cumplimiento se puede lograr mediante la producción de una gama de automóviles "más limpios", incluidos los automóviles impulsados gasolina.

Gran parte de estos aumentos de eficiencia se están viendo compensados ​​por un cambio hacia coches convencionales de mayor tamaño,  lo que respaldará la demanda de combustible en carretera a medio plazo. 

En gran medida, las mejoras en la eficiencia del motor han permitido más  la compra de vehículos más grandes, a medida que aumentan los ahorros en los costos de combustible y su asequibilidad.

En algunos casos, los fabricantes de automóviles también utilizan carrocerías más grandes para vehículos híbridos, donde el equipo adicional requiere más espacio. 

CAMBIOS EN LAS COSTUMBRES - TRABAJO REMOTO
Cuatro años después de que la pandemia de Covid-19 provocara perturbaciones sin precedentes en la vida cotidiana, las rutinas diarias de las personas han vuelto abrumadoramente a la normalidad. 

Paralelamente, el crecimiento de la demanda de petróleo ha vuelto a su antiguo comportamiento subyacente  y los factores económicos tradicionales reemplazan las restricciones de salud pública. 

La excepción a este respecto es la vida corporativa, donde los patrones de movilidad han sido transformados con el cambio persistente hacia el trabajo remoto e híbrido.

En 2023, los empleados de tiempo completo en Estados Unidos trabajaron desde el hogar (FMH) 1,4 días por semana en promedio según la Encuesta Global de Disposiciones de Trabajo: cinco veces más que en 2019.

En este contexto, Estados Unidos es emblemático de un grupo de economías avanzadas, predominantemente en la anglosfera –por ejemplo, Canadá (1,7 días) y el bb (1,5 días): donde el trabajo desde casa se ha convertido efectivamente en parte de lo normal. 

La costumbre ha avanzado menos en otras economías desarrolladas, con un promedio de 0,8 días por semana trabajados de forma remota en los países de Europa Continental, y 0,7 días en Asia. 

Estos empleados tecnológicamente expertos también tienden a ser más jóvenes. Estos factores contribuyen al atractivo del trabajo desde casa: los trabajadores estadounidenses tienden a tener más tiempo y desplazamientos más caros y casas más grandes, lo que incentiva el trabajo remoto.

En Estados Unidos, la FMH ha acelerado la desvinculación a largo plazo entre la demanda de combustible y el tamaño de la economía. El consumo de gasolina se ha ido retrasando respecto a los indicadores macroeconómicos clave durante décadas, a medida que la movilidad se movía gradualmente hacia la saturación. 

TRANSPORTE PÚBLICO Y PRIVADO
En 2023, el total de millas recorridas por vehículos (VMT) fue casi el mismo que en 2019, aunque el PIB había aumentado un 8%. Ampliando aún más la brecha, es que la demanda de combustible también se ha quedado rezagada en materia de movilidad: las entregas de gasolina en EE. UU. fueron del 4% menor durante este período, ya que los motores de automóviles más eficientes y una flota de vehículos eléctricos en expansión restringieron la demanda. 

Contrarrestando parcialmente los efectos negativos de la FMH en la demanda de gasolina desde 2020 fue un cambio del transporte público a los viajes en automóvil, ya que los viajeros reacios a los riesgos para la salud. Se evitó el transporte público y las carreteras más tranquilas en algunas regiones facilitaron la conducción.

Si bien el número de usuarios del transporte público se recuperó con fuerza en 2022 y 2023, el número de pasajeros, los volúmenes en la mayoría de las economías desarrolladas siguen siendo inferiores a los niveles de 2019. 

El uso del transporte público ha disminuido en las principales ciudades de EE. UU. y el Reino Unido debido al trabajo remoto.

Según la Autoridad de Transporte Metropolitano, el número de pasajeros en el tren de Nueva York. El metro promedió el 68% del tráfico prepandémico en 2023. Datos de Transport for Londres (TfL) pinta un panorama similar, con viajes en autobús y metro al 84% de su nivel anterior.

En la misma línea, la Estadística Federal Alemana Office informó un 8% menos de viajes de pasajeros en autobús y tren en 2023 que en 2019.

El contraste clave con esta mediocre recuperación ha sido en China, donde la movilidad hizo una rápida y completa recuperación inmediatamente después de la crisis del país, con la reapertura los volúmenes de pasajeros del tráfico ferroviario y urbano habían vuelto a los niveles anteriores al Covid a mediados de 2023, al igual que la actividad de vuelos nacionales. 

Del mismo modo, los viajes de vacaciones se recuperaron a alrededor del 20% por encima de los niveles de 2019 durante los principales festivales de 2023. 

La principal excepción a este respecto son los viajes de larga distancia en automóvil, en medio de un cambio intermodal al tráfico ferroviario y aéreo: los volúmenes de pasajeros en las carreteras son aproximadamente la mitad de los niveles de 2019, según datos del BNE.