Europa depende de la tecnología china también para el desarrollo nuclear. EE.UU. teme pero se retrasa y Argentina cuestiona en voz alta
ANAHÍ ABELEDO
"Aunque las economías avanzadas albergan casi el 70% de la capacidad nuclear mundial instalada, han perdido el liderazgo del mercado", señalaba un informe de la AIE en julio sobre energía nuclear y transiciones energéticas seguras. De los 31 reactores que comenzaron a construirse desde 2017, todos menos cuatro son de diseño ruso o chino. China anunció este año un plan para construir 150 nuevas plantas nucleares en los próximos tres lustros y el gobierno de EE.UU., comenzó a preocuparse por haberse quedado atrás en su desarrollo. En tanto, el temor a la dependencia que ya se instaló en Europa, también existe en Argentina donde en la última semana se conoció un duro documento con cuestionamientos al acuerdo del país con una empresa china para el financiamiento de Atucha III, elaborado por un grupo de científicos especializados.
China comenzó a producir energía nuclear recién en 1991, pero ha logrado un progreso notable en los últimos años. Foto: Xinhua
Mientras EE.UU. acusa el retraso respecto a su principal adversario comercial, Europa se debate entre la necesidad de desarrollar este tipo de energía y el problema de depender de los asiáticos para hacerlo. Y aunque la transición energética es la razón que se expone, los fantasmas de una guerra nuclear flotan desde principios de año, fogoneados por el clima bélico instalado tras la invasión de Rusia a Ucrania.
El asesor de seguridad nacional del Reino Unido, Stephen Lovegrove, advirtió sobre el creciente riesgo de una confrontación nuclear con Rusia y China, en medio de una falla en los canales de comunicación de puerta trasera que ayudaron a mantener la paz durante la Guerra Fría.
Hablando en Washington, DC, Lovegrove dijo que la falta de diálogo estaba ocurriendo en un momento en que no solo había una "gama más amplia" de riesgos estratégicos, sino también más "caminos hacia la escalada" como resultado de los avances en ciencia y tecnología. , la proliferación de armas y la creciente rivalidad en áreas como el espacio.
En Argentina el tema es objeto de un discreto debate desde hace años, "Consideraciones sobre el programa nuclear argentino” y fue presentado por el Comité de Asuntos Nucleares del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), una iniciativa encabezada por Roberto García Moritán.
Mientras tanto, más de 70 países, incluidos China, Estados Unidos y miembros de la Unión Europea, que en conjunto representan el 76 % de las emisiones globales, se han comprometido a alcanzar emisiones netas de carbono cero entre 2050 y 2060.
EL AVANCE CHINO
China, que comenzó a producir energía nuclear recién en 1991, se considera un recién llegado a la tecnología, pero ha logrado un progreso notable en los últimos años. Es el tercer mayor productor de energía nuclear detrás de Estados Unidos y Francia, y se ha fijado metas ambiciosas.
Un centro de comando para una unidad de energía nuclear en Fuqing, provincia de Fujian. Foto: Xinhua.
El gobierno chino estimó un precio de US$ 440.000 millones para los 150 nuevos reactores que planea construir en los próximos 15 años, a un costo de alrededor de US$ 2,9 mil millones cada uno.
Wang Yingsu, secretario general de energía nuclear en el Consejo de Promoción de Energía Eléctrica de China, dijo que los países occidentales se han quedado atrás en tecnología nuclear, fabricación y construcción de equipos.
“El sector ha sido aniquilado en muchos países europeos y Estados Unidos. Tampoco tienen los técnicos ni la tecnología”, dijo Wang.
“Los países que desean desarrollar la energía nuclear se han vuelto muy dependientes de China, que ofrece tecnología de punta a un precio más bajo".
Sin embargo, queda por ver si los países occidentales optarán por depender de China para la construcción de plantas de energía nuclear, señaló Wang.
“La energía nuclear tiene su particularidad. En términos de desarrollo estratégico, la pregunta es si quieren [volverse] dependientes de China. La solución de vapor nuclear para los inviernos con smog de China recibe una cálida bienvenida".
Zhou Dadi, del Instituto de Investigación de Energía de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, dijo que "China coopera con las naciones desarrolladas en energía nuclear mediante la importación de su tecnología y la construcción de proyectos de demostración. Pero también debe promover la tecnología nuclear china y las capacidades de construcción, no solo entre los países en desarrollo sino también entre los desarrollados, para contribuir al sistema global bajo en carbono"
“Es fundamental considerar el mercado global con anticipación y estudiar la demanda de los países desarrollados”, dijo.
"China lidera la energía nuclear y debería venderla al mundo desarrollado, dice investigador de políticas"
Los comentarios tuvieron lugar en un seminario web copatrocinado por la Agencia Internacional de Energía (AIE) y el Instituto de Estrategia de la Industria Nuclear de China, una subsidiaria de la Corporación Nuclear Nacional de China, de propiedad estatal, uno de los dos principales productores de energía atómica del país y publicados por South China Morning Post.
Zhang Tingke, secretario general de la Asociación de Energía Nuclear de China, una organización sin fines de lucro, pronosticó que la capacidad nuclear instalada del país crecerá cuatro veces para 2035, a 200 GW.
El plan nacional quinquenal para 2021-25 también exige promover tecnologías nucleares de tercera generación de cosecha propia e instalar 70 GW de capacidad nuclear.
LA DEPENDENCIA DE EUROPA
Algunos países planeanun regreso a la energía nuclear como parte de su estrategia de seguridad energética, después de que una vez optaron por eliminar la producción por motivos de seguridad y la disponibilidad de gas natural.
El presidente francés, Emmanuel Macron, en la instalación de producción de sistemas de turbinas nucleares. Foto: AFP
Varios países de la UE, tienen a la vez dependencia de Rusia en nuclear. Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Hungría y República Checa, que suman 40 millones de habitantes- cuentan con centrales nucleares de fabricación soviética que dependen del combustible exportado por Rosatom. La producción eléctrica de origen nuclear es muy importante en todas esas repúblicas -cuatro de ellas excomunistas- y se sitúa entre un 40 y 60% del total.
El gobierno británico tiene como objetivo triplicar su capacidad nuclear a 24 gigavatios para 2050 para satisfacer aproximadamente una cuarta parte de las necesidades energéticas del país. Y en febrero, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció planes para construir seis nuevos reactores para 2050, con opción a otros ocho. Actualmente, Francia obtiene alrededor del 70 % de suelectricidad de fuentes nucleares.
Sin embargo, es probable que los países desarrollados que deseen volver a encender los reactores enfrenten muchos obstáculos.
Según el informe de la AIE, los proyectos recientes de plantas de energía nuclear en Europa y EE.UU. se han visto afectados por retrasos y sobrecostos.
Por ejemplo, se proyectó que la energía de una planta en el estado estadounidense de Georgia, aprobada en 2009, costaría alrededor de US$ 4300 por kilovatio y se completaría en 2016-2017. Sin embargo, los costos se han más que duplicado a casi US$ 9.000 por KW después de años de retraso, y se espera que sus dos reactores se conecten a la red eléctrica el próximo año.
En comparación, el costo de la energía nuclear en China es de aproximadamente 13.000 yuanes (US$1.930) por KW, o solo una cuarta parte del proyecto estadounidense.
Como muestra, vale citar que CIMC Enric Holdings Ltd de China anunció que su subsidiaria, Nantong CIMC Energy Equipment Co Ltd, ganó un pedido de 3.000 contenedores de almacenamiento y transporte de hexafluoruro de uranio de un cliente europeo no revelado. Este pedido es el más grande que CIMC Enric ha recibido hasta la fecha en el negocio de contenedores de transporte de combustible nuclear, dijo la compañía. También estableció un nuevo récord para la industria internacional de contenedores de transporte de combustible nuclear
EE.UU. TEMORES Y CONFLICTOS
"China busca explotar la transición sustancial hacia el uso de la energía nuclear que un organismo de control internacional líder dice que las economías occidentales deben hacer", afirma Joel Gehrke en el Washington Examiner, a modo de respuesta a las declaraciones de Wang Yingsu en la AIE publicadas por el South China Morning Post (ver arriba).
"Los funcionarios chinos creen que tienen una gran ventaja sobre las empresas nucleares estadounidenses y europeas en los próximos años, gracias al temor a la energía nuclear que ha predominado últimamente en las sociedades occidentales", afirma
"Una combinación de ansiedades por el cambio climático y las terribles consecuencias de financiar la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin mediante la compra de gas natural ruso ha renovado el interés occidental en la energía nuclear, lo que podría acortar la ventana de oportunidad para que los aliados transatlánticos cierren esa brecha", dice el especialista.
Para cumplir con las metas climáticas la capacidad nuclear debe duplicarse y esta actitud cambiante habría sido la perfecta oportunidad para China, según su análisis.
EE.UU. lanzó el programa de Reserva Nacional de Uranio, diseñado como un plan de US$ 10.000 millones a 10 años con US$ 75 millones autorizados hasta la fecha para la compra de uranio y servicios de conversión.
Existen tres riesgos comerciales básicos asociados con la energía nuclear para una empresa de servicios públicos propiedad de inversionistas: financiamiento, operación y ventas. Ninguna empresa de servicios públicos propiedad de inversionistas estadounidenses, aparte de Plant Vogtle de Southern Company, está construyendo o considerando nuevas inversiones nucleares es el primer riesgo, el financiamiento.
Se argumenta que la energía nuclear es económicamente poco competitiva. Según el estudio reciente de Lazard que compara el costo de la nueva generación de energía, es aproximadamente tres veces más costosa que el gas natural y cinco veces más costosa que la nueva energía eólica y solar. Por ejemplo, un gran proyecto de construcción nuclear en la central nuclear de Akuyu de cuatro unidades de Turquía, en los EE.UU. es un proyecto de capital de más de US$ 40.000 millones.
Ninguna empresa de servicios públicos propiedad de inversionistas estadounidenses tiene el balance para manejar proyectos de unidades múltiples de ese tamaño.
El nuevo compromiso nuclear de China es demasiado grande como para emparejarlo, incluso para el gobierno de EE.UU., con un costo de US$ 10.000 millones por reactor nuevo.
Solo el gobierno de los Estados Unidos tiene la capacidad de endeudamiento para proyectos de esa magnitud y riesgo. Esto, a su vez, sugiere que el desarrollo de nuevas plantas de energía nuclear y, debido a la relevancia geopolítica y de seguridad nacional del tema, hay voces que están pidiendo que el asunto quede en manos del Estado y no sean solamente dominio de las empresas privadas.
El Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado de EE.UU. discute un proyecto de ley para prohibir la importación de uranio ruso.
El presidente de la UEC y exsecretario de Energía de EE.UU., Spencer Abraham aplaudió el proyecto y dijo que "Prohibir las importaciones de uranio ruso y apoyar nuestras capacidades nacionales de suministro de combustible nuclear son pasos sólidos para reforzar nuestra independencia energética y proteger nuestra seguridad nacional".
EN ARGENTINA EL DEBATE SE REAVIVA
Los principales expertos de los sectores relacionados a la energía nuclear en la Argentina resaltan las oportunidades del país en la materia, sugieren “trabajar en búsqueda de mayor autonomía” y advierten sobre la participación de la industria nacional en futuros proyectos.
Atucha III, el debate por el acuerdo con China se reaviva por el abastecimiento de uranio
“La energía nuclear es un componente esencial de una matriz energética compatible con las altas exigencias actuales en relación al cambio climático y de cara a la desactivación del quemado de los recursos fósiles”, sintetizan, para luego resaltar que “el programa nuclear es también un factor de relevancia estratégica para la política exterior”, consignan.
Argentina es potencia y pionera en materia nuclear en la región. Actualmente tiene tres centrales en funcionamiento –Atucha I, II y Embalse- pero está desarrollando un innovador proyecto propio llamado CAREM y prevé construir Atucha III con fondos chinos. Las centrales actuales aportan cerca de un 5% de la energía total generada, en el pasado la cifra llega a un 16%.
“Es urgente reimpulsar la capacidad de producción de uranio enriquecido”, aseguran y alertan que “De prosperar la adquisición de una central PWR de origen chino –que utiliza este uranio- se deberían tomar las previsiones para asegurar el suministro de este insumo”.
Las centrales nucleares que actualmente están en funcionamiento en el país trabajan con uranio natural y agua pesada, pero el Hualong One de China lo hace con uranio enriquecido y agua liviana. Esto despierta la alerta sobre la independencia argentina para proveer el suministro necesario para el correcto funcionamiento y no mantener una dependencia tan grande.
“El uranio enriquecido que Argentina necesita se importa de terceros países y reduce significativamente la autonomía en el ciclo de combustible”, puntualizan en el documento. En este contexto, el pedido principal radica en “establecer un programa nuclear soberano” y de “cooperación internacional con los objetivos del Plan Nuclear argentino”.
En ese sentido, solicitan que “en la licitación o compra de toda planta nucleoeléctrica futura, debe asegurarse la transferencia de tecnología en temas puntuales”. Nucleoeléctrica Argentina (NASA) y la CNEA están negociando en la actualidad sobre este punto con sus pares chinos para cerrar la parte técnica del acuerdo que se firmó en febrero para construir Atucha III.
Las objeciones al financiamiento de China no son nuevas, hace un año, EnerNews publicaba una nota de opinión del ex director de Combustibles Nucleares CNEA, ex gerente de Tecnología y Proyectos Especiales CNEA, Carlos Aráoz.
"Hace ya varios años que se negocia con la República Popular China la compra de una cuarta central nuclear, tipo Hualong -1, llave en mano, a un costo aproximado de U$ 8.000 millones… pero sin licitación internacional. Eso nos está causando problemas. Sin licitación no hubo pliegos que establecieran los requerimientos del comprador. Los pliegos tienen un peso enorme sobre los oferentes, y por ende sobre la adjudicación".
Aráoz destacaba que si bien al principio "las negociaciones estuvieron a cargo de las máximas autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de Nucleoeléctrica Argentina SA (NA-SA). Como consecuencia no planificada de la falta de licitación, con el pasar de los años fueron cambiando las circunstancias y en la actualidad se negocia sobre un modelo de contrato preparado por la empresa China Nuclear National Corporation (CNNC)".